El duelo de quien no lo llevó dentro
Cada vez es menos tabú en nuestra sociedad hablar de bebés que se fueron antes de tiempo, de duelo gestacional y/o perinatal, de muerte cuando se esperaba vida. Hoy en día ya tenemos más oportunidades de encontrar espacios físicos o virtuales en los que poder hablar, compartir, vivir el duelo… y esos espacios hacen que los bebés que nos dejan pronto, sigan estando presentes, que el dolor, el vacío y todo lo que cada uno puede sentir tras una vivencia así, sea legítimo.
Cada vez somos más los padres y madres que hablamos abiertamente de nuestras experiencias, sacando a la luz lo que durante muchas décadas se ha escondido. Pero aún echo de menos que se visibilice, se hable, se comparta y se viva el duelo de quien no llevó dentro al bebé que se fue. Echo de menos a las parejas de las mujeres embarazadas, a los hermanos y hermanas, abuelos, abuelas, tías, tíos… de esos bebés. Personas vinculadas, en mayor o menor grado, a ese bebé que también han tenido que verlo marchar.
Por eso, cada vez que me encuentro una historia que cuenta abiertamente su vivencia, me emociono. Me emociono porque veo que el cambio se está dando, Cada vez que alguien nombra a esos bebés, estoy segura de que alguien que vivió una situación parecida, se permite sentir, llorar, sonreír, vibrar… Damos voz al dolor de muchos, damos alas a esos bebés, damos un empujón a quien necesita ayuda…
Hace unos días recibí en mi email una historia que me hizo vibrar y llorar. Mónica Álvarez compartió la historia de Louis Hemmings quien regala un video precioso a su hija fallecida en 1993. Puedes leerla aquí.
Y disfrutad del video y de todo lo que significa que 21 años después, un papá regale esto a su hija fallecida.
*Foto de Basem extraída de aquí.
Nahia Alkorta Elezgarai
Sabeletik Mundura