Duelo gemelar: luces y sombras

Duelo gemelar: luces y sombras

Se da por sentado que un duelo es algo triste y que un nacimiento algo alegre.

¿Pero qué pasa si estas dos cosas pasan a la vez?

Eso me pasó a mí y de alguna manera aún me pasa.

¡Hoy hace 6 años exactos!

 

Cuando estás embarazada te sientes muy especial y eres un poco el centro de atención. Si estás embarazada de dos te sientes más especial aún. Hay cada vez más embarazos gemelares pero siguen siendo algo que llama la atención.

Yo estaba muy muy feliz porque además desde el primer momento desee un embarazo gemelar. Y a la pregunta “¿niño o niña?” contestar ”los dos!” era la caña!

 

Duelo gemelar

Camiseta de embarazo tuneada Niña o/& niño

 

Pero trás nacer mi niña, mi niño nació muerto. Aquí cuento un poco más si te interesa.

Mi embarazo gemelar no iba a acabar en una maternidad múltiple.
Acabó en un maternidad simple…
¡Pero no fue tan simple!

Empecé a buscar información en internet a ver si me ayudaba. En esa época había poca información pero leí muchos testimonios, también leí el libro de La cuna vacía. Todo me ayudó, pero no encontraba ningún testimonio parecido a mi historia con el que me podía identificar.

Encontré muchos testimonios de aborto, poco tan avanzados y ninguno que haya sido sólo unos de ellos en un embarazo múltiple. Así que hoy os cuento un poco por si puede ser de ayuda para otras madres.

 

Con el duelo me volví bipolar.

  • Por una parte, estaba feliz, exultante y todo-poderosa como se tendría que sentir una madre recién parida con su bebé en brazos. El cóctel de hormonas que se suelta tras el parto (a pesar de haber sido cesárea) ayudó bastante.

 Más adelante la lactancia de la mano de la oxitocina me salvó de la depresión, estoy convencida.

Iba muy concienciada en darles el pecho y me había informado leyendo y acudiendo a un grupo de apoyo a la lactancia en el embarazo. El apoyo es primordial en la maternidad, como lo contaba aquí es una de las 3 claves para una crianza feliz.

  • Por otra parte, era la mujer más desgraciada del mundo. Había muerto mi bebé, mi precioso bebé el que llevaba meses llevando y toda una vida esperando. Estaba desgarrada por dentro, vacía, incapaz de no pensar en él y llorar.

En el duelo el apoyo es aún más importante
y aún más difícil de encontrar.

Siempre en el caso de una pérdida te intentan distraer e invitan a pensar que puedes tener a otro. Pero en este caso ya tienes a otro y te insisten en que pienses en este otro bebé que tienes vivo.

Y justamente estando triste pienso en este bebé que me necesita. Porque necesita una madre que viva el duelo en todas sus fases para poder superarlo. No una madre que sólo se permite llorar a escondidas y que esconde su pena como si no existiera.

Te piden que lo superes,
pero la pérdida de un bebé no se supera, aprendes a vivir con ello.
Unos días mejor y otros peor.

 

La mente tiene a veces unos caminos extraños.

En mi caso el día de hoy es:

  • el cumpleaños de mi niña
  • el aniversario del día que me convertí oficialmente en madre (no oficialmente fue bien antes…)
  • el aniversario de la muerte de mi niño

Sin embargo mi mente es incapaz de asociar el 1 de julio con algo malo. Hoy sólo es alegría. Veo las fotos del 1 de julio de 2009 y sólo veo felicidad aunque también fue el peor día de mi vida.

 

Duelo gemelar

 

Cuando lo paso mal son los últimos días de junio. Y curiosamente, mi mente asocia la tristeza y el dolor al embarazo. Durante mucho tiempo no podía ver las fotos de cuando estaba embarazada. Era como verle a él y recordarme que no está.

Por otra parte, primeros de noviembre con San Martín y el aniversario de la fecha en la que nos dieron los resultados de la necropsia es otra fecha de duelo para mí.

Creo que mi mente maniqueista necesita disociar lo bueno y lo malo en fechas diferentes.

Ahora 6 años después…

Ahora veo las fotos de mi primer embarazo y no me duele tanto.

Tengo dentro aún muchas lágrimas que no han podido salir.

Mi niña ya empieza a comprender eso que le he ido comentando a lo largo de los años y vamos a tener que hablar.

Por fin me he decidido a pedir que retocaran las fotos que sacamos a Martin en el hospital para poder enseñarlo a sus hermanos (tal como está necesita mucho Photoshop…). Aprovecho para dar las gracias a Norma del Proyecto Stillbirth y os invito a colaborar para que pueda ayudar a otras familias!

Y lo más importante, en estos 6 años no ha habido ni un solo día en el que no haya pensado en Martin. Por mucho que quieran otros que nos olvidemos, NO nos olvidamos.

La pena se atenúa pero el recuerdo permanece.

Tenía miedo de ir dejando de pensar en él, ¡pero no! SIEMPRE estará conmigo.

Te quiero, te queremos!

Feliz cumpleaños Naia, feliz cumpleaños Martin!!!

 

Flor Moreau

www.MiMamaMeCose.com
www.Ohana.es

El duelo de quien no lo llevó dentro

El duelo de quien no lo llevó dentro

Cada vez es menos tabú en nuestra sociedad hablar de bebés que se fueron antes de tiempo, de duelo gestacional y/o perinatal, de muerte cuando se esperaba vida. Hoy en día ya tenemos más oportunidades de encontrar espacios físicos o virtuales en los que poder hablar, compartir, vivir el duelo… y esos espacios hacen que los bebés que nos dejan pronto, sigan estando presentes, que el dolor, el vacío y todo lo que cada uno puede sentir tras una vivencia así, sea legítimo.

Cada vez somos más los padres y madres que hablamos abiertamente de nuestras experiencias, sacando a la luz lo que durante muchas décadas se ha escondido. Pero aún echo de menos que se visibilice, se hable, se comparta y se viva el duelo de quien no llevó dentro al bebé que se fue. Echo de menos a las parejas de las mujeres embarazadas, a los hermanos y hermanas, abuelos, abuelas, tías, tíos… de esos bebés. Personas vinculadas, en mayor o menor grado, a ese bebé  que también han tenido que verlo marchar.

Por eso, cada vez que me encuentro una historia que cuenta abiertamente su vivencia, me emociono. Me emociono porque veo que el cambio se está dando, Cada vez que alguien nombra a esos bebés, estoy segura de que alguien que vivió una situación parecida, se permite sentir, llorar, sonreír, vibrar… Damos voz al dolor de muchos, damos alas a esos bebés, damos un empujón a quien necesita ayuda…

Hace unos días recibí en mi email una historia que me hizo vibrar y llorar. Mónica Álvarez compartió la historia de Louis Hemmings quien regala un video precioso a su hija fallecida en 1993. Puedes leerla aquí.

Y disfrutad del video y de todo lo que significa que 21 años después, un papá regale esto a su hija fallecida.

*Foto de Basem extraída de aquí.

Nahia Alkorta Elezgarai
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