Los cinco pilares del nacimiento con amor

Los cinco pilares del nacimiento con amor

Cada nacimiento que acompaño me remueve por dentro, azota mis miedos y mis pilares y me recuerda lo verdaderamente importante, y lo poderoso de la vida al abrirse paso. Prácticamente a diario me encuentro con familias que afrontar sus embarazos y próximos partos sin tener ni la más remota idea de a qué se enfrentan. Con millones de dudas, de falsos mitos, y de mentiras instauradas por la medicina o la sociedad que estandarizan este momento, o por el cine y sus fantasmas de lo «no-estético».

Un parto es algo mágico, intenso, mamífero, feroz, es un baile de almas y un milagro que deberíamos disfrutar más a menudo en nuestra sociedad, porque es algo natural, sano, feliz y reconfortante… porque ante tanta barbarie, la fuerza de cada nuevo ser lo llena todo de esperanza.

Un parto es algo que todo ser humano debería vivir, como espectador, al menos una vez en su vida. Yo tengo el privilegio de haber presenciado unos cuantos y os aseguro que cada uno ha dejado una huella imborrable en mi.

Hoy, tengo el profundo honor y el privilegio de poder compartir con vosotros uno de los partos más hermosos que he visto jamás, el de una mujer única, que además, para mi suerte, es una gran amiga y colega.

Ella me pidió que compartiera esta hermosa aventura, con el profundo deseo de que cada vez haya más parejas que sepan a qué se enfrentan a la hora de dar la bienvenida a sus bebés. Gracias Iria, por tu valentía y tu testimonio en imágenes. Gracias por seguir cambiando el mundo.

Os aseguro que éste podría ser un parto cualquiera, en todos ellos se oyen a menudo las frases que oiréis: «¡me rompo!», «¡no sale!», «¡duele mucho!», «¡me cago!», «¡no cabe!», «¡no puedo!», «¡duele mucho!», «¡no aguanto», «¡que salga ya!», «¡quema, quema!», «¡quiero que acabe ya!»… en todos  hay gritos, todos son sucios, y hasta escatológicos.

En todos hay momentos de pánico, de fuerzas que flaquean, de parejas que dudan, pero en algunos las madres confían, y se dejan ir, se rinden a la fuerza de sus cuerpos y sus corazones y fluyen y entonces todo sale bien. A través de un video precioso, esta pareja ha sabido recoger en tan sólo 8 minutos, las necesidades básicas de mamá y bebé: 

Los cinco pilares para un nacimiento con amor…

  • Un equipo de apoyo sereno y profesional:
    • que aporte dosis de seguridad, protección, ayuda y entusiasmo…
  • Una pareja presente y amorosa:
    • que brinde apoyo, sostén, contención, confianza, tranquilidad y amor…
  • Una madre informada y consciente:
    • que fluya y permita que broten los miedos, las dudas, el poder, la fuerza y el instinto…
  • Un bebé, en este caso una bebé sana y fuerte:
    • decidida, fuerte y capaz de nacer sin miedos, de comerse la vida…
  • Un entorno propicio:
    • de silencio, oscuridad, intimidad y confianza donde cada protagonista pueda jugar su papel.

Nada más. Y nada menos.

Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros y que no os deje indiferente.

Gracias Iria e Isaac. ¡Bienvenida Sabela!

¿Y para ti cuáles son los pilares de un nacimiento con amor?

¿qué ves tú en este parto?

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Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Hoy vengo de nuevo al blog para contaros nuestro parto respetado: real, mimado, disfrutado en extremo, explosivo y revelador.

Hace unas semanas os contaba cómo fue el recorrido que hacen en nuestro, ahora más que nunca, hospital de referencia: Fundación Hospital de Alcorcón. Podéis leer el post pinchando aquí.

Y prometí volver y contaros si la realidad se ajustaba a lo pintado y mostrado en esa visita, y a lo percibido al entregar nuestro plan de parto en su momento, post que también podéis leer pinchando aquí.

Ahora puedo deciros que sí, a todo sí, y aún más allá.

Ha sido el parto que soñábamos,
el parto que esperábamos
y nuestro parto, ni más, ni menos.

 

El pequeño Erik

He pensado que no quería contar nuestro parto por escrito, aún se me saltan las lagrimas recordándolo y me emociono mucho, y creo que lo haré durante mucho tiempo, porque fue nuestro al 300%.

Así que mejor quiero contároslo de viva voz. Como se lo cuento a mis comadres con una taza de té por  medio, de tú a tú. 

De cerca, que es como se cuentan estas cosas.

Allá vamos…

 

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=vy7vOSCfE9Q&w=853&h=480]

  • Gracias a mi marido Raúl por estar, por ser, ayer, hoy y siempre amor.
  • Gracias a mis estrellas por enseñarme lo que significó su efímera presencia
    en mi vida y los cambios que trajeron consigo.
  • Gracias a mi hija Sira por enseñarme a ser madre, no la mejor, pero sí
    la suya, la suya y la de Erik.
  • Gracias a Erik, por traerme tanto y tan bueno durante su camino a
    mis brazos y por las miradas que me lanza desde ellos.
  • Gracias a mis comadres y compañeras por hacerme grande, gracias a todas y cada una de ellas (si os nombro a todas no acabo y eso es un puro lujo en sí mismo).
  • Gracias al FHA por tener claro el camino hacia un parto normal.
  • Gracias al personal del bloque obstétrico y maternidad por
    devolverle el sentido a la palabra normalidad.
  • Gracias a Asesoras Continuum, al proyecto y a cada una de ellas.
  • Y gracias a la chispa, que encendió un día, hace años, mi vocación por la maternidad.

GRACIAS

Separarse y superarse

Separarse y superarse

 

En estos días se cumple el primer aniversario de mi separación. Digamos que estoy culminando mi duelo, pero aún así, no puedo dejar de pensar y sentir que es un proceso doloroso y difícil. Os quiero contar mi experiencia, por si pudiera servir de ayuda a alguna familia en una situación parecida.

 

No voy a explicar aquí los motivos de mi separación, pero sí os quiero contar que fue una de las decisiones más difíciles a las que me he enfrentado. Ser madre es uno de los motivos de ello, porque antes de tomar la decisión, mi mayor temor era separarme de mi pequeño. Incluso podría afirmar que retrasé un tiempo la decisión porque me sentía absolutamente incapaz ni siquiera de imaginarme el estar separada de mi hijo. Mi hijo es parte de mi cuerpo y de mi alma, así lo sentía entonces y así lo siento ahora.

Mi separación significó también la ruptura de mi ideal de familia. Mi niñez también se vio ensombrecida por la separación de mis padres y siempre quise darle a mi hijo esa familia feliz y unida que jamás tuve. Sentí durante meses mucha frustración, impotencia y culpabilidad.

 

familia_feliz

 

Ahora sé que mi hijo, su padre y yo seguimos siendo una familia, pero de distinta forma. Sobre todo sé que somos LA familia de mi hijo.

Cuando por fin tuve el valor de tomar la decisión, el siguiente paso más difícil fue comunicárselo al padre de mi hijo. Fueron momentos muy tristes y dolorosos que aún hoy me emocionan. Lo más importante fue la comunicación libre de acusaciones y juicios. Intentamos hablar desde nuestros sentimientos y sensaciones.

Como he comentado antes, mi mayor miedo era separarme de mi hijo, máxime sabiendo lo importante que soy para él, como cualquier madre para su hijo. No había cumplido ni 3 años, durante los cuales habíamos estado las 24 horas del día juntos desde que nació.

Así que nos tocó madurar a su padre y a mí, tragarnos un poquito nuestros sentimientos, para intentar hacer todo lo necesario con el fin de que nuestro hijo sufriera lo menos posible sin descuidarnos tampoco a nosotros. Tuvimos que definir nuestros propios límites. Acudimos a una sicóloga infantil para asesorarnos sobre cómo hacer las cosas. Le comunicamos la noticia juntos, con serenidad y palabras sencillas, que pudiera entender y asimilar. Las pernoctaciones con su padre tardaron en llegar unos cuantos meses. Primero probamos con las siestas y luego con alguna noche suelta. Y así, poco a poco, nuestro hijo se fue adaptando a la nueva vida.

A día de hoy, todavía no hemos llegado a la custodia compartida como tal. Seguimos en el proceso paulatino y suave. Este proceso durará lo que necesite nuestro hijo. Él ya sabe que tiene dos casas, la de papá y la de mamá, aunque la mía sigue siendo más “su” casa, pues es la que le vio nacer. Ya hace meses que me dejó de preguntar dónde está su padre; ahora lo tiene claro.

 

niña_tristona

 

Cada día pasa más tiempo y más noches con él. Y me apena a veces verle cómo nos echa de menos, cómo intenta que hagamos actividades los tres juntos, como una familia unida. Afortunadamente su padre y yo nos llevamos muy bien y, de vez en cuando, sí que hacemos cosas los tres juntos. Hemos intentado llevarlo con la mayor naturalidad posible, como un continuum hacia la realidad que tenemos ahora en nuestras vidas.

La separación, desde luego, no es el ideal para ningún niño, pero tampoco lo es un ambiente rancio o sin amor en casa. He aprendido mucho de mi proceso de separación, de mí misma, de mi ex-pareja y de mi hijo. También he descubierto que hay muchas formas de ser familia, que no hace falta vivir bajo el mismo techo para serlo.

Un hijo es un proyecto en común para toda una vida, aunque el camino de los padres vayan por sitios diferentes.

Y como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Cuando estoy con mi hijo sola por varios días, muchas veces me saturo tantísimo que me siento ahogada. Pero luego se va por unas horas o unos días con su padre y siento un vacío tan grande, que me hace sentir triste y mal. Sin embargo, esos momento de soledad me son necesarios para seguir adelante con mi vida y muchísimas veces los disfruto al máximo y estoy deseando tenerlos.

No dejan de ser extraños estos cambios de “criar sola” a “estar como si no fuera madre”. Supongo que con el tiempo todo irá más fluido para los tres.

Si estás pasando por una separación, espero que estas palabras puedan ayudarte, son mi experiencia personal. Cada familia es un mundo, pero para intentar conseguir una separación lo más respetuosa posible con los niños, hay que tener humildad, madurez, empatía, buena comunicación, respeto, hablar desde el corazón y poner mucho de nosotros mismos para lograrlo. Si se puede criar desde el continuum también se puede uno divorciar desde ahí. ¡Es la prueba de fuego, lo sé!

Por último y no menos importante, quiero decir que me siento profundamente agradecida hacia el padre de mi hijo que, a pesar del dolor, siempre ha intentado poner lo mejor de su parte para facilitarle las cosas al niño.
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Créditos fotos:
Hijo del divorcio via photopin (license)
Family
I Like Writing On Walls… via photopin (license)
Restaurar la maternidad

Restaurar la maternidad

Hace unos días conversando con una mamá con su bebé al pecho, hablábamos de sus primeros inconvenientes de su lactancia y salió dentro de la conversación lo poco visible que es el amamantamiento en la sociedad, no vemos amamantar a mujeres en la calle y tampoco en nuestro entorno, y ella me dice: como algo tan natural en el ser humano, como lo es andar, conversar, sociabilizar, es tan poco visto, siendo que es la etapa más importante del ser humano, la base de nuestra  alimentación.

Desde esa reflexión es que podemos decir, que es cierto, la lactancia no es visible en la sociedad, pero no sólo la lactancia, sino que la misma maternidad, casi nuestro primer contacto con ella son nuestros propios hijos y llegamos a ellos sin experiencia, pero con mucha información de nuestro entorno, ya sea de familiares, servicios de salud, amigos, vecinos, televisión, medios de comunicación, etc. Llegamos a nuestra maternidad y/o paternidad, con muchas historias contadas, muchas vivencias externas, muchos mitos, mucho de todo, pero muy poco de lo que realmente queremos y sentimos, entonces es el momento donde llegan las dudas y los miedos.

Desde la concepción, gestación, pasando por el parto, la lactancia y hasta la crianza pasamos por distintas situaciones, y sobre todas estas etapas tenemos imágenes e historias ya pre-fabricadas en nuestra mente y muchos de estos escenarios, pueden ser mucho más sencillos de lo nos hacen creer.

 

maternidad

 

Pensemos en el parto,  nuestros cuerpos están preparados para parir a nuestros bebés, si dejamos que nuestros procesos fisiológicos fluyan como deben ser, podemos ver como nuestro cuerpo va cambiando y preparándose para parir, muchas veces en los sistemas de salud y la misma sociedad, ve a la mujer parturienta, como si estuviera padeciendo una enfermedad, se habla de síntomas de parto, se habla de pacientes, siendo que estamos pasando por un proceso natural, el parto es un proceso fisiológico dinámico, que pasa por varias fases, las cuales poseen distintas características, ritmos y tiempos los cuales pueden variar de mujer a mujer, de un parto a otro, es importante conocer estas etapas porque de esa forma la podremos transitar con mayor seguridad y tranquilidad.

Luego del parto, hay una fase critica, la transición la cual es muy importante para inicial la lactancia materna, el bebé recién nacido, posee el programa perfecto para activar a la madre y establecer el amamantamiento, es por ello que no debe existir separación, ese contacto entre la diada no debe ser interrumpido, sin embargo, apenas nacemos somos separados, tocados por otras manos, cargados por otros brazos, bañados, pinchados, medidos, pesados, y si tenemos suerte a la hora recién ya estamos de nuevo sobre nuestra madre, para el recién nacido lo más importante en ese momento es estar en su hábitat, sobre el cuerpo de su madre. Aquí un ejemplo de lo que puede hacer un bebé recién nacido, arrastrarse por si sólo hasta el pecho de su madre.

 

 

Si observamos y vamos conociendo estos procesos, nos vamos dando cuenta que todo puede ser mucho más sencillo, un mujer gestante saludable, puede parir sin problemas, sin complicaciones, pero debe haber un cambio, una restauración de la maternidad en todos sus ámbitos, podemos tener una lactancia exitosa, podemos no dejar llorar al bebé, podemos tomarlo en brazos las veces que queramos, todo el día si queremos, nuestro bebé lo necesita, nos necesita.

Hay tanto que des-aprender, un comportamiento tan natural como es el piel con piel, para bebés prematuros y nacidos a término, tenga que ser válido para el sistema de salud, sólo después de múltiples investigaciones, es porque algo pasa, es porque tenemos que recuperar, recuperar el paradigma original, como nos dice Nils Bergman.

Cuando tengas dudas, te invito a parar, respira y reflexionar sobre tu propio cuerpo, piensa como funciona, siéntelo, siente a tu bebé, en ti y en él puedes encontrar las respuestas.

Los portabebés para mi bebé

Los portabebés para mi bebé

Estamos en julio, y yo metida de pleno en el síndrome de nido. Bueno, nosotros metidos en pleno síndrome del nido porque mi pareja esta exactamente igual que yo.

No nos preocupan las ropas, no nos preocupan cunas, ni cochecitos, no nos preocupa preparar su cuarto porque es el mismo que el nuestro y el de su hermana, no nos preocupan las cuestiones que suelen ser las más habituales.

Nos preocupan los portabebés y los pañales de tela que usaremos con nuestro bebé, principalmente los portabebés, porque el pequeño pegado a mi pecho, principalmente, no necesita más en realidad.

Así que mi mayor preocupación, y por extensión la suya, como experta en porteo, en la recta final de mi embarazo es preparar los portabebés de mi pequeño Erik.

Y como se que al mismo tiempo muchas también estáis preparando la llegada de vuestros hijos, y también es una cuestión que os genera duda, voy a contaros que portabebés estoy preparando yo para las primeras semanas y el motivo de que sean esos, para que os sirva de ayuda si es posible.

No os hablo en este post como asesora, os hablo como madre, como usuaria, si queréis unas recomendaciones como asesora, os remito al articulo que escribí hace poco para la Red Nuakea, Preguntas que nos debemos hacer para elegir un portabebés. Como veis en la foto, no somos los únicos apasionados en la casa por los portabebés que usaremos con el pequeño.

preparando portabebés

 

Su hermana también esta pendiente de cual usara ella con el pequeño, sin percatarse de que ella, con sus seis años recién cumplidos, prácticamente se acaba de bajar de ellos hace cuatro días. Pero los conoce, los reconoce, sabe lo que conllevan, los ha disfrutado y esta muy contenta de que su hermano tenga un lugar esperándole cuando nazca que es justo el que espera el pequeño.

Cuando nació ella, allá por 2009, la esperaba una bandolera muy sencilla de algodón, con anillas inadecuadas y un fular elástico (no demasiado bien ajustado ni colocado, las cosas como son), nada más y nació en junio.

Pasamos mucho calor con el fular elástico y mucho miedo por nuestro poco manejo con la bandolera. Menos mal que pronto, el mismo verano entraron en juego fulares finos tejidos, bandoleras mucho más adecuadas y ya fue un no parar.

Al pequeño le esperan muchas opciones, casi para poder elegir a diario, según la actividad y el día que tengamos en mente.

Como podéis ver en esta imagen (sin niña tumbada entera refregándose por todos los portabebés que huelen a mamá y a ella juntas) hay un poquito de todo, fulares, bandoleras, una emeibaby para papá, faltan MeiTais evolutivos de fular, pero es que somos muy de fular y bandolera la verdad.

selección de portabebés

¿Que fulares y que bandoleras? pues os lo desgrano brevemente.

Tenemos tres bandoleras preparados, dos de ellas de tejido de fular y una de tejido wax africano de algodón, el primer tejido africano que hace años llego a nuestras manos, frescas y ligeras las tres, con tejido de fular de gasa y de algodón y bambú la otra.

En cuanto a fulares, en la imagen hay tres, habría decenas de opciones, muchas más alternativas, yo cuento con el calor que hará en agosto y con la disponibilidad de la colección que tengo en talleres, para uso propio y para uso en asesorías en talleres. En imágenes un poco de todo, un fular tejido rígido con mezcla de lino muy domadito, un elástico de bambú, un fular tejido rígido de gasa fina y un fular semielástico también.

También esta preparada una Mochila Emeibaby, pero principalmente usaremos esos fulares y bandoleros, por agilidad, por ergonómica, por temperatura, por frescura y porque nos gustan, probablemente y viendo el desarrollo y evolución del pequeño, esta selección durara poco y se ira variando continuamente.

Infórmate bien de lo que es más adecuado para vuestro bebé y vosotros mismos, busca una buena asesora, que sepa más que de porteo, que os pueda acompañar para la elección del portabebes que más os pueda ayudar a vosotros.

No hay un mejor portabebés para recién nacidos, existe ese portabebés que es más adecuado para vosotros como familia, por vuestras circunstancias y peculiaridades y no tiene porque ser el mismo que para la familia de al lado por muy bien que les fuera a ellos.

portabebés

 

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