No mentimos: los datos hablan.
Hace unos días el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicaba el Informe Sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud con fecha de diciembre del 2012. Tal y como se dice en el propio informe «tiene por objeto recoger los resultados de la primera evaluación de la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN) en el Sistema Nacional de Salud».
Los datos han demostrado una vez más que las mujeres no mentimos en cuanto a la atención que recibimos en nuestros partos, se siguen poniendo en práctica con tasas escalofriantes muchas intervenciones que conllevan riesgos:
- La EAPN recomienda NO colocar vía venosa periférica de rutina: los datos indican que solamente el 31.1% de los protocolos analizados incluyen esa recomendación.
- El estándar previsto en una buen práctica asistencial en casos de inicio espontáneo del parto para la administración de oxitocina sintética era del 5-10%, los datos hablan de una realidad del 53,3%.
- El estándar de referencia para inducciones de la OMS, sugiere menos del 10% de inducciones, los datos hablan del 19.4%. Casi el doble.
- El 87.4% de partos vaginales se han dado en posición de litotomía, cuando lo aconsejado es menos del 30%.
- La maniobra de Kristeller se sigue utilizando en el 26,1% de los partos, siendo una maniobra totalmente desaconsejada.
- El 41.9% de partos eutócicos termina con episotomia siendo lo recomendado menos del 15%. El informe dice: «En los partos vaginales con episiotomía se encontró una prevalencia de desgarros de grado III y IV del 4.7%, muy superior a la encontrada en los casos de partos vaginales sin episiotomía, que fue del 1%» y «
desgarros con episiotomías en un 70%, mientras que los desgarros sin episiotomía son un 30%».
- En cuanto a la recomendación de pinzamiento tardío del cordón umbilical, solamente se recoge en el 63.1% de los casos.
- El 19.5% de los partos son instrumentales siendo la recomendación menos del 15%.
- Los partos con ventosa se situan en el 10,2% aunque la recomendación sea menor del 7%.
- Los fórceps se utilizan en el 6,1% de los partos un poco por encima de la recomendación del 5%.
- La tasa de cesáreas se mantiene por encima de las recomendaciones de la OMS (menos del 15%) y se situa en el 22,02%.
- Los partos vaginales tras cesárea solamente llegan al 44.2% cuando la recomendación situaría la tasa en el 60-80%.
- Solamente el 67% de los bebés son colocados piel con piel con su madre inmediatamente tras nacer y durante los 70 minutos próximos en el protocolo. Y en las encuestas a madres, ese dato se reduce al 50%.
- El 13,6% de los hospitales analizados cumple todas las recomendaciones sobre contacto precoz, muy lejos de las recomendaciones.
- Solamente el 50,5% de hospitales cumplen todas las recomendaciones de la Estrategia en torno a la lactancia.
El informe recoge muchos más datos relevantes que todo profesional de la salud, responsable de sanidad y usuaria debería conocer.
Con todos estos datos sobre la mesa, digo, frente la pantalla, queda en evidencia que aún hay mucho por hacer, mucho que reflexionar y mucho que cambiar.
Pero sobre todo queda en evidencia que aquellos que intentar anular a las mujeres que hablan de sus experiencias de parto, que hablan de violencia obstétrica, que hablan de humillaciones, de prácticas innecesareas, de separación de su bebé por rutina, de trabas en lactancia… que esas mujeres NO MIENTEN, no mentimos.
Es cierto que algunos hospitales y profesionales están dando pasitos para el cambio, que hay muchos profesionales trabajando como hormigas desde dentro, procurando que en sus turnos las mujeres, sus bebés y acompañantes tengan una experiencia positiva y no traumática… pero aún hay mucho camino por recorrer, mucho polvo y barro por limpiar, y eso, no se limpia echando balones fuera.
El trabajo a realizar por la SALUD de las mujeres, de los bebés y de TODA la sociedad tiene que venir por el cambio, el cambio en cada profesional (desde el recepcionista a la persona de seguridad que te despide del hospital) que son parte de esa experiencia, de la concienciación y de la reflexión de si lo que de verdad ocurre en los hospitales españoles es bueno… puesto que los datos hablan por si solos, las mujeres NO MIENTEN.