Odisea: Regalar Portabebes

Odisea: Regalar Portabebes

En el post anterior te contaba la felicidad que sentí al recibir una preciosa mochila ergonómica como regalo. ¿Pero siempre regalar un portabebé es un buen regalo?

Yo suelo regalar cosas que me gustan mucho, y que siento que a la otra persona también le pueden gustar, y regalar, es dar una parte de mí.

Pero me he llevado varias decepciones al regalar portabebés, así que aquí mi opinión.

Es un buen regalo si:

  • a quien se lo regalas le gustan mucho los portabebés y los usa o sabes a ciencia cierta que los usará
  • si ya sabes específicamente que esa persona está deseando tener un portabebé en particular
  • si es una persona que no puede o le resulta muy engorroso usar carritos para desplazarse (por ejemplo, alguien que vive en un segundo piso por escalera o que viaja mucho con su bebé en transporte público).

Así y todo, puede que le regales un portabebé y no le resulte o agrade para nada.

Pero claro, quieres compartir con otros la experiencia del porteo, porque sabemos que es práctico y sumamente amoroso. Porque queremos que los seres que amamos puedan vivenciar la experiencia del contacto. Entonces, para estas situaciones, tengo un fondo de portabebés de préstamo.

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Fuí comprando portabebés específicamente para prestar. Porque también descubrí que no me gusta prestar MIS propios portabebés, porque para los demás esas prendas pueden no ser tan especiales como para mí, y a veces devolverlos en estados que dan lástima. Así que tengo una cantidad interesante de portabebés para prestar con los que no he me encariñado especialmente.

Entonces, cuando llega un bebé a la familia o entre los amigos, lo que reciben de mi parte es un portabebé en préstamo, con una carta, explicando qué les estoy prestando, para qué, cómo se usa y cómo se cuida, y que ese portabebé ya ha pasado por otros bebés y mamás que le han dado uso y cariño, y que cuando ellos lo deseén y no lo usen más, me lo pueden devolver para que siga así circulando entre otras familias. De esta manera, ya tengo portabebés que han vivido en muchas casas, y cada portabebé, a su vez, lleva a cuestas su historia. Y así, cumplo con mi deseo de “prestar” abrazos y a su vez, no sufro por como son los portabebés tratados.

Pero si no tienes portabebés para prestar, otra interesante opción para acercar a las futuras madres al mundo del contacto y del porteo, es regalar una asesoría o un taller de portabebés.

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En una asesoría podrá ir armando, mamá y asesora, un encuentro alrededor específicamente de las necesidades de la mamá, papá y bebé, y es una opción muy personalizada e individual.

En un taller de portabebés podrán conocer otras mamás en búsqueda de opciones para portear, conocerán mamás viviendo experiencias similares a las de ellas, podrán catar y probar los distintos portabebés y si les satisface, comprar el suyo propio.

Es importante que para ello, la persona que asesora esté formada, capacitada y con experiencia.

Por eso, mi consejo es contactar con una Asesora Continuum para ello.

Un regalo de calidad asegurado.

Una buena asesoría para un buen portabebés

Una buena asesoría para un buen portabebés

En mi anterior post te contaba cómo ha evolucionado el mundo del porteo en España en estos últimos años.

Cuánta variedad hay a tu disposición hoy en día que no había ni de lejos hace 5 años.

Como te decía, no solo hay más portabebés y maneras de usarlos, también hay más tiendas donde comprar y más asesoras.

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Y entre estas tiendas y asesoras hay diferentes criterios, diferentes conocimientos, diferentes maneras de trabajar.

La asesoría de porteo y la venta de portabebés son un sector emergente y, de momento, no hay una formación reglada, ni siquiera unificada.

Es una época emocionante para las que lo estamos viviendo desde dentro, pero puede ser muy confuso para las familias que por primera vez se acercan a este «mundillo» buscando un portabebés con el que llevar a su peque.

Hace unos días me compartían el vídeo de una persona que decía que si buscas un portabebés no te fíes de las tiendas porque solo quieren venderte el portabebés que más le interese. Que busques siempre una asesora de porteo.

Pero la verdad es que nada te garantiza que la asesora elegida sea una buena opción.

Hay tiendas con muy buena asesoría y tiendas con una asesoría no tan buena. Hay asesoras que hacen bien su trabajo y algunas que no tanto. Hay circunstancias que no todas las asesoras pueden afrontar, incluso si son buenas asesoras, con garantías.

Entonces, déjame que te de unas pautas para intentar diferenciar una buena asesoría de la que salgas con un buen portabebés:

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Asesoría en tienda

 

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En una tienda te van a asesorar sobre su gama

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Es lógico, no?

Una tienda trabaja con una gama de productos concreta que ha elegido porque considera que es una buena selección de portabebés bajo su criterio.

Es decir, los trabajan porque, por una cosa u otra, les gustan.

Ten en cuenta que si en la tienda a la que vas no tienen mei tais, no tendrán en cuenta este portabebés cuando te asesoren, así que procura ir a una tienda con una buena selección de portabebés. Lo ideal sería que trabajara con más de una marca de fular, fular elástico, mei tai, bandolera y mochila.

Si en la tienda que tienes a mano no tienen mucha variedad, entonces sí que te interesa contratar una asesoría aparte, en la misma tienda o con una asesora «independiente», para asegurarte de que te asesoran teniendo en cuenta todas las variables.

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Algunas asesoras son también agentes

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¿Esto qué quiere decir?

Pues que venden productos de una o varias tiendas. Así que una asesora o instructora de porteo no tiene por qué estar libre de intereses comerciales en la asesoría.

De nuevo, contratar una asesoría suele ser la mejor manera de garantizar una recomendación independiente.

Normalmente, tiendas y agentes, si te asesoran de forma gratuita es porque esperan obtener la retribución merecida de otra manera, es decir, de la venta del producto.

Esto es perfectamente lícito, no creas que lo critico. Solo que lo tengas en cuenta. Si quieres una asesoría completamente independiente, asegúrate de que la persona que te la da obtiene el beneficio de su trabajo: paga por su tiempo y conocimientos.

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No hay ningún portabebés mejor que otro

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Depende de las necesidades y situación de tu familia.

En una buena asesoría no usarán esa palabra, «mejor», de forma absoluta. Si escuchas expresiones como «el fular es el mejor portabebés» o «esta mochila es la mejor» me temo que no están teniendo en cuenta que cada pareja adulto-bebé es única.

No hay un portabebés mejor, sino un portabebés que se adapta a unas necesidades concretas. Y bajo esa premisa debería transcurrir cualquier asesoría.

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Las asesoras preguntan

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Una asesora te preguntará y te preguntará un poco más

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Para encontrar ese portabebés que se adapta a vuestras necesidades, una buena asesora tiene una única fuente de información: tú.

Como asesoras tenemos (o deberíamos tener) suficiente conocimiento sobre porteo, ergonomía, desarrollo infantil, portabebés, etc. (y para eso trabajamos en Asesoras Continuum).

Pero quien tiene toda la información importante para encontrar VUESTRO portabebés ideal eres tú. Así que prepárate para unas cuantas preguntas. Y si no las hay, ponte alerta. ¿Cómo va a saber nadie cuál es el portabebés más adecuado a vosotros si no te pregunta qué te gusta, qué prefieres, qué necesitas, qué esperas, cómo eres?

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Probar más no significa acertar más

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Es natural pensar que si hay cinco tipos de portabebés lo mejor es probarlos y elegir cuál te gusta más.

Pero esto no es necesariamente así.

Hay portabebés en el que el uso es más intuitivo que en otros, portabebés que necesitan de un determinado nivel de manejo para sacarles todo el partido, o portabebés que necesitan un ajuste determinado.

Probar desde cero portabebés de características diferentes no los pone en igualdad de condiciones, como quizás supones, sino todo lo contrario. En un primer uso, es casi imposible hacerte una idea del ajuste que se puede conseguir con un fular, mientras que con una mochila sí.

Por otro lado, conseguir que tu bebé «aguante» tanta prueba es bastante difícil. Una cosa es que pegadito a ti esté superagusto, y otra es que esté dispuesto a subir y bajar, ajustar, colocar… varios tipos de portabebés.

Lo ideal sería que, con la ayuda de la asesora, descartes portabebés que no se adaptan bien a tus necesidades y pruebes uno o dos si estás dudando. Pero teniendo en cuenta que la práctica hace al maestro y que cuanta más práctica más cómodo.

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Asesoras Continuum

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Y si me preguntas por asesoras de confianza, solo puedo recomendarte las Asesoras Continuum, Asesoras Mimos y Teta y Asesoras De Monitos y Risas, que son las que formamos nosotras y conocemos cuáles son su formación y con qué criterios desarrollan su trabajo.

En estas imágenes que acompañan el post tienes unas cuantas, escríbenos si quieres saber si tienes una cerca.

Cura sana….

Cura sana….

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¡Hola!

A mí me tocaba hablaros sobre la fiebre, pero ¿sabéis qué? necesito hablaros de mi otra pasión y de lo que veo gracias a ella.

Soy voluntaria de Cruz Roja desde hace 20 años, y el otro día, al llegar a casa, después de un traslado con una sintomatología que he tenido miles de veces,me vi  repasando la historia con otra perspectiva. Lo miré como persona  y no como profesional. Lo miré como madre, como Continuum, o simplemente como ser humano y me entró una pena enorme.

¿Quieres saber por qué?

..En mi trabajo sé muy bien que las máximas para atender a una persona son la empatía,  hablar tranquilo, despacio , con dulzura (si la ocasión lo requiere), ponerte a su altura para que te mire a los ojos, cogerle la mano para que sienta que le vas a ayudar y preguntar qué le ha ocurrido y cómo está.

Hasta ahí todo bien y todos de acuerdo, pero ¿y cuándo es un niño que se ha caído,  le duele algo o que simplemente está llorando?. Pues ahí casi toda nuestra sociedad falla y falla estrepitosamente, en la empatía  y en todo.

Si un adulto simplemente se tropieza, todo el mundo, o al menos bastante gente, irá a ayudarle a recuperar el equilibrio o preguntará si se encuentra bien.  ¿Y si es un niño? Por desgracia, se sigue escuchando esto: «Déjale, que no ha sido nada y, ya se levantará». Puede que incluso le chillen o le regañan por no fijarse por dónde va.

Si una persona llora porque se ha caído y se ha hecho daño, todo el mundo pensará que le debe de doler muchísimo porque está llorando, (y eso en un adulto está mal visto), e intentarán consolar y ayudar. Si es un niño el que lo hace, quizás escuchemos esto: «Deja de llorar que no eres un bebé. Así aprendes. La culpa es tuya por ir como un loco.»

Si vemos a una persona que sufre, la intentamos calmar y si es conocida, la abrazaríamos  muy fuerte ¿no? pero a un niño…. a un bebé…..habrá gente que diga:  ¡Déjale que llora por nada!, ¡Claro, está acostumbrado a tantos brazos, que ahora no se calma! o ¡ No le puedes dejar con nadie, le has malacostumbrado y ahora tiene mamitis!.IMG-20140724-WA0011

Y lo peor y más cruel, somos flexibles con los adultos e inflexibles con los niños: ¡No le hagas caso que llora por nada, sólo quiere llamar la atención!…. Y todo eso se lo dicen a la madre, para que no escuche lo que le dice su corazón, para que ignore a su hijo…..

En los talleres de primeros auxilios que doy, algunas veces, sale el caso de algún golpe que se ha dado su hijo, y que lo que pensaban que era nada, al final sí había sido algo. Incluso una fractura. Sí, lo habéis leído bien, una fractura o una luxación. Y , ese niño se quejó, lloró, y  esa madre se preocupó pero, también hubo alguien que dijo esas palabras a la madre, que hicieron que callara sus sentimientos  por miedo a que su hijo la estuviera tomando el pelo, por miedo al qué dirán, por no discutir, por dudar de sí misma y pensar que lo que los demás decían, era verdad.

¿Alguien se ha parado a pensar en los niveles de dolor? Todos sabemos que el umbral del dolor es diferente para cada persona  y que lo que para unos no es nada, para otros es una tortura.  ¿Y a los niños? ¿no tienen derecho a expresar que sienten dolor? ¿por qué negar que les  duela realmente? ¿ y si lo que para nosotros es un simple golpe, para él sí ha sido doloroso? ¿por qué no puedo ir a cogerle o por lo menos, darle un beso o la mano y que me sienta cerca?CAM02881

Peor lo tienen los hermanos mayores, que si se hacen daño, depende de la situación, oirá lo de antes o algo peor:  ¡¡Lo que es capaz de hacer por los celos!! ¿Y? aunque así fuera ¿es eso  motivo para no atenderle? ¿Y por qué echarle la culpa al niño en lugar de mirar los padres lo que hacen ellos para que el niño actúe así?

Igual que cuando sabes que hay algo que no cuadra, que a tu hijo le pasa algo, que tu instinto te lo dice, pero que todo tu mundo te dice que son tonterías, que le tienes mimado, consentido y que ese es el problema.

Por desgracia, tengo a mi alrededor, varios casos de esos, madres que no han sido escuchadas a las que se las ha culpado por ser precisamente eso: MADRES.  Madres que han luchado contra todo y todos hasta demostrar  lo que ellas ya sabían, a pesar del asombro del entorno que no supo o no quiso ver lo que pasaba, Que no quiso escuchar a  quienes más conocen a sus hijos. Y no hablo de tonterías, hablo de autismo, hablo de enfermedades neurológicas, hablo de dolor.

Todavía me acuerdo con rabia, cómo hace unos años, recién divorciada, mi hijo empezó a rascarse muchísimo las piernas. La pediatra en lugar de mandarle al dermatólogo, le mandó a la psiquiatra infantil por un posible trauma post divorcio. Yo chillaba a los 4 vientos que era porque había cambiado el gel y mi hijo tiene la piel muy sensible. Nadie me creyó y la pediatra dijo que había actuado así por protocolo. Yo no quería llevarle, pero me hicieron dudar, me hicieron agachar la cabeza, me hicieron negar lo que yo sabía y me hicieron aceptar el «por si acaso». Fui y allí conocí a la psiquiatra más antinatural del mundo. Me culpaba por la lactancia prolongada, por dormir con él, por darle amor. Ni una sola vez le miró a los ojos, ni una sola vez le dijo: ¡Hola!. Ni una sola vez le trató como a una persona. Volví a la siguiente cita, pero volví para decírselo a la cara, para decirle que mi hijo ya estaba perfecto porque yo sabía lo que le pasaba. Para decirle que ningún niño se merecía ese trato vejatorio ni nosotros por ofrecerle nuestros brazos cuando nos necesita…DSC_0034_3

Lo que no te gusta que te hagan a ti, no se lo hagas a los demás.

Empatía, contacto, amor, respeto o simplemente, llamadlo humanidad

Mis brazos siempre estarán ahí para abrazar a mis hijos, para acompañarlos en los momentos que ellos consideren dolorosos o importantes. Nosotros, con la perspectiva de un adulto, sabemos que eso pasará, pero ellos sabrán que jamás estarán solos.

Para acabar os recomiendo ver este vídeo. A mí me encantó, ¿y a ti?

 

http://https://www.youtube.com/watch?v=9Hn4sA_AipA

Dos partos… Dos lactancias… La misma madre

Dos partos… Dos lactancias… La misma madre

Naciste de mis entrañas una mañana de calor
Naciste de mis entrañas en una fría mañana de invierno
Papá estaba esperando para poder ver tu color
Papá te cogió con sus manos, yo no podía creerlo
Pese a un gran desgarro, en la sala solo había amor
Pese a un pequeño desgarro, en el coche solo había amor
Sin fuerzas te quedaste, el parto fue agotador
Con fuerzas llegaste, el parto fue prometedor
Solos empezamos la aventura de la lactancia, con el corazón
Con experiencia, empezamos la aventura de la lactancia al unísono
Mamá y papá ponían todo de su parte para que fuera a mejor
Tú solita supiste qué hacer desde el minuto uno
Aunque costó un poquito, todo fue descubridor
No costó nada y todo era un lindo camino
La lactancia se estableció porque fuiste un luchador
La lactancia se estableció, las dos éramos uno
Disfrutamos 3 años de ella y todo era amor
Seguimos disfrutando de ella, hasta el día en que tú me digas un “no”.


 

Con este pequeño relato, con este poema, juego de contrastes, quería contaros que mis dos lactancias han sido exitosas pese a lo diferentes que fueron los partos y situaciones que viví con mis dos hijos.
El mundo de la lactancia no siempre es un camino negro en el que las mamás solo encuentran problemas, también hay lactancias exitosas. También hay lactancias bonitas desde el primer día. También hay lactancias de esas en las que no tienes más que dar a tu bebé lo mejor de ti durante el tiempo que lo necesite.

Le diste un sitio donde crecer durante nueve meses
Que nadie te robe ni tu parto ni tu lactancia

“Tal vez tengáis ocasión de
contemplar un espectáculo más
maravilloso que el que ofrece un
bebé mamando del pecho de su
madre, pero dudo que sea en esta vida”

Adrian Cordellat

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Regalar abrazos

Regalar abrazos

Vivo en un precioso y magnífico país al sur del sur. Pero muchas veces su distancia hace que estemos alejados de cosas que ocurren en otros lares.

Las madres, al quedar embarazadas, empiezan con su lista de deseos, que a veces comparten con otros o solo quedan en su pensamiento.

 

Las listas de deseos de las madres que porteamos, se reducen a “ese” fular, a el meitai especial para el papá, una bandolera que nos quita el sueño, y así puede seguir la lista hasta el infinito casi. Cuando otras madres caminan por las veredas mirando ropita de bebé en las vidrieras, nosotras nos estudiamos los catálogos de las tiendas de fulares, y estamos pendientes de las reviews y de las últimas ediciones limitadas. Un banquete para los sentidos.

Yo tenía varios portabebés anotados en mi lista de deseos. Y debo decir en mi defensa, que para este nuevo bollito no deseaba muchas otras cosas, mi capricho sólo eran portabebés. Como les decía, al vivir en un país al sur del sur, el acceso a estos caprichos es muy difícil, incluso soy una de las pocas personas que por aquí tiene fulares “de verdad”, y toda una batería de portabebés que con el tiempo pude ir consiguiendo. Pero ya sabía que las condiciones no estaban dadas para que se me cumplieran mis deseos actuales, así que sigo deseando algunas bandoleras, algunos fulares, catar mochilas…

Pero como a veces la vida te sorprende felizmente, llegó a mis manos días después de nacido mi bebé, una preciosa mochila que hace rato vengo soñando tener. ¡Mi felicidad al recibirla fue enorme! Primero que la mochila es preciosa, y luego el detalle de pensar en nosotros y tenernos presentes.

Y es que regalar portabebés, para mí que soy una fanática del porteo y siento sus beneficios y placeres en el cuerpo, no es hacer cualquier regalo. Cuando una regala portabebés está dando la posibilidad a otro de vivir toda una experiencia, la experiencia de portear y ser porteado. Regalar portabebés es regalar el vehículo para entablar un vínculo desde el contacto, es regalar momentos que quedan grabados en la piel. Regalar portabebés es regalar un deseo de amor.

Y lo anterior es refiriéndome al porteo desde la díada mamá-bebé. Pero para mí, lo que no es menos importante, cuando una recibe un portabebé, ya sea un regalo o un préstamo, es esa sensación espiritual de sentirse una, mujer adulta, porteada, cargada, abrazada, arropada. Que un grupo de mujeres a las que aprecio con el alma, se hayan puesto de acuerdo para hacerme llegar este detalle, me hace amar esta mochila aún más. Porque cuando me la pongo, me acuerdo de ellas y sus buenos y amorosos deseos, porque así me siento acompañada en mi día cotidiano, que en pleno puerperio, a veces suele ser arduo y cansador. Porque cuando cargo a mi bebé en la mochila, me siento a su vez abrazada. Y como la uso mucho, mucho, cuando yo necesito cariño, ahí está mi nuevo portabebé esperando para dármelo.

Y si querés ver qué linda mochila nos regalaron, acá en este video Nohemí te la muestra muy bien.

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