Restaurar la maternidad

Restaurar la maternidad

Hace unos días conversando con una mamá con su bebé al pecho, hablábamos de sus primeros inconvenientes de su lactancia y salió dentro de la conversación lo poco visible que es el amamantamiento en la sociedad, no vemos amamantar a mujeres en la calle y tampoco en nuestro entorno, y ella me dice: como algo tan natural en el ser humano, como lo es andar, conversar, sociabilizar, es tan poco visto, siendo que es la etapa más importante del ser humano, la base de nuestra  alimentación.

Desde esa reflexión es que podemos decir, que es cierto, la lactancia no es visible en la sociedad, pero no sólo la lactancia, sino que la misma maternidad, casi nuestro primer contacto con ella son nuestros propios hijos y llegamos a ellos sin experiencia, pero con mucha información de nuestro entorno, ya sea de familiares, servicios de salud, amigos, vecinos, televisión, medios de comunicación, etc. Llegamos a nuestra maternidad y/o paternidad, con muchas historias contadas, muchas vivencias externas, muchos mitos, mucho de todo, pero muy poco de lo que realmente queremos y sentimos, entonces es el momento donde llegan las dudas y los miedos.

Desde la concepción, gestación, pasando por el parto, la lactancia y hasta la crianza pasamos por distintas situaciones, y sobre todas estas etapas tenemos imágenes e historias ya pre-fabricadas en nuestra mente y muchos de estos escenarios, pueden ser mucho más sencillos de lo nos hacen creer.

 

maternidad

 

Pensemos en el parto,  nuestros cuerpos están preparados para parir a nuestros bebés, si dejamos que nuestros procesos fisiológicos fluyan como deben ser, podemos ver como nuestro cuerpo va cambiando y preparándose para parir, muchas veces en los sistemas de salud y la misma sociedad, ve a la mujer parturienta, como si estuviera padeciendo una enfermedad, se habla de síntomas de parto, se habla de pacientes, siendo que estamos pasando por un proceso natural, el parto es un proceso fisiológico dinámico, que pasa por varias fases, las cuales poseen distintas características, ritmos y tiempos los cuales pueden variar de mujer a mujer, de un parto a otro, es importante conocer estas etapas porque de esa forma la podremos transitar con mayor seguridad y tranquilidad.

Luego del parto, hay una fase critica, la transición la cual es muy importante para inicial la lactancia materna, el bebé recién nacido, posee el programa perfecto para activar a la madre y establecer el amamantamiento, es por ello que no debe existir separación, ese contacto entre la diada no debe ser interrumpido, sin embargo, apenas nacemos somos separados, tocados por otras manos, cargados por otros brazos, bañados, pinchados, medidos, pesados, y si tenemos suerte a la hora recién ya estamos de nuevo sobre nuestra madre, para el recién nacido lo más importante en ese momento es estar en su hábitat, sobre el cuerpo de su madre. Aquí un ejemplo de lo que puede hacer un bebé recién nacido, arrastrarse por si sólo hasta el pecho de su madre.

 

 

Si observamos y vamos conociendo estos procesos, nos vamos dando cuenta que todo puede ser mucho más sencillo, un mujer gestante saludable, puede parir sin problemas, sin complicaciones, pero debe haber un cambio, una restauración de la maternidad en todos sus ámbitos, podemos tener una lactancia exitosa, podemos no dejar llorar al bebé, podemos tomarlo en brazos las veces que queramos, todo el día si queremos, nuestro bebé lo necesita, nos necesita.

Hay tanto que des-aprender, un comportamiento tan natural como es el piel con piel, para bebés prematuros y nacidos a término, tenga que ser válido para el sistema de salud, sólo después de múltiples investigaciones, es porque algo pasa, es porque tenemos que recuperar, recuperar el paradigma original, como nos dice Nils Bergman.

Cuando tengas dudas, te invito a parar, respira y reflexionar sobre tu propio cuerpo, piensa como funciona, siéntelo, siente a tu bebé, en ti y en él puedes encontrar las respuestas.

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