Es un día frío y gris fuera de la sala del juicio, la sala está repleta por el lado de los demandantes, en cambio el lado de la demandada se encuentra desierto. De pronto se interrumpe el ruido y se abre una gran puerta al fondo del lugar y aparece el honorable juez. Todos en silencio lo observan, algunos con gran desprecio observan a la demandada.
Señor juez: Buenos días, se abre el caso número 98.455, contra la demandada aquí presente, los cargos son cientos, por lo tanto, sólo nombraré algunos:
No producir suficiente (trabajo deficiente), dejar de trabajar a los 6 meses, obesidad en el usuario, provocar caries en el usuario, avergonzar a terceros, incitar a la dependencia extrema del usuario, no cumplir con horarios establecidos de trabajo, no poseer las características adecuadas para un trabajo perfecto, etc.
Comenzamos el juicio… Señor abogado de la parte acusadora, por favor llame a sus demandantes a declarar.
Abogado demandante: Gracias señor juez, llamo al estrado al pediatra, matrona, dentista, vecina, tía y señor del transporte público. Señores por favor, uno a uno detallen su experiencia y los cargos que presentan contra la demandada.
Pediatra: Muchas gracias. En innumerables casos me he encontrado con la misma situación: usuarios que suben pocos gramos a días de comenzar, me parece que el trabajo de la demandada ha sido deficiente, no cumple con las tablas de crecimientos lo cual me deja en la obligación de entregar a la madre del usuario indicaciones para una alimentación adecuada, para que esos gramos se conviertan en kilos y lograr una nutrición óptima: Mi cargo contra la acusada es que su trabajo es deficiente.
Matrona: No cuenta con las características necesarias para un buen trabajo. El tamaño y la forma no son acordes a lo que se necesita para realizar un trabajo a la perfección, por lo tanto mi cargo es que no cumple con lo estéticamente correcto para una función adecuada.
Dentista: He tenido la desdicha de conocer casos terribles de caries, y eso es debido no sólo a una higiene deficiente, sino al consumo nocturno y extendido luego del año de uso, por lo tanto el cargo es provocar caries por un mal manejo de la demandada.
Vecina: Me ha tocado presenciar de forma directa el uso excesivo del usuario, sin duda incitado por ella, lo que ha provocado una dependencia extrema. Esto provoca que el usuario sólo quiera estar con la demandada y el único consuelo sea ella, terrible.
Tía: En muchas ocasiones le he dicho que su trabajo ya es deficiente luego de los 6 meses y que debería dejar de trabajar, por el bien del usuario, ya que no lo alimenta lo suficiente y hace que él ya no desee ningún otro tipo de alimentación, lo que provocará que este se enferme.
Señor del transporte público: Pasé una vergüenza terrible, la demandada debería hacer su trabajo en sus dependencias, no es posible que yo y el resto de la gente, debamos presenciar su trabajo de forma tan libre como ella lo desee. El resto de las personas merecemos respeto.
Abogado demandante: Bueno señor juez, mis demandantes ya han expuestos sus experiencias y cargos contra la demandada, no tenemos nada más que exponer, muchas gracias.
Todos vuelven a su lugar, la demandada se encuentra muy triste, sin palabras, casi no puede mirar al frente.
Señor juez: Muchas gracias abogado, (mira ahora al lugar de la demandada): abogado de la parte demandada, por favor haga pasar a sus testigos.
Abogado demandada: No tengo testigos señor juez, pero yo pasaré a declarar y dar mi defensa. (camina con paso firme al estrado)
Como pueden observar, no tengo testigos, no tengo un abogado defensor, yo soy la demandada y la responsable de mi defensa.
Así es como me sentí, así es como nos sentimos en muchas ocasiones, en constante juicio, recomendaciones, mitos, información desactualizada sobre lactancia materna. Nuestra leche es maravillosa y es fuente de vida, amor y alimento de nuestros hijos, muchas preferimos callar, otras preferimos defendernos, pero muchas otras estamos también poco informadas. A veces, porque el consejo viene de un profesional de la salud, hacemos caso y muchas lactancias camino a ser exitosas acaban fracasando. Salimos de las consultas con un dolor intenso en el pecho, sintiéndonos culpables, muchas veces llorando, porque sentimos que no lo hemos hecho bien.
Así es, la teta somos nosotras, si nos dicen que la teta no es suficiente, sentimos que no somos capaces de alimentarlos, si tiene caries, sentimos que le estamos haciendo daño, si «avergonzamos» a alguien por amamantar en público, de forma inconsciente nos tapamos, siendo que es algo tan natural.
¡No necesitamos más culpas, no necesitamos más juicios, déjennos amamantar libres y en paz!
La demandada seca sus lágrimas, mira a su bebé al pecho, lo besa, este sonríe y ambos regresan a su lugar.
Señor juez: (se ve muy conmovido) Muchas gracias señora demandada.
Considerando lo expuesto por ambas partes, declaro a la demandada inocente de todos los cargos.
Desde este momento se encuentra libre de todo cargo y enviamos a los demandantes aquí presentes a una actualización obligatoria en lactancia materna, además de pedir disculpas públicas a la demandada.Se cierra el caso.
Teta ¿culpable o inocente?, cuando hacemos juicios o culpamos a la lactancia, estamos culpando y enjuiciando a la propia madre, expuse algunos profesionales, pero ha sido sin afán de generalizar, sé que hay muchos profesionales promotores de una lactancia exitosa.
Existen actualmente muchos cursos de actualización, un buen profesional está en constante formación, las propias madres estamos estudiando día a día, para ayudar a otras y entregar lo mejor a nuestros hijos, ahora les toca a ustedes.
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