En torno a la lactancia materna hay muchos mitos que la desinformación fomenta. Uno de ellos es que si estás amamantando y te quedas embarazada  tienes que destetar por la seguridad del bebé que está por nacer. El miedo más común de lactar embarazada es sufrir un aborto. Pero como reza el título de este artículo  en general es posible seguir amamantando durante el embarazo sin riesgo para el feto.

Personalmente no me he visto en esta situación. Mi hija se destetó al poco de cumplir los cuatro años y a los dos meses me quedé embarazada de nuevo. Si se hubiese dado el caso de que mi hija hubiese seguido mamando, te puedo asegurar que no habría impedido que siguiese haciéndolo. Aunque lo que no te puedo asegurar es si lo hubiese decidido por otras causas, que más abajo te detallo, o que ella misma se hubiese destetado sola durante el embarazo.

Vuelvo a reiterar que no hay pruebas que demuestren que  amamantar estando embarazada afecte al desarrollo del feto, como tampoco afecta al hermano mayor ni a la madre. En el único caso en el que se desaconseja la lactancia durante el embarazo es cuando se ha diagnosticado amenaza de aborto o parto prematuro, y no porque haya una relación directa clara y demostrada, sino más bien para evitar futuros sentimientos  negativos en la madre.

Sin embargo no solo son familiares, amigos o conocidos quienes nos pueden alertar erróneamente del «supuesto peligro» que conlleva seguiramamantando. A día de hoy todavía existen profesionales sanitarios (no todos) que aconsejan a la madre el destete inmediato, sin que exista ningún riesgo de aborto o parto prematuro.  De hecho rara vez contraindican las relaciones sexuales en estos casos y también se producen contracciones durante las mismas. Esta recomendación solo obedece a una falta de actualización y reciclaje por parte de estos profesionales o a prejuicios personales.

Si tienes intención de seguir amamantando a tu hijo durante el embarazo lo que sí debes tener en cuenta es con lo que te puedes (o no) encontrar, para no tener falsas expectativas:FotoAndreaSanchez

Es normal que durante el embarazo tengas más sensibilidad en los pezones y esto te haga estar incómoda durante las tomas. De hecho algunas madres deciden destetar por no soportarlo.

Puedes sentir agitación del amamantamiento. Esto es un sentimiento de irritabilidad y rechazo hacia tu hijo, al amamantarle, que no puedes controlar. Puede ocurrir bien por los cambios hormonales que suceden durante el embarazo, un cambio en el agarre que sientes como mucho más fuerte, o mayor sensibilidad en los pezones, como he comentado antes. Hay muchos factores que pueden influir en esa reacción y no son todos físicos. El saber que es algo normal puede ayudar, aunque hay mamás que necesitan reducir el tiempo de la toma o incluso se plantean el destete.

La producción de la leche disminuye alrededor del cuarto mes de embarazo. Esto, dependiendo del niño, puede llevarle a destetarse por sí solo.

Puedes sentir contracciones mientras tu hijo mama. Estas remiten cuando termina la toma. Esto sucede por la hormona oxitocina, implicada en la lactancia. Esta hormona está presente igualmente en los orgasmos. Por lo que si nuestra matrona o ginecólogo, sin motivo aparente, nos recomiendan el destete, del mismo modo nos deberían recomendar no mantener relaciones sexuales durante el embarazo. Sin embargo, como comenté antes,  eso no ocurre.

 

Cada caso es distinto, habrá mamás que vivan su lactancia durante el embarazo con mayor, menor o ninguna molestia. En ocasiones será la propia madre quien decida destetar por no sentirse bien con la lactancia, por los motivos que he comentado antes.

Que decidas destetar no quiere decir que no vayas a atravesar tu pequeño o gran duelo

Cada una lo vivimos a nuestra manera.
No se aconseja un destete brusco, sino adecuado a la edad del niño. No es lo mismo que el pequeño tenga un año y aún no le interese demasiado la alimentación complementaria, que un niño de dos años que ya come más o menos de todo. Lo ideal es “no ofrecer, no negar”, y con niños más mayores pactar tomas más cortas.

Por otro lado puede que sea el niño el que se destete solo debido a la disminución de la producción o el cambio de sabor en la leche. Incluso los hay que tras el nacimiento de su hermanito deciden volver a engancharse, aunque entre estos, algunos  ya habrán olvidado cómo mamar.

 

Por todo esto no podemos predecir cómo se desarrollarán los hechos.

Cada caso es diferente y dependerá tanto de cómo se sienta la mamá, como del niño.

¿Y tú? ¿Te sentiste cómoda amamantando a tu hijo durante tu embarazo? ¿Quieres compartirlo con nosotras?

 

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Madre, Asesora de Lactancia, Crianza, Porteo y pañales de tela, Asesora Continuum, Monitora de la pedagogía blanca, y artesana. Ofrece productos y servicios relacionados con la crianza a través de su web, Soñando Duendes, un espacio para acompañar a otras familias en su maternidad y su crianza. Y ofrece información a las familias en su blog Minerva y su mundo. Nos dice que cada momento de nuestro embarazo, parto, lactancia y crianza sólo se vive una vez, así que lo mejor que podemos hacer es disfrutar de esos momentos con nuestros hijos.

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