Como mamá que portea constantemente y no usa carro he tenido que lidiar muchas veces con la pregunta:

«¿Pero no te duele la espalda de llevarlo así?»

Mi respuesta siempre es la misma:

NO

.

Es normal que alguien al verme llevar a mi hijo de 2 años y medio y 12 kilos pueda pensar esto, por que si ellos lo tuviesen que llevar de repente, y durante el mismo tiempo que yo, probablemente, el primer día les podría doler la espalda. Pero yo no empecé porteando un niño así de grande, empecé con un bebé pequeñito de 3 kilos y medio y mi espalda se ha ido fortaleciendo gracias a llevarle todos los días.
Las personas llevan a sus bebés en brazos continuamente sin darse cuenta de cómo desalínean sus columnas, las cuales luego sí pasan sus facturas bajo el consabido dicho de:

“me está destrozando la espalda”

Si tienes suerte, algún allegado o tal vez en tu entorno (grupo de lactancia, de crianza, la matrona, el pediatra…) te han hablado del porteo y de las ventajas que eso va a tener para tu espalda además de los beneficios que aporta al bebé.
Y ahí vas tu, con toda la ilusión del mundo, te compras un fular, vas al grupo de porteo local, te explican un nudo para poder ponerte a tu bebé.

Te lo pones y piensas:

“qué maravilla” esto es lo que necesitaba”

Pero a las horas piensas:

“parece que se me está cargando el cuello y que la espalda otra vez se me carga, vaya”

Te desilusionas porque parecía que habías encontrado la panacea y no ha sido así.

¿Qué ha fallado aquí?

Pueden haber fallado varias cosas: desde que el portabebés elegido no sea el más adecuado, pasando por que el nudo no esté bien ajustado y falte tensión, pero sin ninguna duda lo que más le falla a todo el mundo es:

la postura corporal

Probablemente al anudarte el fular o colocarte la mochila no te habrás percatado de cómo has colocado tu propia espalda, qué tenías que hacer con tus hombros para que al acabar de anudar tu espalda estuviese es la posición adecuada.

Si cuando te colocas el portabebés tus hombros están rotados hacia adelante y la espalda un poco encorvada el portabebé mantendrá esa postura haciendo que te duela la espalda. Pero si al ajustar y anudar/abrochar el portabebés llevas tus hombros hacia atrás colocando la espalda recta verás que ese dolor de espalda ya no aparece.

La tela debe de ser tu aliada

Para que veas cómo un trozo de tela puede ayudarte en tu día a día, y con la idea de que puedas aplicar esto cuando porteas, te voy a proponer un par de ejercicios.

 

1- “El cocinero japonés»

Tradicionalmente en Japón cuando se tenían que realizar trabajos de carga o cuando el trabajo requería que la persona estuviese mucho rato mirando hacia abajo, se colocaban un obi (pañuelo) que entrelazaba los hombros formando una cruz justo entre las escápulas que impedía que los hombros se desplazasen hacia delante y por tanto que la persona se pudiese corvar. Esto es muy fácil verlo en cocineros japoneses. También se usaba para recoger las largas mangas.

Japonés1- Coge un cinturón o pañuelo y colócalo por detrás de la espalda.

2- Lleva las cintas hacia delante por debajo de las axilas y súbelas por encima de los hombros.

3- Crúzalas por detrás de la espalda estirando bien de ambos extremos.

4- Pásalas por debajo de las axilas y abrocha el cinturón delante del torso.

La forma tradicional japonesa anuda al lado formando lo que puede hacer que se abran demasiado las costillas por delante y se arquee demasiado la espalda, pero si un día el pañuelo del que se dispone es más corto se puede anudar de este modo.

2- “El cinturón escapular”

Consiste en atarse el cinturón alrededorCintura escapular del torso, justo por debajo de las axilas y por encima del pecho y de las escápulas. Hay que apretar fuerte mente el cinturón.

Aquí el cinturón hace la función que deberían hacer los serratos (los músculos que activan el movimiento de las costillas por debajo de las axilas), activando las costillas y entrándolas. Al hacer ese movimiento automáticamente las escápulas se colocan en su sitio.

Nada más te colocas el cinturón puedes comprobar cómo cambia la respiración, y cómo todo la zona del cuello se relaja (las embarazadas lo notan mucho en la respiración porque se libera presión del diafragma comprimido por el bebe).

Con estos dos ejercicios es muy fácil ver cómo una buena postura libera tensiones y cómo además usar elementos, como cinturones o telas, nos pueden ayudar a ello. Con el primer ejercicio notarás que el cinturón impide que te vayas encorvando (cosa muy habitual al trabajar sentado), y con el segundo ejercicio notarás que puedes respirar mejor y que los hombros se relajan.

Espero que esto te ayude a mejorar tu conciencia corporal y tu día a día mejore, pero sobre todo espero que tus momentos de porteo sean saludables y placenteros.

¿Te ha servido de ayuda este post?

Cuéntanos tu experiencia al poner en práctica estos ejercicios y si ha cambiado tu percepción a la hora de portear. Tu experiencia es importante para nosotras. Gracias.

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Maternidad, danza, psicología, tecnología todo eso unido es mi hábitat, compaginar unos con otros formarme en unos y en otros es lo que me ha hecho ser como soy y estar donde estoy, en proyectos potentes que despegan con fuerza. Y con esa misma fuerza he emprendido el mío propio. Meliquet. El lugar desde que pretendo hacer mi aportación para mejorar este mundo.
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