¿Me hago una trenza en el pelo o me anudo el fular? Desmitificando los anudados de fular

¿Me hago una trenza en el pelo o me anudo el fular? Desmitificando los anudados de fular

 

Hace unos días, mientras esperaba en una cola de pasajeros me fijé en dos chicas jovencitas que iban delante. Las dos llevaban el pelo recogido con unas trenzas, cada una de diferente forma.

No sé qué me llamó la atención, pero no podía dejar de mirar esas trenzas.

 

Los mechones de las trenzas entraban, salían, realizaban dibujos perfectos, se mezclaban con nuevos mechones con el resultado de un peinado muy bonito y llamativo.


Ahí estaba dándole vueltas a por donde iba cada mechón y sintiéndome una inútil por no saber hacerlo yo misma, cuando pensé en los anudados del fular.

Si comparo mi situación de las trenzas con el fular, cualquier persona que vea un fular anudado pensará que cómo es posible no liarse con tanta tela y saber exactamente por donde tiene que pasar en cada momento para conseguir el resultado esperado. Y sin embargo ¡yo no sé hacer una trenza!

Una de las primeras preguntas que realizan los papás que quieren portear es ¿Sabré hacerlo yo solo? ¿Aprenderé a colocarme el fular? 

A la que con toda seguridad yo les respondo que por supuesto, todo el mundo puede aprender, con un poquito de ayuda

Como todo en esta vida, cuando ya sabes hace cualquier cosa, ya no te parece difícil. Por supuesto que hay niveles de conocimiento, no es lo mismo una trenza de colegiala que una de peluquera de boda,  pero con una buena base es mas fácil enfrentarse a nuevos retos.
Aquí voy a desgranar los 4 tipos de pases del fular que son la base de todos los anudados.

Atencion: ¡En todos ellos el  ombligo del bebe está en contacto con el adulto que le portea , su espalda está redondeada y sus rodillas más altas que el culete!
 
Pase horizontal: la tela llega desde un lateral del torso del porteador, y sale por el otro lado del torso. Esta tela hace una bolsa dando soporte de rodilla a rodilla. Por ejemplo en la cruz envuelta, este pase se realiza en el pecho del porteador.

Pase en cruz: La tela va desde un hombro a la cintura contraria, y a la altura de la rodilla del bebé, la tela se pasa entre tu bebé y tú. Normalmente se hacen 2 cruces, cada una desde un hombro. Puede realizarse desde el hombro hacia la cintura (de arriba abajo) o de la cintura al hombro (de abajo a arriba). La ventaja de este pase es que la bolsa no se puede deshacer (por mucho que el bebé estire las piernas) , por lo que es un pase muy seguro cuando se empieza a portear. Por el contrario, es un anudado que marca una cruz en la espalda del bebé y esto lo tenemos que evitar en la medida de lo posible. Además si no se bascula correctamente la cadera del bebé o no se extiende la tela de rodilla a rodilla puede resultar en un anudado con las piernas colgando. Un ejemplo de este tipo de pases se ve en la “cruz doble”.

Pase en hamaca: la tela va desde un hombro al torso contrario formando una bolsa de rodilla a rodilla del bebé y quedando la tela entre el ombligo del bebé y tú. Normalmente se pasan dos “hamacas”. Se conoce también como “rebozo”. Ya estaréis imaginando un ejemplo de este pase es la “Doble Hamaca”. La bandolera usa también este pase.

Pase en U: la tela vas desde un hombro hasta el otro haciendo formando una bolsa, donde se coloca al bebé y quedando la tela entre el ombligo del bebé y tú. Es el pase que mejor respeta la postura fisiológica del bebé. Es la base del anudado “Canguro delante”

Esta ilustración resume los 4 tipos, la he hecho yo a mano… no te rías, parece que me he inspirado en el bebé paleolítico de este post 🙂

pases_fular_r
Todos estos pases pueden realizarse en el pecho o en la espalda, y pueden combinarse unos con otros, junto con variaciones, dando lugar a decenas de combinaciones de anudados.
¿Te has quedado con ganas de más?, en los próximos post desgranaremos los anudados uno a uno para que aprenderlos resulte más fácil. No te los pierdas

 

*Fotografía Trenza de Maegan . Licencia CC Attribution 2.0 Generic

Me ha hecho replantearme mi futuro, por Tatiana Martín.

Me ha hecho replantearme mi futuro, por Tatiana Martín.

Personalmente, conozco a Tatiana desde hace bastante tiempo. Prácticamente, desde que comencé mi andadura profesional en el porteo. Quién nos iba a decir, en aquellos momentos, que estaríamos haciendo este camino juntas.

Esta formación la comencé simplemente por tener más conocimientos y una base más firme de lo que es para mí la crianza. Pensé que me daría argumentos firmes y aprendería cómo portear mejor a mis hijos.

¡No sabía dónde me metía!

Ha cambiado mi vida. Es una formación tan completa que me ha hecho replantearme mi futuro, he dejado mi trabajo actual y me subo al barco de Asesoras Continuum al cien por cien.

Me he encontrado con profesionales de la crianza, el porteo y el emprendimiento. El equipo de formadoras está preparadísimo y nos lo demuestran en cada una de las clases, siempre respaldando su conocimiento con muchas lecturas, estudios científicos y largas horas de trabajo.

Pero cabe destacar también la parte humana, lo especiales que son cada una por separado, la sensibilidad que tienen y trasmiten y cómo esto lo aplican al trato con las familias y con nosotras mismas.

Se han convertido en formadoras, asesoras, incluso en determinadas ocasiones en «psicólogas» pudiendo contar con ellas en cualquier ocasión.

La formación de Asesoras Continuum es un trampolín que nos convierte en profesionales de la crianza respetuosa y en profesionales del acompañamiento de familias.

Tatiana Martin

Bienvenid@s a Asesoras Continuum

Bienvenid@s a Asesoras Continuum

 

«Sé el primero en tu categoría.
Si no existe esa categoría:
¡ invéntala!»

Esa frase la oí en una de mis primeras charlas sobre emprendimiento. Y así lo hice.

Cuando me pidieron ir a México a impartir formación  de porteo, viendo que no me era posible desplazarme por mis circunstancias familiares, desarrollé un programa de formación on line que derivó en la primera Escuela de Porteo  de España, pionera en forma y contenido:

Escuela de Porteo Mimos y Teta

Pero Mimos y Teta es mucho más que porteo. Así que pensé que necesitaba una descripción más amplia de lo que es gran parte de mi trabajo y del que quiero que desarrollen las personas formadas conmigo.

Criar y acompañar la crianza es un arte multidisciplinar. No hay nada más complejo y que requiera tantas habilidades diferentes interactuando juntas que  ser madre ( y padre ).

Muchas veces se han referido a mí como » una simple mamá», aludiendo a la «falta de títulos».

Vaya por delante decir que es cierto que de algunas cosas no tengo título «reconocido», quizás porque no he necesitado de ninguna «autoridad externa» que avale lo que sé que sé y lo que sé que soy.

En otros casos sí he recibido formación de la llamada «reglada» que me ha parecido valiosa. Formación inicial a la que después he sumado mi bagaje, conocimientos y experiencia personal, con lo cual presentarme con ese título para mí es limitarme.

Y también sucede, por desgracia, que de algunos de los títulos que poseo prefiero no hablar pues a mis ojos tienen tan poco valor, bien por la calidad de la formación ofrecida o por la forma de actuar de quien lo otorga, que mencionarlos no me daría créditos, sino más bien lo contrario.

Creo que la valía personal es una mezcla de muchas cosas, que la formación es indispensable, pero que no hay única vía para recibirla. Sobre todo en un ámbito como es este en el que nos movemos, sin un reconocimiento oficial y consensuado por todos.

Y aunque lo hubiera… No creo en el modelo educativo para mis hijos y no creo en él para mí. No necesito que otros me digan qué materias exactas necesito cubrir en un tiempo determinado para hacer mi trabajo, porque mi trabajo es muy personal y ha ido creciendo y madurando conmigo.

He aprendido mucho de profesionales con los que he estado, con otros a los que he leído, con algunos con los que incluso he «discutido».

He aprendido de mis amigas y de mis «enemigas» si se me permite esa expesión.

He aprendido de mis clientas, de mis colaboradoras e incluso de mi competencia ( aunque a veces sólo sea lo que NO quiero hacer).

Aprendí a lo largo de mi vida en mis múltiples y variadas ocupaciones cosas que me han resultado valiosísimas en esta etapa actual aunque, «a priori» no tenían nada que ver con la maternidad.

Pero sobre todo, he aprendido de las familias: de las madres, de los padres, de las abuelas y de ellos, de los grandes protagonistas: de los bebés. Los primeros, mis hijos, los 3 y después de todos los demás.

He aprendido a base de acertar, pero sobre todo, a base de equivocarme.

He aprendido desde el orgullo muchas veces, y cada vez más desde la humildad.

Sigo aprendiendo.

Y cuando me dpreguntan que qué soy, no sé muy bien cómo describirme. Porque todos los títulos, todas las etiquetas son limitantes y a la vez se nos quedan grandes.

Si te digo : «soy doula», tú tendrás una idea de lo que es una doula que igual no corresponde con lo que yo soy o hago.

Si te digo: «soy asesora de tal o cual cosa» me circunscribo a esa materia y me dejo fuera el resto de cosas que incorporo cuando asesoro a una familia, aunque me hayan buscado por algo muy concreto y limitado.

Casi siempre, por lo tanto, respondo: «Soy madre y acompaño y asesoro a otras madres»

Soy una madre que lleva un poco de ventaja a otras en este camino, sencillamente porque empecé antes.Porque quise aprovechar esta experiencia inigualable, la Maternidad, para mi desarrollo personal y para acompañar a otras que viajan en el mismo camino… o que no, y aún no lo saben…

Una más en una gran tribu que quizás usa sus habilidades para ponérselo un poquito más fácil a otras…

Sea como sea, soy una «simple mamá» sí.

Y a quienes me califican a mí o a cualquier madre de «simple», aunque quieren hacerlo peyorativamente en el fondo me elogian, nos elogian a todas las «simples mamás».

Porque hay un axioma fundamental que reza:

«Ante un problema la solución más simple siempre es la mejor»

Y ante la maternidad, ante la crianza, ante el acompañamiento a otras madres… lo más simple es apelar a otra madre… es lo que se ha hecho siempre, lo que funciona en culturas donde no necesitan Salus, ni doulas, ni psicólogas, ni terapeutas, ni niñeras, ni asesoras de ningún tipo. Donde todas las mujeres arropaban y acmpañaban y sostenían a las demás. Donde las «chamanas» llegaban a serlo ,aprendiendo de sus madres, desde niñas, viendo, oyendo, experimentando, acompañando…

 

Como he dicho muchas veces, no somos Yekuana ni vivimos en la selva. Reconozco que necesitamos a veces un calificativo que nos dé una identidad o defina una gran parte de lo que hacemos y mis compañeras que usan uno u otro calificativo para su labor, y que sé que lo hacen con amor, dedicación, seriedad y profesionalidad, saben cuánto las respeto. Pero no por LO que son, si no por CÓMO son, o más bien, por ambas cosas.

Yo encontré un término que me definía, con el que me siento a gusto, porque encierra el contenido y la forma:

 

Quienes conocéis «El Concepto del Continuum»   de Jean Liedloff, entenderéis el por qué de ese nombre.

Y entenderéis por qué lo incorporo a la Formación de Mujeres que quieren dedicarse a lo que yo hago. Que les interesa la formación que ofrezco. Que quieren algo más que una etiqueta o un título. Que no quieren solo saber algo, sino saber cómo utilizar ese conocimiento. Que quieren usar su conocimiento y experiencia para empoderar a las madres que acompañen y asesoren, no para reafirmarse en su ego de qué buenas profesionales son… aunque lo sean. Porque cuanto menos las necesiten las familias tras su paso… mejor habrán hecho su trabajo.

Si tú que lees esto quieres ser una Asesora Continuum® .. te esperamos en esta Comunidad que hemos creado.

Y si eres una madre que quiere vivir la experiencia de conocer a una Asesora Continuum… ponte en contacto con nosotras y cuéntanos en qué podemos ayudarte.


Nohemí Hervada

Creadora y Directora
Asesoras Continuum®

 

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