Los seres humanos necesitamos música para vivir.

Desde antes de nacer, el bebé ya percibe sonidos en el vientre materno, siendo el útero su primer aula de aprendizaje.

Durante el embarazo no sólo se desarrolla el cuerpo del bebé, sino también patrones de comportamiento y emocionales. A través de los sonidos nuestro bebé se entera de todo lo que nos rodea, de las primeras cosas que escucha y percibe es la voz de la madre.

Las experiencias prenatales son intensas y nos acompañan toda la vida.

El oído es lo primero que se desarrolla en el vientre materno y el último que se extingue al morir.

El bebé desde el cuerpo de la madre percibe sonidos procedentes de muchos sitios como por ejemplo: sistema circulatorio y corazón, sonidos de los diferentes movimientos corporales, sonidos procedentes de la ingesta de la comida y bebida, etc…

El líquido amniótico transporta casi todos los sonidos audibles y eso hace que tres o cuatro meses antes del nacimiento el bebé reaccione de forma motora ante los sonidos (por ejemplo dando patadas).

Es costumbre en algunas culturas que la madre cante al bebé que está por nacer. Yo como madre y músico os invito a que cantéis a vuestros bebés, que sintáis ese momento tan bonito de conexión entre los dos.

Hay estudios que demuestran que los bebés son capaces de recordar la música que escuchaban en el vientre materno y por lo tanto adquiere después del parto un significado especial para el bebé. Normalmente, si escuchamos o cantamos una canción en particular durante todo el embarazo, si el bebé después de nacer la escucha, se relaja mucho y se nota un cambio especial en su estado, se calma y tranquiliza.

Es importante hablar y comunicarnos con nuestro bebé, si nosotras estamos tranquilas él también lo estará. Lo mismo pasa con la música, si la madre escucha algo que musicalmente le gusta y se siente bien escuchándolo, ese mismo estado de serenidad se lo trasmitirá al bebé.

La mayoría de los niños cuentan tras su nacimiento con un sentido auditivo completo que les ayuda a desarrollar el lenguaje. Sin una educación musical temprana (0 a 4 años) la mayoría pierden esa capacidad y la desarrollan más tardíamente.

Es importante que desde el nacimiento les pongamos buena música y nosotros sepamos la importancia que tiene la educación musical para su desarrollo.

Todos los niños nacen con las herramientas necesarias para la musicalidad, solo necesitamos ayudarles a que disfruten de la música y así ellos gozarán de todas sus ventajas.

Os propongo a continuación una serie de actividades muy sencillas que podéis realizar con vuestros hijos en etapa de educación musical temprana:

  • Podéis cantar canciones que os gusten. Breves y sencillas para los más pequeños y vamos variando el contenido de la misma en función de la edad.
  • Es interesante que marquéis canciones especiales para el momento de despertarse, la hora de comer, el baño, la hora de dormir…
  • Podemos trabajar esas mismas canciones u otras diferentes en función de la edad con diferentes instrumentos de pequeña percusión.
  • En otros momentos, las podemos realizar con diferentes ritmos pero realizados con nuestro cuerpo, por ejemplo y dependiendo de la edad (dando palmas, saltando o haciendo el ritmo en nuestras rodillas sentados en indio)

Estas son algunas pautas que podéis seguir de forma sencilla en casa.

Solo quería haceros reflexionar un poquito sobre la importancia de la música para nuestros hijos.

Nunca perdáis el espíritu de la música.

Sin música, la vida sería un error. Friedrich Nietzsche

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Ya en el útero escuché música y la absorbí con la leche materna. Yehude Menuhin

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