No somos Mary Poppins ¿o sí?

No somos Mary Poppins ¿o sí?

Hubo un tiempo en el que mi visión de la maternidad era tan miope como yo misma.

Hubo un tiempo en el que confiaba en lo que me decían “aquellos que sabían” que era lo mejor para mí y mi hijos, aunque mi instinto ya sospechaba algo.

Hubo un tiempo en el que me caí con todo el equipo al darme cuenta de lo engañada que estaba.

Hubo un tiempo en que tuve que levantarme, lamerme mis heridas y encontrar un sentido al sin sentido que me rodeaba.

Hubo un tiempo en el que mi forma de sanar incluía exponer mi visión de la maternidad y la crianza

Hubo un tiempo en que esa exposición la hacía con cierto orgullo y alguna dosis de soberbia,

Hubo un tiempo en que creí que salvaría a los bebés del mundo de sus propias madres (proselitismo en toda regla).

Hubo un tiempo en el que sentí que fallé tanto que me tocó empezar casi toda mi vida de cero.

Y entonces empecé a mirar el mismo mundo con otros ojos.

Asumí mi responsabilidad por ignorante y dejar que otros tomaran decisiones por mí y ese día empecé a dejar de decidir yo por las demás.

Me propuse identificar mi ego disfrazado de paternalismo y combatirlo.

Decidí cambiar el “sufrimiento” al ver historias de desapego y violencia asumida por acciones positivas que contribuyan al cambio general y por disponibilidad para acompañar el cambio individual.

Soñé que podía inventar una formación para enseñar no solo conocimientos, sino la forma de utilizarlos para conseguir lo que queremos.

No, no  somos Mary Poppins

 

No vamos a evitar que se aplique el método estivill en muchos hogares, no, no vamos a evitar todas esas lágrimas y gritos.

No vamos a cambiar la mentalidad de aquellos que llegan a la m/paternidad creyendo que es un derecho conseguible a toda costa

No vamos a transmitir a los m/padres a la primera que el respeto a los hijos es algo más profundo que no solo no darles bofetones.

No, no tenemos varitas mágicas ni píldoras de azúcar a lo Mary Poppins para que todo sea idílico.

Pero cada vez que una madre que cree que dejar llorar a su bebé es inocuo, incluso bueno, cada vez que unos padres ansiosos por demostrar lo buenos p/madres que son intentar masajear a su bebé cuando éste no quiere, cada vez que una madre que se afana por dar “una cucharadita más” de esa papilla que el bebé escupe o cada vez que unos padres que lo han sido a golpe de talonario y agencia se cruzan en su vida con una asesora continuum, sé que se ha plantado una semilla.

Ni nosotras ni esos padres y madres sabemos qué efecto va a tener en ell@s y en sus bebés nuestro trabajo. Porque no todas las semillas crecen, no todas dan fruto, no todas en el tiempo. Pero esa da igual, porque eso ya es cosa de ellos, su responsabilidad, su libertad, su capacidad, su voluntad.

La nuestra, como dijo una vez un hombre sabio, es seguir sembrando semillas, a veces con gozo y a veces con lágrimas.
Gracias a todas las que estos años me habéis acompañado. A las que habéis confiado en mi trabajo y en mi forma de llevarlo a cabo. Gracias por vuestra paciencia con mi propio aprendizaje. Gracias por llevar el Continuum a rincones donde yo nunca habría llegado sola.
Gracias por ejemplificar que #SomosContinuum es mucho más que un hashtag.

Nohemí Hervada
Directora de Asesoras Continuum
Dedicado a E. y a todas las preciosas personas que esta formación me ha permitido conocer.

La responsabilidad de las tiendas con sus clientes

La responsabilidad de las tiendas con sus clientes

Una de las cosas que más me gustan de mi trabajo es la oportunidad que me brinda de moverme por mi tierra, Euskadi.

Gracias a mi trabajo itinerante, puedo conocer bien la realidad de la crianza de los distintos pueblos que me rodean y también me da la posibilidad de llegar a locales de muy diversos tipos : tiendas de puericultura, asociaciones de familias, centros de terapias, consultas de fisioterapeutas, centros de educación infantil o domicilios particulares. Trabajar en espacios diferentes me permite comprobar cómo cada uno de esos espacios tiene alma propia y representa bien el espíritu de quien los regenta.

Cada vez que uno de esos anfitriones me contrata para ofrecer mis servicios en su espacio, he sentido que me está abriendo las puertas de su casa. Me contratan porque realmente quieren ofrecer un servicio de calidad a sus clientes habituales y de ese modo mi aportación  añade valor  a su trabajo.

A lo largo de los últimos años he visto cómo se hacían pequeños grandes cambios:

  • Tiendas que tras mis talleres de porteo han dejado de vender productos no ergonómicos.
  • Locales que han empezado a vender portabebés porque han entendido lo necesarios que pueden ser para sus clientes.
  • Comercios que han dado un giro radical y han enfocado sus productos de otra manera.
  • Fisioterapeutas que han empezado a  trabajar en red y  a recomendar asesoras de porteo profesionales.
  • Fotógrafos de familia que han empezado a tratar a los bebés de manera más respetuosa.

Me alegra que se hayan producido  esos pequeños cambios. Siento alegría y satisfacción de que cada vez más espacios donde se ofrecen productos y/o servicios asuman su responsabilidad  y sus consecuencias a corto, medio y largo plazo.

Responsabilidades ineludibles cuando se gestiona un local

Quien ofrece un servicio o producto:

  • Tiene la responsabilidad de dar información correcta y actualizada. Si no dispone de ella debería decirlo sin miedo y con honestidad para no engañar a su cliente.

No todos podemos ni debemos saber de todos los ámbitos de la vida.

  • Tiene la responsabilidad de que las actividades que se den en su espacio sean una oferta de calidad y estén alineadas con los principios y productos que venden.

Para proyectar excelencia y calidad es mejor contratar personas formadas y actualizadas.

  • Tiene la responsabilidad de velar por la imagen que proyecta y la reputación que le acompaña.    

Es importante conocer nuestro mercado y saber rodearnos de los profesionales adecuados.

  • Tiene la responsabilidad de brindar a sus clientes una experiencia inmejorable en su espacio.

El cliente “rentable” es el que vuelve y nos recomienda.    

  • Tiene la responsabilidad de brindarle al cliente la certeza de haber hecho una buena compra.

Lo peor que nos puede pasar es que un cliente descontento sienta que le “hemos vendido» algo que no necesitaba.

En nuestro sector de familias, bebés y embarazadas, tiene la responsabilidad , además, de que esos primeros meses, semanas, días, minutos… sean especiales, de calidad y de verdad.

 

 Busca profesionales cualificados

En mi trabajo, tanto como Asesora Continuum®, como desde  UmumaPro,  una de las cosas que más valoro es la formación permanente, la actualización de información y el cuestionamiento constante de si lo que hoy creo cierto, mañana lo será.

Una de mi premisas fundamentales a la hora de trabajar es que mi experiencia personal como madre, no sirve DE NADA,  cuando una familia acude a mis talleres o asesorías, puesto que mi realidad, es solo mía.

Extrapolar mis circunstancias y dar por sentado que todas las familias deben hacer lo mismo sería una absoluta irresponsabilidad.

Hay preguntas que se repiten una y otra vez en talleres y asesorías de porteo, una de ellas suele ser “¿entonces para recién nacido qué portabebés recomiendas?” y es curioso que siempre alguien se sorprenda al escuchar que «no recomiendo ninguno en concreto, que esa es una de las preguntas que nunca responderé sin saber más sobre las características particulares de cada una de las familias que tenga alrededor».

Cuando una tienda elude sus responsabilidades,  o peor aún, cuando sabe que lo que se está diciendo en su espacio, en su casa, no es cierto ni fundamentado, es irresponsable.
Por suerte cada vez más son más los espacios que entienden de sinergias, de profesionalización de todos los sectores, de servicios de calidad, de clientes felices…

Si eres una tienda responsable, busca tu Asesora Continuum® de referencia. No te arrepentirás.

Nahia Alkorta-Sabeletik Mundura
Asesora Continuum

No juzgamos: un lema de Asesoras Continuum

No juzgamos: un lema de Asesoras Continuum

Cuando nos convertimos en madres una avalancha de consejos y «buenas prácticas» se arroja encima de nosotras.

Estamos puérperas, con un cocktail hormonal que nos hace estar más sensibles y, en muchas ocasiones, sentirnos inseguras.

No hemos parido antes, no hemos amamantado, nunca hemos tenido un bebé tan pequeñito que dependiera día y noche de nosotras y… ¡lo queremos hacer tan bien!

Nos asaltan mil dudas y no sabemos a quién hacer caso.

Si tenemos suerte, nos animamos a acudir a un grupo de apoyo a la lactancia o a la crianza, a hablar con una matrona o asesora sobre nuestras dudas.

En general, los grupos funcionan fenomenal y encontramos respaldo y apoyo. Pero en otras ocasiones nos sentimos juzgadas y no sabemos cómo encajar en ellos.

Por miedo a ser juzgada, a que alguien me hablara «regular» o de forma paternalista, no acudí a un grupo de apoyo cuando fui madre por primera vez. Y me hubiera encantado, porque me habría proporcionado seguridad y un lugar de desahogo.

Los profesionales que trabajamos con personas y especialmente con madres, ya que la maternidad es algo muy íntimo,  tenemos una doble responsabilidad:

  • Transmitir información verídica y contrastada
  • Cuidar el trato personal.

Y en Asesoras Continuum nos lo tomamos muy en serio.

Por un lado la información que proporcionamos es rigurosa y contrastada, actualizada, ya que seguimos en continua formación.

Pero más importante aún, nos formamos para  ver más allá.

Más allá de la composición de la leche materna o de la producción de oxitocina.
Más allá de la nutrición saludable o de la importancia del tacto y el contacto,
en Asesoras Continuum miramos a los ojos de la persona que nos habla.
Escuchamos y respetamos.
Porque, lo que es bueno para mí, quizás no lo sea para ti.

Igual que no hay un portabebés perfecto para todos -intentamos buscar el idóneo para ti y tu hijo- no hay una respuesta única al resto de interrogantes que surgen alrededor de la maternidad y la crianza.

Lo importante es tu tranquilidad y la de tu hijo, tu felicidad y la de tu hijo. Que encontréis vuestro camino valorando distintas opciones y pudiendo elegir. Sin que nadie te juzgue, sientiéndote libre.

Porque tú y tu hijo sois lo importante para nosotras.

Formación en Acompañamiento a la Maternidad

Pincha en la imagen si quieres formarte en Acompañamiento a la Maternidad con nosotras

 

Nuestros portabebés según la ocasión

Nuestros portabebés según la ocasión

 

A mi hija mayor comencé a portearla al mes. La veía tan pequeñita que me daba un poco de miedo. Y aunque la porteaba con fular e intentaba llevarla en la mejor postura posible, ahora sé que no era la ideal.

 

 

Con mi hija mayor he ido aprendiendo por el camino. No sólo en cuestión de porteo, sino en todos los aspectos de la crianza. Ha sido y sigue siendo mi «conejilla de indias», mi niña. Es lo que tiene ser la mayor. Pero gracias a ella soy lo que soy ahora mismo.

 

Con mi segunda hija, que ahora tiene cinco meses, comencé a portear desde el principio. Me estoy dando cuenta de que no hago más que comparar las crianzas de mis hijas. Supongo que será normal. En esto de ser mamá de más de una soy nueva, así que espero que me comprendas.

 

¿Qué portabebés son los que hemos usado hasta ahora?

Antes de continuar quiero aclarar que estas son nuestras preferencias y nuestras circunstancias. Tú tendrás las tuyas. Por otro lado ten en cuenta también que yo me dedico a esto. Lo digo porque no es la primera vez que me preguntan: “¿pero tú cuántos portabebés tienes?”

 

 

  • Bandolera

 

Este fue nuestro primer portabebés. Una bandolera de algodón y lino. Y es que mi hija nació en pleno verano, y ¡menudo verano! Así que tenía que ser lo más fresco posible y, por supuesto, un portabebés adecuado a un recién nacido. La bandolera la usamos casi en exclusiva durante el primer mes para salir a la calle.

 

También me gusta la bandolera para usarla en el transporte público. Entre tanta gente es fácil de poner y quitar, sin que arrastre la tela con el riesgo de ser pisada. De la misma manera, para ciertos eventos, es por la que me decanto. Sin ir más lejos, hace poco fue mi elección para ir al teatro en familia.

 

 

  • Fular elástico, con nudo preanudado

 

Una vez que mi hija mayor comenzó el cole y dado que hay que coger el coche sí o sí, éste, junto con la bandolera, son mis opciones. Es lo más rápido y cómodo para estar metiendo y sacando a mi pequeña del portabebés. Y más aún si hace frío y no hay ganas de quitarse el abrigo.

 

Personalmente prefiero un portabebés que me reparta el peso en ambos hombros, sobre todo si voy a estar un buen rato porteando. Pero también es verdad que mi suelo pélvico está algo debilitado y no quiero abusar de un nudo que me comprima en exceso el abdomen. De ahí que hasta ahora haya alternado diariamente estos dos portabebés para coger el coche.

 

 

  • Fular semielástico

 

Este fular, por ser más manejable (no es tan rígido como el tejido), es el que suelo utilizar, bien para estar en casa, bien para salir a dar un paseo o bien para ir a algún sitio donde, aunque vaya en coche, no voy a necesitar estar constantemente sacando y metiendo a mi niña en el portabebés.

 

En verano, para estar en casa, prefería este fular a la bandolera. El motivo es, como he comentado antes, que me gusta más el porteo simétrico. De esa manera el peso se reparte en ambos hombros.

 

fular semielastico nudo canguro

 

 

  • Fular tejido

 

Por ahora lo he usado en casa para dormir a la peque y para dar paseos o ir a algún sitio andando. Es mi preferido, por el sostén que ofrece, para portear con nudo canguro a mi niña. Sé que poco a poco este irá dando paso al fular semielástico.

 

 

  • Mochila Emeibaby

 

Esta mochila es la que usa el papá. Comenzó a usarla cuando la peque tenía un par de semanas, más o menos. Reconozco que no soy de mochilas, aunque he porteado alguna vez con la Emeibaby voy más cómoda sólo con tela, sin hebillas, anillas, o correas.

 

 

  • Mei tai

 

Sí, ya lo sé, el mei tai no se recomienda hasta que el bebé se siente solo. Como habrás visto, los anteriores portabebés ofrecen un sostén del tronco punto por punto, que es lo que necesita un bebé que aún no tiene un control de su columna.

 

Pero me encantan los mei tais. A mi hija mayor la porteé mucho con este portabebé. Así que tengo un mei tai evolutivo precioso al que he comenzado a dar uso recién cumplidos los tres meses de mi bebota.

 

El mei tai evolutivo ha sido adaptado para portear a bebés que aun no se sientan solos, pero no es un portabebé diseñado para tal fin. Por este motivo he querido  esperar a usarlo, cuando he comprobado el buen control cefálico de mi pequeña.

 

Por ahora lo usamos esporádicamente y ratitos cortos en casa a la espalda. Ideal cuando tengo que cocinar y tengo que tener a mi niña encima. Y sobre todo, poder dedicarle un rato a mi hija mayor sin nadie “en medio” es muy reconfortante.

 

porteo espalda bebe

 

 

Como dije antes, me dedico a esto, y es normal que tenga tanta variedad. De hecho no he mencionado el uso de otras mochilas. Puedo elegir el portabebé que me apetezca y considere según el momento.

 

 

Si estás buscando un portabebé, para disfrutar cómodamente aún más de tu peque y facilitaros el día a día, te aconsejo que busques una buena asesora. Yo por mi parte estaría encantada de asesorarte. Para abrir boca, aquí te cuento los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un portabebé.

 

Una Asesora Continuum puede ayudarte a elegir el portabebé

que mejor se adapte a vuestras necesidades y preferencias.

 

Carolina Sánchez

http://SoniandoDuendes.com

http://MinervaysuMundo.com

 

Tacto nutritivo con masaje infantil

Tacto nutritivo con masaje infantil

Este fin de semana estuve en una formación de monitoras sobre masaje infantil.  Y vengo a compartirte hoy la importancia de esos momentos tan íntimos que podéis tener tu bebé y tú.

Existe una técnica, que desarrolló Vimala McClure, que  mediante unos movimientos de masaje favorecen el contacto nutritivo.  Es una experiencia bonita y si tienes opción y conoces alguna monitora de masaje infantil cercana para poder hacer el curso, seguro que te gustará.

  • El tacto es un elemento que ayuda a formar vínculos. Y esto es sumamente interesante cuando hablamos de partos tan intervenidos que a veces parece que “eso que nos tenía que nacer” no florece de forma espontánea. No es raro escuchar a alguna mamá que te cuente que miraba a su bebé como si no lo reconociera. Y es muy difícil aceptar ese momento, pero tenemos en nuestras manos una gran herramienta para poder volver a ese centro que tanto necesitamos como  mamá y bebé.

 

  • El tacto es el primer sentido que se desarrolla dentro del útero y el último en dejarnos. Los bebés necesitan ser tocados, y bueno… los adultos también: ¿quién no sale con mejor humor después de un masaje? 😉 .  Durante el masaje, sepas o no la forma de hacerlo,  con el sólo hecho de acariciar a tu bebé, de tener contacto visual, de cantarle, de hablarle, estás fomentando un vínculo que cada vez es más fuerte y que, además, te ayuda a entenderle mejor.

 

  • Mediante el tacto, conocemos mejor a nuestro bebé,  como madre o padre aprendemos a responder mejor a sus necesidades. Liberamos hormonas de bienestar y es  una herramienta maravillosa que se puede compartir en familia. Los padres, que a veces se sienten un poco desplazados por la nueva situación familiar, encuentran con el masaje una excelente forma para fomentar el vínculo con su bebé.

 

He podido vivenciar en primera persona cómo se acercan una madre y un padre con esta consciencia hacia sus bebés y es realmente muy bonito de ver y sentir, por qué no. Nos han regalado unos bonitos momentos este fin de semana. A mí, personalmente, esa mirada de conexión que hay entre mamá y bebé, ese entendimiento que surge entre ellos es algo que me provoca una serenidad que, como muchas hemos sentido en primera persona, no puedes casi ni explicar.

 

Fomentemos el tacto, masajear a nuestros bebés, el piel con piel, la cercanía, el olor, el calor de mamá, de papá de los hermanos y hermanas… y facilitemos esa hermosa visión de ver crecer a niños más felices.

 

Abrir chat
¿En qué puedo ayudarte?
Hola, soy Nohemí. ¿En qué puedo ayudarte?