Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Hoy vengo de nuevo al blog para contaros nuestro parto respetado: real, mimado, disfrutado en extremo, explosivo y revelador.

Hace unas semanas os contaba cómo fue el recorrido que hacen en nuestro, ahora más que nunca, hospital de referencia: Fundación Hospital de Alcorcón. Podéis leer el post pinchando aquí.

Y prometí volver y contaros si la realidad se ajustaba a lo pintado y mostrado en esa visita, y a lo percibido al entregar nuestro plan de parto en su momento, post que también podéis leer pinchando aquí.

Ahora puedo deciros que sí, a todo sí, y aún más allá.

Ha sido el parto que soñábamos,
el parto que esperábamos
y nuestro parto, ni más, ni menos.

 

El pequeño Erik

He pensado que no quería contar nuestro parto por escrito, aún se me saltan las lagrimas recordándolo y me emociono mucho, y creo que lo haré durante mucho tiempo, porque fue nuestro al 300%.

Así que mejor quiero contároslo de viva voz. Como se lo cuento a mis comadres con una taza de té por  medio, de tú a tú. 

De cerca, que es como se cuentan estas cosas.

Allá vamos…

 

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=vy7vOSCfE9Q&w=853&h=480]

  • Gracias a mi marido Raúl por estar, por ser, ayer, hoy y siempre amor.
  • Gracias a mis estrellas por enseñarme lo que significó su efímera presencia
    en mi vida y los cambios que trajeron consigo.
  • Gracias a mi hija Sira por enseñarme a ser madre, no la mejor, pero sí
    la suya, la suya y la de Erik.
  • Gracias a Erik, por traerme tanto y tan bueno durante su camino a
    mis brazos y por las miradas que me lanza desde ellos.
  • Gracias a mis comadres y compañeras por hacerme grande, gracias a todas y cada una de ellas (si os nombro a todas no acabo y eso es un puro lujo en sí mismo).
  • Gracias al FHA por tener claro el camino hacia un parto normal.
  • Gracias al personal del bloque obstétrico y maternidad por
    devolverle el sentido a la palabra normalidad.
  • Gracias a Asesoras Continuum, al proyecto y a cada una de ellas.
  • Y gracias a la chispa, que encendió un día, hace años, mi vocación por la maternidad.

GRACIAS

Recorriendo paritorios

Recorriendo paritorios

A finales de julio, estuve en la visita que tienen pautada dentro de la atención a la embarazada en mi hospital de referencia, el Fundación Hospital de Alcorcón, no nos queda mucho para que el pequeño haga su entrada en este mundo y aunque ya pasamos por esta experiencia en el mismo centro con mi hija mayor, no esta de mal ver que ha cambiado o no en seis años.

Ya hace semanas me sorprendió gratamente que tuvieran una consulta con las matronas para recepcionar tu plan de parto si ya lo tienes elaborado. O para elaborarlo contigo explicándote cual es su actuación en parto normal. Y que se llame parto normal y no parto natural ya cuenta y dice mucho de un avance en sus protocolos de atención a la maternidad.

En aquella consulta revisamos el mío, que ya llevaba preparado y firmado por padre y madre. La gran mayoría de los items marcados ya constan en el protocolo en si mismo del propio hospital. Yo lo sabía y aun así quise hacerlo constar por escrito, me lleve alguna desagradable sorpresa (que puedes leer clicando aquí), pero el balance en general y tras las siguientes consultas fue muy positivo.

Incluso me llamaron un par de semanas después, desde el propio hospital, desde paritorios,  para revisar de nuevo los items dudosos del plan de parto y todo fue como la seda.

Como os contaba, la semana pasada estuve en una visita guiada que organiza el propio hospital, siguiendo con ese protocolo de familiarización con el centro medico orientado a las familias y con el objetivo de mostrar y permitir que conozcan un ambiente que tiende a ser frío. Espacios que al ser desconocidos, pueden imponer en exceso a las parejas que acuden para el nacimiento de sus pequeños.

La visita consta de cinco partes en general, los boxes de urgencia de llegada a maternidad, las salas de dilatación, paritorio y quirofanos y las habitaciones de planta, incluyendo tanto maternidad como neonatología.

Esta claro siguiendo la visita con la mente abierta y llena de información propia: Están haciendo un gran esfuerzo para continuar un camino hacia el respeto al nacimiento normal que comenzaron hace años.

La visita es amplia, tocando muchos puntos, explicando absolutamente cada uno de los pasos, abiertas a multitud de preguntas. Aunque yo esperaba más consultas por parte de las parejas, no fue el caso, alguna pregunta muy concreta suelta.

La visita en dilatación, deja clara la linea de trabajo que intentan llevar, pelotas de pilates, kalinox disponible (Óxido nitroso o gas de la risa), bolsas de semillas, una ducha de hidromasaje (una compartida, no una por habitación), salas individuales y cómodas de dilatación.

Tienen a disposición varias opciones para cuando una mujer opta por prescindir de la analgesia epidural (La charla sobre la anestesia epidural ha sido esta semana y esta fue un poco más decepcionante). Facilidades para la mujer que esta pariendo y para su acompañante.

 

 

 

 

dilatación

 

Cuando hace seis años pase por allí me gusto el respeto absoluto a todas nuestras decisiones y posiciones ante el nacimiento de nuestra hija, y parece que han avanzado mucho.

Aproveche para comentar con la matrona al salir del cuarto que solo les falta un fular para tracción colgado y me contesto sonriendo que tiempo al tiempo, que en ello estaban. 😀

Antiguamente pasabas a paritorios directamente al llegar a dilatación completa, ahora tienes la opción de completar allí el nacimiento o como poco de comenzar a pujar en un cuarto que es más cálido y acogedor que un paritorio en si mismo.

El lenguaje usado por la matrona que hacia de guía explicando todos los procesos durante la visita denota parte del cambio, no escuche ni un solo momento el concepto parto natural, solo usaba parto normal y eso a mi, ya me cuenta mucho.

  • De forma reiterada comento que el miedo en el parto por parte de la mujer esta ahí, pero que ellas estaban para acompañar, disolver ese miedo y facilitar que tomáramos confianza en nosotras mismas y en nuestro potencial para parir de forma normal.
  • Recordó varias veces la importancia de un buen plan de parto, para ellas saber que deseamos, que nos hemos planteado respecto a nuestro parto, y recalco que aún no llevando uno presentado y elaborado, nosotras tenemos las riendas de nuestro parto.

Como soy escéptica por naturaleza propia, y no queda tanto, probablemente mi próximo post en el blog os cuente mi experiencia real en el parto del pequeño.

De las salas de dilatación pasamos directamente a ver los paritorios, incluyendo el quirófano que se usa para casos de cesárea:

En paritorios tuve la sensación de notar como todas las parejas que estaban en la visita, aproximadamente 8 ó 9, se ponían tensas de forma automática, y me resulto agradable percibir que la misma sensación le debió llegar a la matrona, porque más no pudo explicar como funcionaba todo y como se articulaba toda la sala buscando la comodidad e intimidad del momento del parto.

En este momento de la visita no puede evitar emocionarme y que alguna lagrima se me resbalara, habíamos pasado tanto por el mismo box de recepción de urgencia, como por la misma sala de dilatación y ahora estábamos en el mismo lugar donde un poco más de seis años atrás recibí a mi pequeña entre risas y pura alegría. Estábamos haciendo justo el mismo recorrido que aquella noche de junio, y mis recuerdos al respecto son alegres y felices.

Vimos dos paritorios y un quirofano. Las dos salas de paritorios diferentes, sobre todo a nivel de mesa articulada, es obvio que tienen un camino aún por recorrer, espero que continúen en esta linea y pueda ser hospital de referencia.

 

paritorios

 

Ya en la planta de maternidad, también se aprecia ese trabajo, quizás lento, pero continuo, hace seis años las habitaciones eran individuales, actualmente de 15 habitaciones disponibles en la planta de maternidad, 11 de ellas están individualizadas, mucho más cómodas para mamá y bebé, y desde luego mucho más acogedoras para el acompañante.

En planta, esta claro que una cosa es comentar como se desarrolla la estancia y otra muy distinta la estancia en si misma, porque dependerá mucho de horarios de visitas de médicos, de protocolos de planta y de un horario marcado que puede chocar directamente con esos primeros días de navegar a otro ritmo tras la llegada de un bebé, ya os comentare cuando estemos in situ como ha cambiado o no todo esto.

 

habitación en maternidad

 

Comentamos con ellas, los protocolos habituales y como suelen actuar en cuanto a determinadas situaciones, una respuesta directa, clara y aseptica, quizás alejada de esa calidez que transmitía la matrona-guía de la visita. Revisamos pruebas habituales y protocolos habituales de control y alta.

Ninguna sorpresa, me pareció que salvo el cambio estructural de habitaciones, y el comentario de que ahora todo el personal en planta estaba formado en lactancia no había gran diferencia con hace un tiempo.

Visitamos a continuación, conectada, la planta de pediatría y la sala de neonatos, donde parecen haber dado un salto grande, anteriormente había horarios de visita y permanencia con los pequeños que estaban en neonatos, nos comentaron que ahora no, actualmente los padres tienen acceso a los pequeños 24 horas, incluso tienen establecidas un par de horas, de mañana y tarde, para visita de familiares, incluyendo hermanos pequeños siempre que la situación lo permita.

Ningún protocolo es perfecto, pero debería, y más aún en estos aspectos, eliminar los limites horarios para facilitar contacto permanente con sus padres a esos pequeños es básico y primordial.

Podría contaros muchos más detalles, la verdad es que la visita la realice con mirada de Asesora Continuum más que como madre que en breve estará en aquellas instalaciones en su propio parto, y en más de una ocasión, y supongo que a través de mis preguntas, me encontré con la mirada cómplice de la matrona enganchada a la mía, me despedí de ella con un «hasta pronto».

Creo que aún no siendo la perfección en persona se están dando pasos de gigante, y ante mis comentarios sobre la visita, la reacción de la gente de forma habitual ha sido «Que bien!! que buena noticia que estén cambiando tanto» y mi reflexión es otra, esta bien ese cambio, pero todas estas actuaciones no deberían ser deseables y la excepción, sino esperables y normales

En todos los centros médicos donde se atiende un parto, deberíamos poder esperar de base este tipo de cambio continuo y permanente hacia la normalidad y el respeto de los procesos normales y puramente fisiológicos de un nacimiento.

 

 

Imágenes extraídas de la propia web del hospital, puedes leer sobre la visita haciendo clic  aquí

No mentimos: los datos hablan.

No mentimos: los datos hablan.

Hace unos días el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicaba el Informe Sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud con fecha de diciembre del 2012. Tal y como se dice en el propio informe «tiene por objeto recoger los resultados de la primera evaluación de la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN) en el Sistema Nacional de Salud».

Los datos han demostrado una vez más que las mujeres no mentimos en cuanto a la atención que recibimos en nuestros partos, se siguen poniendo en práctica con tasas escalofriantes muchas intervenciones que conllevan riesgos:

  • La EAPN recomienda NO colocar vía venosa periférica de rutina: los datos indican que solamente el 31.1% de los protocolos analizados incluyen esa recomendación.
  • El estándar previsto en una buen práctica asistencial en casos de inicio espontáneo del parto para la administración de oxitocina sintética era del 5-10%, los datos hablan de una realidad del 53,3%.
  • El estándar de referencia para inducciones de la OMS, sugiere menos del 10% de inducciones, los datos hablan del 19.4%. Casi el doble.
  • El 87.4% de partos vaginales se han dado en posición de litotomía, cuando lo aconsejado es menos del 30%.
  • La maniobra de Kristeller se sigue utilizando en el 26,1% de los partos, siendo una maniobra totalmente desaconsejada.
  • El 41.9% de partos eutócicos termina con episotomia siendo lo recomendado menos del 15%. El informe dice: «En los partos vaginales con episiotomía se encontró una prevalencia de desgarros de grado III y IV del 4.7%, muy superior a la encontrada en los casos de partos vaginales sin episiotomía, que fue del 1%» y «
    desgarros con episiotomías en un 70%, mientras que los desgarros sin episiotomía son un 30%».
  • En cuanto a la recomendación de pinzamiento tardío del cordón umbilical, solamente se recoge en el 63.1% de los casos.
  • El 19.5% de los partos son instrumentales siendo la recomendación menos del 15%.
  • Los partos con ventosa se situan en el 10,2% aunque la recomendación sea menor del 7%.
  • Los fórceps se utilizan en el 6,1% de los partos un poco por encima de la recomendación del 5%.
  • La tasa de cesáreas se mantiene por encima de las recomendaciones de la OMS (menos del 15%) y se situa en el 22,02%.
  • Los partos vaginales tras cesárea solamente llegan al 44.2% cuando la recomendación situaría la tasa en el 60-80%.
  • Solamente el 67% de los bebés son colocados piel con piel con su madre inmediatamente tras nacer y durante los 70 minutos próximos en el protocolo. Y en las encuestas a madres, ese dato se reduce al 50%.
  • El 13,6% de los hospitales analizados cumple todas las recomendaciones sobre contacto precoz, muy lejos de las recomendaciones.
  • Solamente el 50,5% de hospitales cumplen todas las recomendaciones de la Estrategia en torno a la lactancia.

El informe recoge muchos más datos relevantes que todo profesional de la salud, responsable de sanidad y usuaria debería conocer.

Con todos estos datos sobre la mesa, digo, frente la pantalla, queda en evidencia que aún hay mucho por hacer, mucho que reflexionar y mucho que cambiar.

Pero sobre todo queda en evidencia que aquellos que intentar anular a las mujeres que hablan de sus experiencias de parto, que hablan de violencia obstétrica, que hablan de humillaciones, de prácticas innecesareas, de separación de su bebé por rutina, de trabas en lactancia… que esas mujeres NO MIENTEN, no mentimos.

Es cierto que algunos hospitales y profesionales están dando pasitos para el cambio, que hay muchos profesionales trabajando como hormigas desde dentro, procurando que en sus turnos las mujeres, sus bebés y acompañantes tengan una experiencia positiva y no traumática… pero aún hay mucho camino por recorrer, mucho polvo y barro por limpiar, y eso, no se limpia echando balones fuera.

El trabajo a realizar por la SALUD de las mujeres, de los bebés y de TODA la sociedad tiene que venir por el cambio, el cambio en cada profesional (desde el recepcionista a la persona de seguridad que te despide del hospital) que son parte de esa experiencia, de la concienciación y de la reflexión de si lo que de verdad ocurre en los hospitales españoles es bueno… puesto que los datos hablan por si solos, las mujeres NO MIENTEN.

La banda sonora de tu maternidad

La banda sonora de tu maternidad

La música es algo que me ha acompañado a lo largo de mi vida, variando en gustos y también con altibajos. He tenido épocas en las que no podía vivir sin ella, escuchando música hiciera lo que hiciera, incluso para conciliar el sueño. En cambio he pasado otras épocas sin apenas escuchar música.

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Esto me ha pasado sobre todo desde que soy madre, hace casi cuatro años. Por alguna razón he estado mucho tiempo sin escucharla. No sé si por falta de tiempo o porque he estado enfocada en otras cosas.

Pero últimamente estoy volviendo a ella, vuelvo a necesitarla en mi vida, así como también dedicarme a lecturas puramente lúdicas.

Sabemos que escuchar música o cantar durante el embarazo es una forma de estimulación para el bebé. Y también una forma de calmarlo más adelante cuando ya lo tenemos en brazos, pues la música que escuchó mientras estuvo en el vientre, le puede retrotraer, una vez fuera del útero, a la seguridad y la calma que le daba nuestro cuerpo.

Si además bailamos al ritmo de la música, aunque sea con suaves balanceos, estaremos contribuyendo al pleno desarrollo de nuestro bebé.

He estado haciendo un repaso de las «bandas sonoras» de los distintos momentos de mi vida y también he estado buscando canciones que nos evocan la etapa de la maternidad y la paternidad. Soy consciente que hay gustos muy diversos, pero aún así, hoy quiero compartiros canciones que nos pueden inspirar en el camino que vamos a compartir con nuestros hijos.

 

Durante los nueve meses de embarazo, sobre todo cuando no hay hermanos mayores, dedicamos mucho tiempo a tocarnos la tripa y a conectar con ese bebé. Encontré esta canción de Alejandra Guzmán, Yo te esperaba. La compuso cuando estaba embaraza de su hija.

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=jcH4hL0LVn8&w=560&h=315]

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Quién mejor que Rosa Zaragoza para transmitirnos ese poder que destilamos las mujeres en nuestro parto. Sabemos parir despierta ese instinto que tenemos dentro de nosotras.

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=jC8lqAwBycs]

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Una canción de un padre dedicada a su bebé, cuando todavía está en el vientre de su madre y luego llega a sus brazos: Peinas el aire de La Caja de Pandora.

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=5iXfYMImlL8?list=PL28029B937B9A285D]

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Hay unas cuantas canciones sobre lactancia, pero Leche de madre es una canción preciosa de Piñon Fijo, tiene una letra muy emotiva.

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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=GrtVcLtp8-E]

 

Es verdad, que cuando estamos en cualquier fase de nuestra vida, no necesariamente escuchamos únicamente canciones que versen sobre ella. Pero sí es verdad, que cuando lo hacen, nos sentimos identificadas y en cierta manera nos hacemos más conscientes de nuestro momento vital.

¿Qué canciones te inspiran o te han inspirado a ti en la maternidad?


 

*Photo credit: distraction via photopin (license)

Maniobra de Hamilton, que no te la cuelen

Maniobra de Hamilton, que no te la cuelen

Estos días de atrás he presentado mi plan de parto en el hospital de referencia donde nacerá mi bebé, Erik, en agosto.

Llevaba nuestro plan de parto muy pensado, muy meditado, muy sopesado por ambos, por mi pareja y por mi, pensando en lo que recibirá nuestro bebé en su primer aliento en este mundo.

Tenemos claro el papel que juega el hospital y sus profesionales en nuestro parto y tenemos claro cual es el nuestro. Tenemos claro que el suyo gira entorno al nuestro.

Lo entregamos en la primera consulta con las matronas (en mi hospital de referencia, Hospital Fundación Alcorcón se hacen tres visitas con las matronas) cuya intención es informar sobre sus protocolos de parto respetado y de baja intervención y ver que esperas tú. Las otras dos son para información de analgesia y la tercera para visita a paritorios.

En nuestro caso, llevábamos un meticuloso plan de parto elaborado, con todos los puntos claros, se sorprendieron gratamente al verlo, y revisamos juntas las tres una de las copias, leyendo punto por punto.

El nuestro es un plan de parto muy estructurado, pasando por la llegada y acogida al hospital, el ambiente esperado, el transcurso de la dilatación, expulsivo y alumbramiento, control y alivio del dolor, atención al recién nacido y proceso siguiente al parto.

También contemplamos que preferimos en una hipotética cesárea. Igualmente planteamos qué esperamos en planta, tanto para mi como para el bebé y las opciones que preferimos en cada momento en cualquier situación.

 

Mi bebé

 

Tenéis derecho a pedirlo todo, todo lo que esperáis, todo lo que deseáis, todo lo que soñáis, hacerlo.  Aún cuando os conste que en ese hospital donde vais a parir se hace así, no esta de más reflejarlo de nuevo por vuestra parte. Es vuestro parto, de vuestro bebé y vuestro.

Repasamos el plan de parto punto por punto y todo era acorde a los protocolos del hospital y a lo que nosotros queríamos, hasta que llegamos a la denegación de inducción mecánica y química.

La inducción mecánica, la maniobra de Hamilton, me explicaron las matronas, que se hacia de forma rutinaria en la visita al ginecólogo de la semana 40 de embarazo. En mi anterior parto no llegue a esa semana, mi pequeña  Sira nació en la semana 39+5.

Mi cara de sorpresa debió alertarles, y mi gesto de disgusto les llevo a darme una explicación que iba a pedir yo misma a renglón seguido. ¿Porque una Hamilton en la semana 40 si un embarazo puede llegar y pasar perfectamente, si mamá y bebé están perfectamente sanos, a la semana 42?.

[Tweet «¿Porque una maniobra innecesaria de inducción mecánica del parto en la semana 40?»#AContinuum #PartoRespetado]

La explicación me resulto cuanto menos peregrina y así se lo dije. Su argumento es que así no llegábamos a una inducción posterior, perdiendo de vista la posibilidad de que no fuese necesaria esa inducción de ninguna de las maneras.

 

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Les indiqué que rechazaba esa maniobra, como bien explicaba mi plan de parto, y me hicieron la sugerencia de que en la misma visita lo negociase con el equipo de ginecología. Y volví a aclarar sus ideas, la palabra negociable sobraba en esa conversación, no es negociable lo que sé que no es beneficioso para mi y para mi bebé y para nuestro parto.

No hay negociación posible, no tengo nada que ceder, es una decisión firme, argumentada y lógica. No nos harán una Hamilton en la semana 40 por protocolo.

Salí de la consulta contenta porque todo lo demás en el plan de parto estaba perfecto y aceptado, pedirían permiso para grabación, incluso apenas pestañearon ante la petición por escrito de la entrega de la placenta. Reconozco que soy un poco puñetera, porque en realidad no tengo nada que me mueva a tenerla, pero quería ver sus caras viéndolo por escrito.

Sopesando: las sensaciones fueron buenas, pero, siempre hay un pero. Durante casi una semana después de la visita, me sentí muy intranquila, muy alterada, incluso llegue a imaginar de mil maneras esa visita de la semana 40 y a tener pesadillas con la maniobra de Hamilton.

Esa que ofrecen como una «ayuda» o un «empujoncito», «te voy a hacer una maniobra y en dos días tienes a tu bebé en brazos», esa es la forma habitual de nombrarlo, no directamente por su nombre.

 

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Me ha llevado a reflexionar mucho sobre el tema. Si yo que estoy informada, que tengo a mano fuentes fiables de información, que estoy formada de forma profesional en maternidad y que manejo los términos y conceptos respecto a parto y embarazo me sentí así de intranquila, incomoda e insegura:

¿Como se sienten las mujeres que llegan sin ningún tipo de información al respecto?, sobre todo ¿Como se sienten después, cuando descubren que fue eso que les hizo el ginecólogo que fue doloroso y acelero su parto?.

Se me ocurra un par de formas de nombrar esa sensación:
violadas, agredidas, robadas, asaltadas.

 

Informaros, y con esa información, tendréis las riendas de vuestro parto, aún más firmes, cogidas en vuestras manos.

 

MÁS INFORMACIÓN

El Parto es nuestro (www.elpartoesnuestro.es)

Matrona Online (http://matronaonline.net)

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