Es un día frío y gris fuera de la sala del juicio, la sala está repleta por el lado de los demandantes, en cambio el lado de la demandada se encuentra desierto. De pronto se interrumpe el ruido y se abre una gran puerta al fondo del lugar y aparece el honorable juez. Todos en silencio lo observan, algunos con gran desprecio observan a la demandada.
Señor juez: Buenos días, se abre el caso número 98.455, contra la demandada aquí presente, los cargos son cientos, por lo tanto, sólo nombraré algunos:
No producir suficiente (trabajo deficiente), dejar de trabajar a los 6 meses, obesidad en el usuario, provocar caries en el usuario, avergonzar a terceros, incitar a la dependencia extrema del usuario, no cumplir con horarios establecidos de trabajo, no poseer las características adecuadas para un trabajo perfecto, etc.
Comenzamos el juicio… Señor abogado de la parte acusadora, por favor llame a sus demandantes a declarar.
Abogado demandante: Gracias señor juez, llamo al estrado al pediatra, matrona, dentista, vecina, tía y señor del transporte público. Señores por favor, uno a uno detallen su experiencia y los cargos que presentan contra la demandada.
Pediatra: Muchas gracias. En innumerables casos me he encontrado con la misma situación: usuarios que suben pocos gramos a días de comenzar, me parece que el trabajo de la demandada ha sido deficiente, no cumple con las tablas de crecimientos lo cual me deja en la obligación de entregar a la madre del usuario indicaciones para una alimentación adecuada, para que esos gramos se conviertan en kilos y lograr una nutrición óptima: Mi cargo contra la acusada es que su trabajo es deficiente.
Matrona: No cuenta con las características necesarias para un buen trabajo. El tamaño y la forma no son acordes a lo que se necesita para realizar un trabajo a la perfección, por lo tanto mi cargo es que no cumple con lo estéticamente correcto para una función adecuada.
Dentista: He tenido la desdicha de conocer casos terribles de caries, y eso es debido no sólo a una higiene deficiente, sino al consumo nocturno y extendido luego del año de uso, por lo tanto el cargo es provocar caries por un mal manejo de la demandada.
Vecina: Me ha tocado presenciar de forma directa el uso excesivo del usuario, sin duda incitado por ella, lo que ha provocado una dependencia extrema. Esto provoca que el usuario sólo quiera estar con la demandada y el único consuelo sea ella, terrible.
Tía: En muchas ocasiones le he dicho que su trabajo ya es deficiente luego de los 6 meses y que debería dejar de trabajar, por el bien del usuario, ya que no lo alimenta lo suficiente y hace que él ya no desee ningún otro tipo de alimentación, lo que provocará que este se enferme.
Señor del transporte público: Pasé una vergüenza terrible, la demandada debería hacer su trabajo en sus dependencias, no es posible que yo y el resto de la gente, debamos presenciar su trabajo de forma tan libre como ella lo desee. El resto de las personas merecemos respeto.
Abogado demandante: Bueno señor juez, mis demandantes ya han expuestos sus experiencias y cargos contra la demandada, no tenemos nada más que exponer, muchas gracias.
Todos vuelven a su lugar, la demandada se encuentra muy triste, sin palabras, casi no puede mirar al frente.
Señor juez: Muchas gracias abogado, (mira ahora al lugar de la demandada): abogado de la parte demandada, por favor haga pasar a sus testigos.
Abogado demandada: No tengo testigos señor juez, pero yo pasaré a declarar y dar mi defensa. (camina con paso firme al estrado)
Como pueden observar, no tengo testigos, no tengo un abogado defensor, yo soy la demandada y la responsable de mi defensa.
Así es como me sentí, así es como nos sentimos en muchas ocasiones, en constante juicio, recomendaciones, mitos, información desactualizada sobre lactancia materna. Nuestra leche es maravillosa y es fuente de vida, amor y alimento de nuestros hijos, muchas preferimos callar, otras preferimos defendernos, pero muchas otras estamos también poco informadas. A veces, porque el consejo viene de un profesional de la salud, hacemos caso y muchas lactancias camino a ser exitosas acaban fracasando. Salimos de las consultas con un dolor intenso en el pecho, sintiéndonos culpables, muchas veces llorando, porque sentimos que no lo hemos hecho bien.
Así es, la teta somos nosotras, si nos dicen que la teta no es suficiente, sentimos que no somos capaces de alimentarlos, si tiene caries, sentimos que le estamos haciendo daño, si «avergonzamos» a alguien por amamantar en público, de forma inconsciente nos tapamos, siendo que es algo tan natural.
¡No necesitamos más culpas, no necesitamos más juicios, déjennos amamantar libres y en paz!
La demandada seca sus lágrimas, mira a su bebé al pecho, lo besa, este sonríe y ambos regresan a su lugar.
Señor juez: (se ve muy conmovido) Muchas gracias señora demandada.
Considerando lo expuesto por ambas partes, declaro a la demandada inocente de todos los cargos. Desde este momento se encuentra libre de todo cargo y enviamos a los demandantes aquí presentes a una actualización obligatoria en lactancia materna, además de pedir disculpas públicas a la demandada.
Se cierra el caso.
Teta ¿culpable o inocente?, cuando hacemos juicios o culpamos a la lactancia, estamos culpando y enjuiciando a la propia madre, expuse algunos profesionales, pero ha sido sin afán de generalizar, sé que hay muchos profesionales promotores de una lactancia exitosa.
Existen actualmente muchos cursos de actualización, un buen profesional está en constante formación, las propias madres estamos estudiando día a día, para ayudar a otras y entregar lo mejor a nuestros hijos, ahora les toca a ustedes.
¿Estás en la búsqueda del regalo soñado para una mamá y su bebé?, bueno te daré una pequeña ayuda. No te aseguro que sólo uno sea el indicado, pero no te preocupes: no necesitarás ir a una multitienda, ni tienda de puericultura, ni navegar horas por Internet. El regalo o los regalos soñados para una mamá son mucho más sencillos de lo que te puedes imaginar. Aquí te los detallo:
Compañía
¡Viste que sencillo! sólo necesita tiempo contigo, tiempo de conversaciones, tiempo de abrazos, de caricias, de miradas cómplices. Hacerla y hacerlos sentir que no están solos, que hay alguien que se preocupa de ellos y piensa en ellos, no te digo que estés las 24 horas junto a ellos, pero que a veces una llamada, un mensaje, una visita ya es suficiente para sentir compañía.
La maternidad muchas veces se vive en soledad y las madres son personas muy interesantes, llenas de vida y con ansias de hacer muchas cosas, de cambiar el mundo para sus hijos. No tengas miedo de regalar parte de tu tiempo, ambos se beneficiarán de sólo momentos inolvidables.
Escuchar
Sí, las madres necesitan vomitar muchas veces, pero no siempre esperan o necesitan un consejo de regreso, sólo que las escuchen, créeme que tienen historias muy divertidas, muchas relacionadas con su bebé o bebés, pero no creo que tengas el valor de perderte esas historias y recordarlas en el tiempo con una carcajada o sonrisa en tu rostro. Una conversación junto a un té o algo que compartir, créeme será un regalo soñado.
Reírse juntos
¿ Cuántas veces al día te ríes con ganas? Si te sientas a pensar te darás cuenta que muy pocas o quizás hoy mismo no te has reído con nada ni nadie. Te cuento, hoy pase un día muy divertido y ¿adivina? sí, estaba con 4 mamás, me reí por horas, acompañándonos, compartiendo y escuchándonos. Así que ya sabes, nos gusta reír y muchas veces a carcajadas, sólo si lo vives me creerás.
Ayudar a cuidarse para cuidar
¡Este es mi regalo favorito!, un regalo soñado, aunque debo confesar que el siguiente me pone los pelos de punta. Las madres, al igual que cualquier otro ser humano necesita tiempo para cuidarse y sentirse bien, un baño de tina a solas, un nuevo corte de pelo, una tarde en un spa, un rico masaje relajante, no te digo que tú se lo regales. Pero puedes cuidar de sus pequeños mientras ella disfruta de cuidarse un par de minutos o horas, ¡si quieres hacer los dos, mejor aún!!!.
Una caja mágica
Bueno llegamos al último y al que les mencioné que me pone los pelos de punta. Ésta caja mágica sólo la puede enviar una persona como su nombre indica. Utiliza mucha creatividad para colmarla de sorpresas, y aún más de magia. Afortunada y amada se sentirá con esta caja mágica, usa tu imaginación y llénala de amor.
Bueno ya he terminado con mis 5 regalos soñados, espero que te ayuden a encontrar el más indicado para esas dos personas que tanto quieres. Son regalos llenos de buenas intenciones y lo más importante llenos de momentos que son los regalos que quedan en el tiempo.
¿Qué dirías si alguien te dice que tu vida no debería girar en torno a tu bebé?. Mi respuesta sería, que está loco, que soy madre y lo más importante para mi es mi bebé,en realidad es así para todas las madres.
Desde que cargué a mi bebé por primera vez, TODO giraba entorno a ella, mis acciones del día, mis actividades que eran en su mayoría en casa, mis conversaciones, las fotos de mi cámara, los libros que leía. En ocasiones, mis días y mis noches eran dedicadas de forma exclusiva a mi bebé.
Esos días eran bastante solitarios, sobretodo los primeros meses. Papá llegaba tarde, a los amigos ya casi ni los veía, los abuelos trabajan mucho, tenía una red de apoyo muy débil, mi mundo, mi vida giraba entorno a mi pequeña.
Es inevitable, sobretodo cuando somos madres por primera vez, es una etapa muy corta, en la cual comenzamos a conocernos, a mirarnos, a tocarnos, vamos aprendiendo uno del otro.
Ahora quisiera darle otro contexto a esa frase «Tu vida no debería girar en torno a tu bebé», no desde un ataque, tampoco como una imposición, sino como una nueva forma de atender las necesidades de nuestros bebés, pero a la vez seguir con nuestras rutinas, dedicarnos a todo lo que nos rodea, además de nuestra maternidad.
Si sólo nos dedicamos al cuidado de nuestro bebé, llegaremos a un límite, sobretodo si esa maternidad es en soledad.
«Los bebés necesitan estar en medio de la vida de una persona activa, manteniendo un constante contacto físico y siendo estimulado por una gran parte de aquellas experiencias de las que el bebé participará en el futuro.
El papel de un bebé en brazos es pasivo, observa con todos sus sentidos. De vez en cuando disfruta de una atención directa, de besos, de que le hagan cosquillas, lo lancen al aire… Pero su principal tarea es contemplar las acciones, las interacciones y el entorno del adulto que lo cuida»
Extracto del libro «El Concepto del continuum»
Vamos a aclararlo un poco, no es descuidar a nuestros bebés, ni dejar de lado sus necesidades, sino que todo lo contrario, pero ahora con mayor acción y aventuras, de las cuales ambos nos beneficiamos, un pequeño y simple ejemplo:
Mamá y bebé en fular, caminando por el parque en un día primaveral, camino a un círculo de maternidad, llegan al lugar y se encuentran con otras madres y otros bebés, el bebé duerme en el pecho de la mamá, se queja y ella le da el pecho, despierta y comienza a observar su entorno, mientras ella conversa animadamente con las otras madres, compartiendo experiencias y consejos.
Se benefician ambos:
El bebé en brazos, con su necesidad de contacto cubierta, necesidad de alimentación cubierta, necesidad de estímulo natural cubierta.
Por otro lado la mamá con su bebé en brazos, seguridad y confianza cubierta, disfrutando de la maternidad y compartiendo con sus pares, sólo por nombrar algunos beneficios.
Al comienzo como les contaba, mi día y noche eran dedicadas de forma exclusiva a mi bebé, pero me fui dando cuenta, que necesitaba estar en compañía, hacer otras cosas, conversar, disfrutar de mi maternidad, en otros planos.
Y el porteo fue una herramienta muy importante, desde salir a comprar nuestra comida, hasta comenzar mi propio emprendimiento, con mi hija en brazos en su fular, cubriendo sus necesidades y las mías.
Somos capaces de hacer muchas cosas y con un bebé muchas más, se abren nuevos espacios, nuevas oportunidades y nuevas aventuras. Hay muchas actividades que puedes hacer en casa o fuera de ella y con tu bebé cerca de ti, como danza con portabebés, yoga mamá y bebé, círculos de crianza, grupos de apoyo de lactancia materna, formarte como Asesora Continuum, no hay límites.
-«Su bebé tiene displasia de cadera, debe llevarla al traumatólogo, aquí tiene una recomendación, no se preocupe todo está bien, nos vemos al siguiente control». Salía de la consulta del pediatra llena de pena y miles de preguntas, ¿qué pasará ahora?, ¿qué debo hacer?, ¿qué le pasa a mi hija?, ¿qué hice mal? Lo recuerdo claramente, me sentía muy mal, sentía que todo era culpa mía.
Llegué a casa y llamé a mi pareja y a mis padres, recuerdo que lloré en todas las llamadas, de verdad no tenía idea de que se trataba, y aún menos sabía que yo también había tenido displasia de cadera cuando era un bebé.
Y desde ese punto comenzó mi búsqueda insaciable por internet.
Poco a poco mi búsqueda me llevó a miles de respuestas y artefactos varios para tratar la displasia, uno de ellos era mi amado fular, un nuevo beneficio para mi amado porteo, sería nuestro gran aliado en esta nueva aventura juntas. Fue un descubrimiento maravilloso, porque porteabamos desde sus 10 días de nacida, no de la mejor forma, pero esto sería una invitación para seguir probando y practicando nuevas formas de portear.
Llegó la hora del traumatólogo y partimos en nuestro fular, el doctor nos miró bien raro al vernos con una tela envueltas, pero no dijo absolutamente nada. Revisó a mi pequeña y miro los rayos, nos explicó detalladamente de que se trataba y el tratamiento que íbamos a seguir. Si todo iba bien, seguíamos sus indicaciones, a los 5 – 6 meses ya no seguiría usando las correas de pavlik. Ya en la segunda consulta mi pequeña comenzó con su tratamiento.
Era extraño verla así, movía muchos sus piernas jugando con ellas, su cara seguía siendo de felicidad.
A pesar de todos los miedos que sentía, mi pequeña se estaba adaptando mucho mejor que yo a esta nueva aventura.
Pasamos por muchas cosas durante su tratamiento, me agobiaba en ocasiones, pensando que ella se sintiera muy limitada en sus movimientos, y la verdad es que nunca se quejaba, además que el movimiento se lo entregaba en mayor parte yo, porque la porteaba casi todo el día.
Recuerdo que una de las recomendaciones del traumatólogo, fue cargarla a la cadera y fue cuando comencé a practicar nudos en mi fular a la cadera y me hice mi primera bandolera. Cabe mencionar que el porteo a la cadera es la alternativa más recomendada en casos de displasiaaquí la información.
Esta aventura sin duda, me acercó mucho más al porteo a descubrir nuevos nudos, más información y nuevos portabebés , también fue un empujón más para mi emprendimiento, con la información que iba recopilando podía dar a conocer con más propiedad los beneficios del porteo en cuanto a la displasia de caderas. Y entre las madres con quien conversaba sobre porteo y displasia conocí a una gran amiga y mi hija igual a su mejor amiga.
Esta gran aventura ya casi 5 años, recuerdo con ternura los primeros meses, fueron de cultivar mucho mi paciencia, sobre todo por tener que sacar y colocar en cada muda las correas, los sentimientos de culpa que no nos abandonan fácilmente en este camino de maternidad, también como iba con mucha ilusión a cada consulta médica esperando que me dijera por fin ya se las puedes sacar, pasamos alrededor de 5 meses con el tratamiento, pasamos de usarlas día y noche a sólo la noche, hasta que finalmente ya no las utilizamos más.
Esta experiencia sin duda nos entregó grandes momentos y sobre todo contacto mucho contacto, no estaba cómoda en la cama o en una sillita, aún no se sentaba, así que el lugar más cómodo para ambas siempre fue en brazos, fueron meses de mucha observación, de mucho contacto, de comunicación , la mayor parte del tiempo estaba sobre mí, en mis caderas, con y sin portabebés, con y sin teta.
Hace unos días conversando con una mamá con su bebé al pecho, hablábamos de sus primeros inconvenientes de su lactancia y salió dentro de la conversación lo poco visible que es el amamantamiento en la sociedad, no vemos amamantar a mujeres en la calle y tampoco en nuestro entorno, y ella me dice: como algo tan natural en el ser humano, como lo es andar, conversar, sociabilizar, es tan poco visto, siendo que es la etapa más importante del ser humano, la base de nuestra alimentación.
Desde esa reflexión es que podemos decir, que es cierto, la lactancia no es visible en la sociedad, pero no sólo la lactancia, sino que la misma maternidad, casi nuestro primer contacto con ella son nuestros propios hijos y llegamos a ellos sin experiencia, pero con mucha información de nuestro entorno, ya sea de familiares, servicios de salud, amigos, vecinos, televisión, medios de comunicación, etc. Llegamos a nuestra maternidad y/o paternidad, con muchas historias contadas, muchas vivencias externas, muchos mitos, mucho de todo, pero muy poco de lo que realmente queremos y sentimos, entonces es el momento donde llegan las dudas y los miedos.
Desde la concepción, gestación, pasando por el parto, la lactancia y hasta la crianza pasamos por distintas situaciones, y sobre todas estas etapas tenemos imágenes e historias ya pre-fabricadas en nuestra mente y muchos de estos escenarios, pueden ser mucho más sencillos de lo nos hacen creer.
Pensemos en el parto, nuestros cuerpos están preparados para parir a nuestros bebés, si dejamos que nuestros procesos fisiológicos fluyan como deben ser, podemos ver como nuestro cuerpo va cambiando y preparándose para parir, muchas veces en los sistemas de salud y la misma sociedad, ve a la mujer parturienta, como si estuviera padeciendo una enfermedad, se habla de síntomas de parto, se habla de pacientes, siendo que estamos pasando por un proceso natural, el parto es un proceso fisiológico dinámico, que pasa por varias fases, las cuales poseen distintas características, ritmos y tiempos los cuales pueden variar de mujer a mujer, de un parto a otro, es importante conocer estas etapas porque de esa forma la podremos transitar con mayor seguridad y tranquilidad.
Luego del parto, hay una fase critica, la transición la cual es muy importante para inicial la lactancia materna, el bebé recién nacido, posee el programa perfecto para activar a la madre y establecer el amamantamiento, es por ello que no debe existir separación, ese contacto entre la diada no debe ser interrumpido, sin embargo, apenas nacemos somos separados, tocados por otras manos, cargados por otros brazos, bañados, pinchados, medidos, pesados, y si tenemos suerte a la hora recién ya estamos de nuevo sobre nuestra madre, para el recién nacido lo más importante en ese momento es estar en su hábitat, sobre el cuerpo de su madre. Aquí un ejemplo de lo que puede hacer un bebé recién nacido, arrastrarse por si sólo hasta el pecho de su madre.
Si observamos y vamos conociendo estos procesos, nos vamos dando cuenta que todo puede ser mucho más sencillo, un mujer gestante saludable, puede parir sin problemas, sin complicaciones, pero debe haber un cambio, una restauración de la maternidad en todos sus ámbitos, podemos tener una lactancia exitosa, podemos no dejar llorar al bebé, podemos tomarlo en brazos las veces que queramos, todo el día si queremos, nuestro bebé lo necesita, nos necesita.
Hay tanto que des-aprender, un comportamiento tan natural como es el piel con piel, para bebés prematuros y nacidos a término, tenga que ser válido para el sistema de salud, sólo después de múltiples investigaciones, es porque algo pasa, es porque tenemos que recuperar, recuperar el paradigma original, como nos dice Nils Bergman.
Cuando tengas dudas, te invito a parar, respira y reflexionar sobre tu propio cuerpo, piensa como funciona, siéntelo, siente a tu bebé, en ti y en él puedes encontrar las respuestas.
Son las dos de tarde, estoy con mi hija en brazos, lleva más de 40 minutos en mi pecho, yo aún en pijamas, con un vacío en el estómago porque no he comido nada desde el desayuno y ese vacío aumenta cuando pienso que estaré sola todo el día con mi pequeña, que a ratos llora y no sé por qué y no puedo calmarla, siento temor y tengo ganas de salir corriendo.
Mi esposo llega muy tarde todos los días, mis padres vienen poco a vernos porque trabajan mucho y ni pensar en mis amigos, desaparecieron apenas supieron que estaba gestando, como si me hubiera convertido en un extraterrestre o contrajera una enfermedad contagiosa.
Que recuerdos me trae relatar lo anterior, me sitúa 4 años atrás y viene a mí la misma sensación de soledad y de miles de preguntas sin respuestas o con respuesta googleadas cargadas de creencias y mitos muchas veces aterradores.
Pero pronto llega una sensación de calma, ya que esa misma maternidad en soledad me llevó al porteo y este me llevó a la autonomía, que locura hablar de autonomía siendo madre y con casi 30 años, pero si, dependía casi en un 100% de mi esposo u otra compañía para realizar cosas básicas, como comer algo o ducharme. Mi hija mayor estaba en brazos casi todo el día, sólo cuando iba al baño nos alejábamos un par de minutos, su padre o abuelos tenían que estar cerca, que ella por lo menos escuchara mi voz o me viera a través de la cortina.
Fue entonces que con ese «simple trozo de tela», podía ir donde quisiera, hacer mi comida, comer, leer un libro, ir al baño, hablar por teléfono, pasear, ir a comprar, ir al médico, bailar y hasta ducharme junto a mi pequeña.
Pero a pesar de ya tener independencia y poder moverme donde quisiera esas miles de preguntas aún estaban allí atormentando, esperando una respuesta.
Esa misma soledad que me llevó al porteo, el cual me devolvió mi autonomía y ella finalmente a emprender, donde se abrió un mundo nuevo, un mundo amoroso, lleno de mujeres y bebés, que se encontraban en la misma situación, desde esa lugar me di cuenta que era lo que me faltaba y eso era una tribu, compañía, eran mujeres y sus historias cada una distinta, pero a la vez muy parecida a la mía, así que me decidí y forme junto a una amiga una tribu maternal, que nos llevó a conocernos aún más y agrandar ese círculo de contención y mirarnos a los ojos, abrazarnos, danzar y hablar por horas de tetas, de telas, de comidas, de sueño, de ojeras, de problemas, de felicidades, de todo, esa tribu me entrego las respuestas que buscaba, respuestas amorosas, consejos sabios y escucha activa.
Si sientes que maternas en soledad, te invito a buscar tu tribu.
Hay muchas madres tu misma situación, desveladas, con su casa desordenada, ropa sucia por todos lados, libros sin leer, deseando que su post natal no termine nunca, angustiadas porque sienten que ya no tienen leche, que les han dicho que deben destetar porque ya tiene 6 meses y con muchas otras dudas, pero por sobretodo amando intensamente, descubriendo ese amor profundo, que sólo esos ojos que nos miran con tanta inocencia nos puede enseñar.
Existen tribus virtuales, muchos grupos en internet, que te ayudarán a resolver dudas y desde tu hogar reír y sentirte acompañada, pero también hay instancias para vivir esos momentos en persona, talleres, charlas, grupos de apoyo a la lactancia, grupos de danza mamá y bebé, muchos espacios esperando tu presencia, pero si por tu ciudad no hay este tipo de espacios, anímate y forma tu propia tribu, no necesitas ser especialista en algún tema de maternidad, ya te estás formando con tus mejores maestros, tus hijos, sólo necesitas las ganas y tener claro tu objetivo:
Portear y amamantar se complementan perfectamente. Muchas madres llegaron al porteo atendiendo la necesidad de alimentar a su bebé a libre demanda, buscando una ayuda para un momento lleno de amor, que no tiene horario ni duración definida.
En algunos casos será preferible establecer la lactancia antes de comenzar a portear, sobre todo si hay problemas con la instauración de la misma y el porteo es nuevo para nosotras. En otros casos el porteo ha llegado a ser el complemento ideal para lograr una lactancia exitosa, ya que facilita una posición fisiológica en la que el bebé se agarra mejor y/o se puede corregir postura y agarre mientras el bebé va sostenido.
Si quieres sacarle un buen partido a tu portabebés al amamantar sigue estos útiles consejos:
Date tiempo y no te sobre exijas
No todas las mujeres vivimos la experiencia del parto con la misma intensidad. Muchas necesitarán de tiempos más prolongados para recuperar su energía y vigor. Antes que todo debes escuchar las señales de tu cuerpo y darle el tiempo necesario a las nuevas experiencias. Es cierto, nuestro bebé necesitará contacto continuo, pero no te esmeres en querer lograr todo a la vez. Recuerda que una de las necesidades básicas de tu bebé ya está cubierta al amamantarle: estar entre tus brazos.
Elige el portabebés adecuado
Puedes lograr amamantar con diferentes tipos de portabebés ergonómicos. Debes escoger según la edad y el desarrollo de tu bebé. El fular y la bandolera se adaptan muy bien al cuerpo de un bebé recién nacido, posibilitando el ajuste tramo a tramo y soporte a su cabeza. Una mochila ergonómica se ajustará a un bebé mayor que ya logre sentarse por sí sólo, brindándole más libertad de movimiento y mejor visibilidad. Elegir el portabebés adecuado te dará seguridad y confianza para comenzar a probar diversas posturas al amamantar.
Descubre la postura adecuada
La postura básica con la cual nos iniciamos en la lactancia es la de cuna o semi tumbado, la más intuitiva a la hora de amamantar. Pero no es la única, existen además la postura en vertical (la más recomendada en algunos casos como reflujo, retrognatia o frenillo), la postura vientre con vientre, como también a la cadera.
En los siguientes videos podrás ver distintas formas de amamantar con distintos portabebés:
Fular:
Bandolera:
Mei tai y mochila ergonómica:
Debes considerar que no existe una única postura ideal para amamantar, ni una postura mejor para todas las madres y bebés. La mejor postura para ti y tu bebé será aquélla que ambos descubran porteando y practicando a diario, con la cual vayan cómodos y seguros.
Todo puede cambiar
A medida que tu bebé crezca y se desarrolle, sus necesidades irán cambiando. Tu bebé podría pasar de amamantar con frecuencia a pedirlo sólo en ocasiones. De estar todo el día en tus brazos a querer explorar por su cuenta todo a su alrededor.
En cuanto a su desarrollo físico, pasará de no tener control cervical y necesitar sujeción a controlar completamente su cabeza. Pasará de tumbado a gatear y de gatear a caminar.
Si a tu bebé no le gusta mamar en vertical y sólo prefiere que sea en postura de cuna o tumbado, no creas que esta preferencia durará constantemente, es posible que meses después de nacido prefiera amamantar sólo en postura vertical. También es posible que meses más tarde deje de mamar en el portabebés. Es normal pasar por cambios y es una bella invitación a descubrir juntos las nuevas experiencias.
Y por último, pero no menos importante: ¡Disfruta!
Si practicas el porteo a diario pero aún no logras una postura para amamantar que sea cómoda para ambos, ten calma y no desesperes. Lo importante es disfrutar la maravillosa cercanía que el porteo les brindará a ambos. Si no consigues hacerlo ahora, será en unas semanas o meses más y siempre puedes buscar una asesora de porteo que te entregará confianza y consejos muy útiles.
De todas formas la lactancia siempre será la mejor excusa para estar juntos en contacto continuo. Ya sabes, todo a su tiempo. Practica a diario pero sin exigirte demasiado y por sobretodo disfruta.
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