Los niños buenos no lloran

Los niños buenos no lloran

Los niños buenos no lloran, desde el otro día me retumba esta frasecilla porque ya la hemos escuchado unas cuantas veces desde que nació Erik y voy a ser muy poco correcta en este post, tan poco correcta como aquellas personas que no se paran a pensar antes de hablar o no miden como hablan de una persona que esta delante y presente aunque sea una persona de un mes de edad.

La gotita que colmo el vaso fue la señora panadera de mi barrio, con la que mantuve, mantuvimos (íbamos los cuatro juntos una buena mañana de domingo) este singular dialogo para besugos, puntualizo, besuga ella, nosotros tenemos muy claras las cosas.

*Advertencia, no ha sido en una sola visita, ni en una sola conversación, me he tomado la licencia de agruparla en la misma para ahorrarnos espacio, por supuesto hemos cambiado de panadería para evitar un homicidio cualquiera de esas mañanas de domingo.

  • Panadera: Uy! has tenido un hermanito!! Que bien no, ahora ya eres la hermana mayor y te toca cuidarle mucho, ayudar a los papas y ser muy buena y responsable (levantada general en el clan Ruíz-Solís de cejas, la mujer ha tenido a bien mezclar todo lo que más molesta en una sola frase, ole ella!).
  • Sira: Si, hemos tenido un bebé, me gusta mucho mi hermanito, pero ya lo cuidan mis papás, igualito que a mi.
  • Panadera: (obviando la respuesta ya ácida de la niña, no sabe lo que la espera si continua…pero ella continua) ¿Y como se llama el hermanito?.
  • Sira: El hermanito, el bebé, se llama Erik.
  • Panadera: Uy! que raro (no lo entiendo porque parece el nombre de moda, en los parques levantas una piedra y salen tres Erik) ¿Y tu? ¿Como te llamas tú?.
  • Sira: Sira, me sigo llamando Sira como el domingo pasado (ains!) también es raro, pero mi mamá dice que Pepes y Marías ya había bastante (Oye, a mi me contesta eso una niña de seis años y ya pillo que va hasta el moño y es mejor dejarlo).
  • Panadera: (Esta es la gota que colmo el vaso) ¿Y el bebé es bueno?.
  • Sira: El bebé? Erik? esto…(aquí ya me miro pasándome la pelota a mi directamente).
  • Mamá (Esto, yo misma): ¿Bueno? si, el niño es muy bueno, como todos los niños no? no hay niños malos.
  • Panadera: Si, si, si que hay! algunos niños son malos, lloran mucho ¿El hermanito es bueno o llora mucho?. (Mirando de nuevo a Sira que ya se escondía detrás de su padre, el cual viendo venir la tormenta ya me miraba con una sonrisa en la cara).
  • Mamá: TODOS LOS NIÑOS SON BUENOS, punto. Que lloren o no lloren, Erik llora bastante más que su hermana, no los hace más o menos buenos, Erik llora bastante y es muy bueno, básicamente porque no le ha dado tiempo a ser malo, no como a otras, buenos días. (todo esto en la puerta ya, con mi pequeño en una bandolera dormidito y con mirada y posición bastante agresiva por mi parte, como merecía la señora besuga)

 

fotoblog2

 

 

No hemos vuelto por la panadería, es una lastima porque hacen un pan exquisito, completamente opuesto a su trato a este respecto.

Y es que estoy hasta el moño (por ser correcta) de escuchar lo del niño bueno-niño malo. Esta comparación que establece esta, nuestra sociedad de hoy día de que el niño que no reclama lo suyo, que no llora, que no demanda lo que le corresponde, que el niño que no es como un muñeco es malo, me enferma.

Un bebé es un bebé y no tiene ni la culpa ni la responsabilidad sobre esas expectativas irreales y lejanas que nos hemos creado sobre lo que necesita un bebé pequeño, en este caso de un mes.

Llorar es el único recurso que tiene un bebé chiquitín para reclamar nuestra presencia y contacto, porque necesita algo, sea lo que sea:

  • un cambio de pañal,
  • teta,
  • comunicar que siente dolor
  • que necesita una caricia,
  • sentirnos para saber que existimos,
  • olernos,…

todo ello sólo para sobrevivir.

 

El pequeño bebé no sabe si esta confortablemente colocado en una magnifica cuna con dosel o en una cueva sobre una piedra al alcance de cualquier depredador. El bebé solo sabe que nos necesita y punto, y sólo nos lo puede hacer saber por su llanto.

A nivel personal creo que hay unas ideas poco claras en general o lejanas de lo que necesita en realidad un pequeño humano. Una idea idílica y poco ajustada a las necesidades intensas, vibrantes de un bebé real, de carne y hueso y no de libro.

Creo que muchas madres y padres llegan a la crianza sin saber «qué es eso de la demanda real» de un bebé. Y esa realidad, muchas veces cruda y dolorosa, los desborda, haciéndoles pensar que ese niño que llora y demanda (aquí luego vienen las etiquetas) más de «lo necesario» y seguro más de lo que ellos tenían en mente. Y entonces es malo, y la sociedad que los rodea se lo refrenda y confirma. Puedes leer a mi compañera Ana, sobre una real alta demanda, clicando aquí.

Y ahí, justo ahí, es donde tenemos mucho trabajo que hacer y mucha conciencia que generar y es responsabilidad de todos, vamos a comenzar por no decirle a un bebé de un mes que es malo porque llora, por mucho que sea el único cliché que se nos ocurre para decirle a unos padres entablando conversación, en ocasiones es mejor callarse.

 

Y tú ¿qué opinas? ¿Los niños buenos no lloran?

¡No dejes que te controle! Cada movimiento que haces está bajo vigilancia.

¡No dejes que te controle! Cada movimiento que haces está bajo vigilancia.

– «Ya no se que voy a hacer, no puedo ni respirar, ni moverme. Cada movimiento que hago está bajo vigilancia. Tengo la sensación de que hasta en el baño me controla. Ya no se que voy a hacer».

¿Qué pensarías si tu mejor amiga te cuenta esto? ¿Qué le dirías si su pareja la trata así? ¿Si la hace sentir así?

.

Seguramente pensarías la persona que vigila a tu amiga, su compañero, es un mal tipo, que esta haciendo daño a tu amiga, que no merece estar con ella, y posiblemente con ninguna otra persona, que la maltrata…

Quizás también pudieras pensar que su compañero tiene carencias afectivas, que si necesita toda esa atención y vigilancia seguramente en algún momento le habrá faltado, que tiene un problema y gordo.

.

Ahora leeló de nuevo, y piensa que tu amiga no te habla de su pareja, sino de su hijo de 5 años.

– «Ya no se que voy a hacer, no puedo ni respirar, ni moverme. Cada movimiento que hago está bajo vigilancia. Tengo la sensación de que hasta en el baño me controla. Ya no se que voy a hacer».

¿Qué pensarías ahora? ¿Cuál crees que sería el comentario más común?

Sería algo así como:

– «No puedes dejar que lo haga, va a hacer contigo lo que quiera toda la vida».

– «Si llora que se aguante».

«Si le haces caso ahora, mañana lo volverá a hacer».

– «Nunca se va a despegar de ti».

.

Tal vez no seamos conscientes, pero estamos pensando de un niño de 5 años que es malo,… malo no, malvado. Y estamos pensando que en su cabeza trama y urde planes para amargarnos la existencia, para atarnos «en corto».

En lugar de pensar que es un niño que tiene miedo a la separación, que algo le angustia y que necesita seguridad.

¿De verdad pensamos eso de nuestros hijos?
¿De los niños que nos rodean?
¿En serio pensamos que todo lo hacen para salirse con la suya y no para cubrir una necesidad?

.

¡¡¡¡¡YA ESTÁ BIEN!!!!!

.

El niño que llora en la puerta del colegio lo hace para que su madre no le deje allí, ¿quiere manipularla? o ¿después de todo el verano con ella, de no tener horarios, de no tener que madrugar, le cuesta separarse de ella? Puede estar muy a gusto en el cole, pero eso no hace que sea menos duro.

El niño que llora para que le lleves en brazos a casa después de toda la tarde en el parque no quiere demostrar que es más fuerte y cabezota que tú, seguramente tenga hambre o sueño y esté cansado de tanto jugar.

El niño que llora en la cola del supermercado puede que haya estado jugando todo el tiempo con una pelota, mientras sus padres compraban, entretenido con ella y a la hora de pagar se la hayan quitado «porque no nos la podemos llevar» (ojo, no digo que haya que comprarla, pero se entiende que el niño llore).

Puede que para nosotros sean nimiedades, pero para ellos son problemas importantes, SUS PROBLEMAS, y en ese momento vitales. Necesitan que les acompañemos, que comprendamos sus sentimientos, los validemos y estemos a su lado.

.Los niños no son malos: No han robado, no han maltratado, no han matado.

Pero realmente, la sociedad nos convence que educar hijos independientes es ignorar sus sentimientos, enseñarles equivocadamente que deben resolver ellos sólos sus conflictos, en lugar de ayudarles a comprenderse, y comprender a los demás. Una «independencia» que nos obliga a nosotros como adultos a perder el instinto en el camino.

Hemos olvidado qué necesita un niño.

Hemos olvidado cómo se siente un niño

Hemos olvidado que fuimos niños.

.

.

En una sociedad adultocéntrica los niños y sus necesidades están en segundo plano, no son tan importantes como las nuestras.

Su llanto que muestra su frustración o su dolor, su cansancio o su malestar no merece ser atendido y menos inmediatamente.

Deben aprender a ser adultos desde bien pequeños, deben aprender que la vida es dura, deben  aprender a conformarse con lo que hay, deben aprender que es imposible cambiar el mundo…

 

¡PUES NO!, Los niños merecen nuestra atención, nuestro consuelo, nuestra compañía. Puede que no siempre podamos darles lo que quieren, pero eso no quiere decir que los momentos en los que se sienten mal tengan que pasarlos solos.

Sus padres estamos para ayudarles, para apoyarles, para consolarles, para atender sus necesidades y ayudarles a crecer felices y seguros. Somos su pilar y el lugar al que volver. Somos su seguro, su punto de referencia desde el que descubrir el mundo y la vida.

.

Si no les hacemos caso cuando lloran ¿que podrán esperar de nosotros?
Si ignoramos sus sentimientos y necesidades ¿a donde acudirán?

Vamos a darle a nuestros hijos lo que esperan de nosotros.
Criemos hijos felices capaces de cambiar el mundo.

.

Cuidados de mamá

¿Fular o Rebozo? O cómo conviven el porteo tradicional con el actual

¿Fular o Rebozo? O cómo conviven el porteo tradicional con el actual

Este verano he estado en México.

Ha sido un viaje alucinante, aunque me hubiera gustado disfrutar un poco más del país.

Porque he ido a trabajar. Un grupo maravilloso de mujeres confió en mí para formarse como Asesoras de porteo.

Y de ahí que use «Rebozo» para referirme al porteo tradicional 😉 .

 

Pero me refiero a cualquier tipo de porteo tradicional, se use actualmente o no.

 

Sin embargo, sí que he de decir que el Rebozo es bastante significativo de lo que quiero exponer hoy.

México es un país con una potente industria textil. El Rebozo es «bandera» de dicha industria y, por tanto, un elemento de la cultura mexicana muy cuidado y valorado tanto por los propios mexicanos como por el gobierno.

Hay talleres donde explican cómo se hacen, exposiciones acerca de su historia, se ve por la calle gente usándolo como prenda de ropa.

Sin embargo, no se portea con Rebozo.

 

Me sorprendió la cantidad de gente que lleva a sus hijos en brazos (apenas vi 5 carritos en 13 días de viaje en tres ciudades diferentes) o en mochilas «colgonas», que allí llaman canguros o cangureras.

Pero me sorprendió aún más que la gente no usara rebozo. Si vi 5 carritos, solo vi 3 personas porteando con rebozo (algún fular elástico también vi), y las tres eran personas del campo de las que bajan a los mercados de las ciudades a vender sus productos.

Cuando lo hablaba con las alumnas todas me confirmaron: apenas se portea en México con rebozo.

 

Y es que en los países donde el porteo aún forma parte de la cultura, no lo hace en la cultura urbana o «moderna».

Es más bien una costumbre de gente «pobre» y-o «de campo». Hasta el punto de que aquellos que se mudan a la ciudad dejan de portear en público para dejar de ser considerados de esa manera, pasándose al carro o a las colgonas.

Y nos encontramos con que aquellas mujeres que deciden empezar a portear, en estos países donde aún se portea de modo tradicional, se encuentran con la necesidad de localizar Asesoras de Porteo que les ayuden a portear con los portabebés actuales: fular, elástico, bandolera, mochila o mei tai.

 

Sierra de Nayarit. Foto cedida por Andry Montoya.

Sierra de Nayarit. Foto cedida por Andry Montoya.

 

No es algo necesariamente «malo». Sí que es una pena que se pierdan las tradiciones, pero es parte de la evolución natural cuando dichas tradiciones dejan de ser útiles a las personas que las practicaban.

No debemos olvidar que el porteo tradicional responde a necesidades diferentes de las que nos llevan a portear hoy en día a la mayoría de las mujeres.

Para las que portean de maneras tradicionales, sea con Rebozo, Aguayo o como sea, no se han planteado que el porteo es una elección o posibilidad.

Para ellas es cuestión de supervivencia: tienen que trabajar y atender a sus hijos. Y así es como se ha hecho en su entorno toda la vida.

Un carro o colgona no es práctico para arar el campo o para cargar leña mientras das teta. Para ellas, el porteo no tiene que ser ergonómico y, si me apuras, ni siquiera cómodo (al menos, desde nuestro punto de vista).

El portabebés es lo que es, igual que la falda o el sombrero. Herramientas imprescindibles para su forma de vida.

 

«Nosotras» porteamos por otros motivos. Para tener manos libres, sí, pero también para disfrutar de nuestros bebés el rato que pasamos con ellos, para potenciar el apego, para poder movernos por una ciudad con barreras arquitectónicas.

Porteamos por otros motivos y por eso porteamos de diferente manera y con diferentes portabebés.

Y nosotras sí buscamos ergonomía para el bebé y comodidad para nosotras. Sellos de las Asociaciones de Matronas o premios de Agrupaciones de padres. Opiniones de profesionales de la salud.

No solo queremos llevar a nuestros bebés, queremos hacerlo de la mejor manera posible. Tenemos diferentes opciones para elegir y, según nuestras preferencias, elegimos. O elegimos el carro.

 

Rebozo tradicionalAsí, el porteo tradicional es base del porteo actual, sin duda.

Pero hoy en día, son cosas diferentes. Relacionadas, pero diferentes.

Podríamos pensar, por ejemplo, que, teniendo en cuenta que el porteo con Rebozo es algo tan reconocido a nivel mundial que ha dado nombre a un tipo de anudado y pase en el uso del fular, el porteo con Rebozo es correcto desde nuestro punto de vista.

Pero no: no es raro ver Rebozos usados de manera «colgona» o como se usaban las pañoletas en Europa antiguamente, haciendo «paquetito» con el bebé.

 

El porteo tradicional es la fuente de la que bebé el porteo actual. Fue en el porteo centroamericano tradicional en lo que se inspiró Erika Hoffmann cuando empezó a portear dando pie al porteo actual con fular (ella sí que ha sido un cambio en el mundo, desde aquí, ¡¡gracias Erika!!).

También es en el porteo tradicional en lo que se inspiran la gran mayoría de los portabebés actuales, incluso los que nos parecen más extraños, extravagantes o sinsentido.

Pero lo que nosotras hacemos no es porteo tradicional. No quiero decir que todo el porteo tradicional sea incorrecto porque no es así. Pero tampoco todo el porteo tradicional es correcto desde nuestros baremos o expectativas.

 

Etiopía

 

Así pues, aunque en tu zona exista porteo tradicional no dejes de consultar con una Asesora de Porteo.

Y, por supuesto, no dejes de aprender todo lo que puedas sobre el porteo tradicional en tu zona o en aquellas que visites.

Y te dejo con este vídeo de Fernanda, de Fulares Denko, donde nos muestra diferentes maneras de portear con un Rebozo tradicional, pero de manera «actual».

 

 

¡¡Que lo disfrutes!!

Primeros pasos de la crianza con amor y respeto

Primeros pasos de la crianza con amor y respeto

La crianza con apego seguro busca un vínculo seguro entre padres e hijos, respetando los ritmos del niño y adaptándolos a sus necesidades. Detrás de todo lo que engloba el concepto de crianza con apego seguro hay mucha información, pero en este post queremos que tengas un breve resumen de principios básicos que podrás implementar para que vuestra crianza sea lo más natural y felíz posible.

 

  • Preparate emocional y físicamente para el embarazo y el parto: es fundamental. Está muy bien que investigues sobre las diferentes opciones para dar a luz, sobre qué pasará un vez que nazca el bebé. Hay centros de preparación al parto en los cuales te pueden ayudar para recibir esa información. Ir a grupos de apoyo  a la lactancia estando embarazada es fabuloso para saber enfrentar tus dudas cuando nazca el bebé. Mantén tu mente abierta y flexible en todo momento para almacenar toda la información que puedas.

 

  • La lactancia materna es la mejor fuente nutricional y emocional del bebé. Ofrecer una lactancia a demanda sin horarios ni relojes es un billete más seguro hacia el éxito. Piensa que es un momento muy bello de conexión entre la mamá y el bebé; aparte de todos los beneficios que tiene la leche materna, disfrútalo.

 

  • Hay que darle confianza y empatía al bebé, responder con sensibilidad ante sus señales y estar a su lado cuando lo necesite, los bebés no nacen queriendo molestar a nadie, solo te necesita a tí, mamá y papa, para poder vivir, y una de las formas por las que se expresan es a través del llanto, empatizar e intentar comprender a vuestro bebé, es fundamental.

 

  •  Mantén el contacto físico, es fundamental para la seguridad, la estimulación y muchos más aspectos del bebé. En el nacimiento el momento piel con piel es muy importante; más adelante lo podemos mantener de muchas otras formas, con masajes y sobre todo en el día a día con el porteo. Y por supuesto no podemos olvidar los abrazos, besos y arrumacos que tanto nos gustan a pequeños y mayores.

 

  • Por las noches los bebés también tienen necesidades: sueño, hambre, frío… Algunos métodos para el entrenamiento del sueño son totalmente negativos y pueden tener efectos psicológicos nocivos. Dormir junto al bebé y/o practicar colecho tiene beneficios para tu bebé como para tí y tu pareja. También hay mucha información para leer que puede ser de vuestra ayuda e interés con respecto a este tema.

 

  •  Los padres tenemos que estar en equilibrio, porque sino no podremos transmitírselo a nuestro bebé. Es importante tener una red de apoyo, no tener miedo a decir «no» o «no puedo» a ciertas cosas, etc… Si nosotros estamos tranquilos nuestro bebé también lo estará. Intentemos mantener la calma ante momentos de estrés para que todo se resuelva de la mejor manera posible.

 

Disfrutar de vuestra andadura como padres, ser felices, creativos, divertidos y vivir cada momento como si no fueseis a tener otro igual. Será aún más fácil demostrar a vuestros hijos lo que es el cariño y el amor incondicional de unos padres.

Disfrutar cada minuto porque a pesar de que el día a día es largo, el tiempo pasa muy rápido y hay que vivir cada día a su lado como único.

 

DISFRUTAD EN FAMILIA

Imagen Post4.1

Labios Rojos desde un fular

Labios Rojos desde un fular

Porteamos a nuestros hijos y les mostramos el mundo desde otro ángulo, se lo presentamos, y les ayudamos a incorporarse a nuestro entorno de la forma más natural y respetuosa posible. Les hacemos partícipes desde nuestros brazos de nuestra vida, de la vida.

Pero, ¿cómo influye nuestro estado de ánimo en nuestros hijos?

Claramente somos conscientes que muchas veces nos enfadamos desmesuradamente con determinados actos de nuestros hijos que no son para tanto. Esto suele ser como consecuencia del cansancio, estrés y estado anímico propios. Otros días, ante ese mismo hecho, toleramos más, empatizamos y el conflicto cambia por completo.

 

¿Todo esto a qué viene? – os preguntaréis. Y, ¿qué tiene que ver con el título de este post?

 

Igual que en los conflictos influye nuestro estado anímico, nuestro sentir como mujer y nuestra seguridad también se lo transmitimos a los niños.  Sentirte bien, guapa, especial, te hace pisar fuerte.

 

 

Muchas veces nos levantamos sin haber descansado, sin haber pegado ojo en toda la noche. La noche anterior no había forma de acostarles, ahora no hay forma de levantarles. ¿Os suena?

Y pensaréis: «Lo que me faltaba, ahora pintarme. Si yo lo que quiero es meterme en la cama de nuevo.»

Pero tampoco lo haces, y sigues tu día entregándote a los demás: llevas a los niños al cole, trabajo, casa, ese favor que te dijo tu amiga que le hicieras, padres, pareja, meriendas, parque, cenas, comidas para el día siguiente… ¿te suena?

Todo esto lo haces de mil amores, y eres feliz haciéndolo, pero

¿has pensado que tiempo de todo el día lo has dedicado en exclusiva a ti?

 

Existe un periodo de puerperio en el que solo cuidamos a nuestro bebé y es lógico, y, por naturaleza, lo normal. La naturaleza, y las hormonas mismas ayudan a que tu única preocupación sea el bebé ya que es un ser indefenso que lo único que necesita es tener a su mamá cerca, que le provee alimento, calor, cariño y sueño.

Pero muchas veces ese periodo se alarga tanto que cuando nos queremos dar cuenta han pasado 5 años. Cinco años en los que no hemos ido a la peluquería, sino que nos hemos «escapado» a la peluquería como mucho en tres ocasiones.

 

5 años en los que nos hemos mirado al espejo y no hemos visto a «LA MUJER».

 

  • Pues dedícate 5 minutos.
  • No hace falta maquillarse como una puerta,
  • no hace falta hacerse unas ondas de peluquería,

pero sí date un toque: píntate los labios o ponte un poco de máscara y colorete.

 

No dejes que nadie te baje la autoestima, ni la confianza. Cuando no tienes esa confianza aparecen los miedos, y con el miedo te paras, te bloqueas. Tienes que tener en lo que confiar para no pararte y por eso tienes que gustarte.

 

Tus hijos también aprenden de ti eso, que existe esa individualidad, que no sólo eres madre, sino que eres mujer, que te respetas y te valoras. Que tú también existes para ti, no solo para los demás. Eso también les enseña a valorar, a respetar, y a sentirse seguros de sí mismos, les enseñas a:

 

PISAR FUERTE.

 

A mi me encanta cuando me miran por la calle y ven a una mamá porteando, una mamá que da el pecho a su hijo, pero también me gusta que vean a una mujer que se valora, especial, sonriendo, siempre sonriendo y que se siente guapa.

 

esmeralda sonrisa

En plena cesárea te pasa esto y no te lo puedes ni creer

En plena cesárea te pasa esto y no te lo puedes ni creer

Hoy os vengo a contar una historia personal. Una experiencia vivida durante uno de los sucesos vitales de mi vida: el nacimiento de mi segundo hijo. Y que acaba con moraleja en plena cesárea.

Mi primera hija nació por cesárea, totalmente innecesaria y esa experiencia vital en mi vida hizo que buscase tener un parto natural en mi segundo embarazo.

Leí, me formé, me preparé, iba a yoga prenatal, seguí bailando y ejercitándome, vigilé que mi cicatriz estuviese bien, que no hubiera adherencias, y llevé un control de mi dieta y de todo lo que me había informado. Estaba empeñada y decidida a que esta vez lo iba a lograr.

Una mañana (estaba ya de 37 semanas) me levanté con una pierna hinchada, algo que es normal en el embarazo y más hacia el final. Lo que no era normal es que si me pasabas suavemente un dedo, sin presionar, me dolía y mucho. A las 24 horas mi pierna era el doble, no me cabía ni los pantalones especiales del embarazo. Fui a mi ginecóloga y al verme la pierna me mandó a urgencias por si se trataba de una infección bacteriana. Pero no me dijo que implicaba si ese diagnóstico se hacía realidad.

Después de un calvario por urgencias y por diferentes servicios, hasta 24 horas después de haber entrado en urgencias no obtuve un diagnóstico. Efectivamente tenía una infección: una celulitis infecciosa.

Celulitis Infecciosa

 

No tenía ni idea de que era eso y por qué de repente había que hacerme sí o sí una cesárea de urgencias. Yo estaba destrozada, otra cesárea y no entendía por qué. Vino un ginecólogo amigo de mi familia, que me explicó en qué consistía la infección y porqué era tan peligrosa:

«La infección está muy avanzada y avanza muy rápido, corres el riesgo de hacer una sepsis y morir los dos»

Realmente yo me encontraba tan mal que si que temí por nuestras vidas y entonces asumí que mi situación era realmente para una cesárea, esta vez sí, justificada.

Me preparé psicológicamente lo más rápido que pude para el momento, y cuál fue mi sorpresa que al llegar a observación antes de entrar a quirófano estaba una de mis amigas monitorizada. Un momentazo y un desahogo con una buena amiga, con la que me tranquilicé y entré un poco mejor al quirófano.

Aun así no podía dejar de temblar, una mezcla de miedo, dolor en la pierna y el frío que hacia en el quirófano. Mientras me ponían la epidural y me pedían que me estuviese quieta, con el añadido de que llevo tatuada la espalda y el anestesista me reñía por ello, me puse a llorar.

Pero conforme me tumbé empecé a aplicar mis estrategias de relajación y conseguí abstraerme (más o menos porque el anestesista se empeñaba en que me debía de quitar con láser el tatuaje cuando me recuperase…).

Y llegó el momento en el que sacaron a mi pequeño y me incorporaron para verle. No me lo pusieron encima pero lo pusieron en una cuna donde yo lo veía mientras lo revisaban. Y yo lloraba, no podía parar. Me lo pusieron a los pocos minutos pegadito a la cara y mientras yo estaba en mi mundo con mi bebé ahí pegado sucedió algo que me dejó fuera de juego.

Y en plena cesárea, aún con abdomen abierto después de sacar la placenta, cuando la ginecóloga me dice:

«Uy, se te ha olvidado firmar el consentimiento para la ligadura de trompas»

¿QUEEEEE?

¿Qué ligadura de trompas? ¡Yo no quiero que me toquéis nada!

No daba crédito. Como ya tenía una cesárea anterior habían decidido que yo ya no debía de tener más hijo.

Moraleja

Leed bien todo lo que os den a firmar antes de entrar en un quirófano porque igual te encuentras con que ellos han decidido por ti
y tú has dado tu consentimiento sin darte cuenta.

El Complejo de Sherpa de las madres

El Complejo de Sherpa de las madres

A lo largo de mi vida de porteadora he ido desarrollado lo que acuñé como el complejo de sherpa y estoy segura que alguna de las que me leéis también lo padecéis sin saberlo!

Pero primero, vamos a aclarar qué es un sherpa y luego os daré las bases para ser un sherpa profesional.

 El complejo de Sherpa de las Madres

San Google y Santa Wikipedia dicen que «Los sherpas originalmente eran personas de las montañas en Nepal. Sin embargo, debido a la célebre importancia que tuvieron como guías y ayudantes en las expediciones en el Himalaya, la palabra sherpa se amplió a cualquier guía y ayudante en excursiones […]». Esa ayuda en las excursiones era sobre todo el portear todo los enseres de los escaladores. Como lo puedes ver en esta foto. ¡Esto sí que es porteo a lo bestia!

 

Sherpa Himalaya

 

Necesitamos llevar cosas

El caso es que todas las que hemos optado por el porteo para llevar a nuestros peques hemos tenido que buscar una solución para llevar toda la parafernalia que necesita un bebé. Aunque está por ver ¿quién lo necesita realmente…?

Según el tipo de crianza, de alimentación, de pañales, la edad del peque y sobre todo de cuánto vas a estar fuera de casa la cantidad de cosas va a variar.

Pero lo normal si te vas unas horas sería llevar:

  • Ropa de cambio, sabemos qué pasa con esas cacas explosivas hasta la nuca, los vómitos o los «mira cómo como solit@». En este último caso y si eres previsora hasta puedes llevar un babero!
  • Algo para comer. Si toma biberón, el termo con agua caliente, esto pesa un huevo! y polvitos. Aquí clara ventaja de la lactancia materna! Si toma ya sólidos algún potito o yo que soy de las de mira cómo come solit@ una fruta o una tortita. Pero aquí también tendríamos una ventaja con el baby led weaning (alimentación complementaria autorregulada) porque siempre podría encontrar algo que darle.
  • Pañales desechables o de tela. Aquí reconozco que perdemos con la tela que abultan más en seco y que además debes cargar en mojado. Pero son más ecológicos, rentables, respetuosos de su piel y sobre todo taaaan monos!!! Antes muerta de sencilla, jajaja!
  • Nuestros enseres, tipo móvil, cartera y llaves
    Eso sería lo básico.

Ahora los extras:

  • Botiquín de viaje (para los golpes, los dientes, las picaduras) además de la crema solar si procede o la crema para el pañal (nunca he entendido porque se llama crema de pañal, no sé tú pero yo se lo echo a su culete no al pañal… en fin!)
  • Juguetitos (aquí pueden entrar los de los hermanos mayores también, claro)
  • Más o menos cualquier cosa que se nos pueda ocurrir necesitar ese día desde un paraguas hasta un libro (como el de la Magia de la Leche del que os hable en mi último post)

A mi se me ha ido multiplicando las cosas con el tiempo y los niños. Antes cuando salía de casa salía con una bolsa grande pero ahora algunas veces voy realmente como un sherpa. El niño en la mochila delante o detrás según. La mochila con sus cosas delante o detrás según lo anterior. Añádele un bolso bandolera con el ordenador portátil, una bolsa con mi comida y la merienda y por último la mochilita del cole de la mayor. Eso, si no tengo que llevar alguna cosa más…

 

Mama sherpa porteo

 

Y ahora cómo llevarlas

  • Si eres capaz de viajar ligero o va a ser por poco tiempo con una riñonera simple o doble te basta.

Riñonera Siriñadas

 

  • Otra opción sería un bolso tipo bandolera pequeño


Bolso bandolera

 

  • Si no sabes o no puedes reducir tanto, la mejor opción es la mochila ya que reparte el peso de forma simétrica. Dentro de las mochilas hay varios tipos.
    • Mucha gente usa las de tela con los tirantes de cuerdas, personalmente no me gustan mucho porque se me clavan las cuerdas además no suelen tener compartimentos para guardar bien cada cosa en su lugar y encontrarlas fácilmente

 

Mochila tela cuerdas Red Canguro

 

  • Yo uso una mochila normal con los tirantes planos y un poco acolchados que tiene un par de compartimentos. Si usas silla de paseo lo puedes colgar poniendo cada tirantes en cada asa pero no en los carros que tienen un único manillar.

 

  • Hoy en día también existen mochilas que se pueden hacen bolsa de bandolera (o bolsa de bandolera que se hace mochila, jejeje). La ventaja es que los puedes usar en cualquier tipo de carro.

 

Nota: la mochila con una bandolera tiene el inconveniente que el tirante que va en el hombro en el que descansa la bandolera tiende a caerse. Lo que hago es pasar la cola de la bandolera por el tirante y luego amarrarla a las anillas.

 

Mochila con bandolera

 

  • Si de verdad vas muy cargada o va a ser por mucho tiempo pues te llevas el carro para poner todas las cosas, ¿no sirven para eso? y el peque aupa con papa o mama donde tiene que estar!

 

En mi caso y aunque quisiera, al vivir en un primero sin ascensor, no me queda otra que hacerlo a pelo con todo a cuestas. Es sólo para ir de casa al coche y luego en los trayectos del coche adonde vaya. De verdad que a veces me siento una mula de carga y prometo que al día siguiente iré más ligera pero… pocas veces lo consigo!

Lo que peor llevo es cuando viene mi hija mayor y me da 4 piedras y un palo para que lo lleve yo porque ella no puede porque pesa mucho!!! O cuando una vez todo a cuestas se me ha olvidado algo y tengo que meterme en casa donde no quepo casi por los pasillos. También cuando una vez el tinglao montao se me caen las llaves! Arrrrrrggg!!!!

Pero a pesar de todo voy feliz porque tener a mi peque pegadito a mi!

¿Y tu tienes complejo de sherpa?

¿Tienes alguno otro truco?

¡Cuéntanos!

 

Flor Moreau
http://MiMamaMeCose.com
http://
Ohana.es

 

Los misterios de la lactancia

Los misterios de la lactancia

A pocos meses de dar a luz, pienso en muchas cosas: ¿cómo demonios se cuelga en el tendal una ropita tan pequeña?, ¿seré capaz de cortarle las uñas sin amputarle un dedo?, ¿cómo le voy a cambiar el pañal en un baño público sin cambiador?, ¿nacerá tan pequeñita que la podré lavar en el fregadero de la cocina para no tener que agacharme en la bañera?, y sin embargo… ¡los misterios de la lactancia!…

 

No estoy preocupada por el parto o por la lactancia.

Porque confío en mi cuerpo, y porque confío, tanto o más, en mis matronas y en mi asesora de lactancia.

Lo de la lactancia materna, supongo que por no ser especialista, siempre me ha parecido algo misterioso. Me parece sorprendente la cantidad de lactancias frustradas y no exitosas que hay en nuestro entorno.

Últimamente he pensado mucho en una de mis alumnas, Victoria, la mamá de Sonia y de Alexia, que acaba de nacer; le ha dado teta dos semanas… También en una de mis mejores amigas, mamá de Paulo, al que no consiguió darle teta, y de Xiana, a la que le dio apenas cuatro meses.

Y he pensado muchas veces en un montón de mujeres más que conozco y que han tenido lactancias maternas abandonadas en las primeras semanas o que ni siquiera han llegado a establecerse correctamente. Mujeres que conozco y que sé que son inteligentes, con carácter, sensatas, madres afectuosas e implicadas… pero que quizás no supieron enfrentarse a sus miedos, o a su entorno, o al dolor, o no tuvieron la suficiente información y/o ayuda.

Y también he pensado en mi hermana pequeña y en sus dos lactancias exitosas y placenteras.

Mi hermana, una mujer voluble, impredecible, a veces algo descentrada… pero capaz de sentirse como en una isla desierta cuando es necesario e ignorar todo lo que le digan los demás, incluidos los médicos. Porque ella no acepta ninguna autoridad sólo porque venga envuelta en una bata blanca; capaz de seguir sólo sus impulsos, sus instintos y su propio bienestar.

Mi hermana pequeña nunca se identificó especialmente con el ambiente de los grupos de apoyo a la lactancia. No se decidió por la lactancia materna tras una reflexión intelectual sobre la salud de sus hijos. No fue una decisión meditada y racional, sino sobre todo un impulso biológico. Tampoco sacó la teta en el museo del Prado y se negó a marcharse cuando la invitaron amablemente a hacerlo por hacer ningún tipo de reivindicación. Ella dio la teta a sus hijos porque se lo pedía el cuerpo, porque le gustaba y porque le resultaba cómodo; y no se movió de aquel banco del museo simplemente porque le dolían los pies.

Dio la teta porque es una persona hedonista y bastante perezosa para algunas cosas.

“¿Lactancia prolongada?… yo doy la teta porque me ahorro tener que preparar el desayuno del niño”.

No sé qué hubiera pasado si llega a encontrarse con algún problema, no sé si ese hedonismo le hubiera llevado a luchar o a rendirse. Tampoco sé si hay menos probabilidades de que surjan problemas si se tiene una personalidad como la suya.

Sé que hay frenillos cortos, ingurgitaciones, hipogalactias y demás dificultades, pero, desde mi ignorancia, creo que no puede ser que la mayoría de las mujeres y bebés tengan problemas tan graves que impidan la lactancia porque entonces la especie se hubiera extinguido.

Creo que el plan que la naturaleza tenía previsto se parece más a la realidad de mi hermana pequeña: voy a hacer que la lactancia sea algo que te guste y que te facilite la vida para que, aunque sea de manera egoísta, la lleves a cabo y tu bebé sobreviva.

Yo tampoco soy de «Confía, confía, que la madre Tierra lo solucionará». Personalmente, he tenido que escuchar comentarios de ese tipo con respecto a otros temas (sobre todo de salud) y me he tenido que contener para no repartir bofetadas. Pero creo que sí es verdad que en general no confiamos y que, en un principio, no hay motivos para desconfiar de un mecanismo que tiene más que comprobada su eficacia en nuestra especie.

El problema es que, alrededor del cuerpo femenino y su capacidad para gestar, parir y lactar, solo hay desconfianza, por parte de la propia mujer pero también como reflejo de la de la sociedad y, por supuesto, de una parte importante del personal sanitario.

Y todo el rato vuelvo a pensar en mi hermana pequeña, que nunca ha sido una persona que sienta un amor loco y una aceptación incondicional de su propio cuerpo, pero que nunca dudó de él ni un segundo en lo que concierne a su capacidad para lactar.

La lactancia es multifactorial. Cada vez voy siendo más consciente de la cantidad de factores que pueden influir en que una lactancia sea placentera y exitosa o no. Pero sospecho que esta confianza y esta búsqueda del propio bienestar deben ser parte importante en la ecuación.

 

“Voy a hacer que la lactancia sea algo que te guste y que te facilite la vida, para que, aunque sea de manera egoísta, la lleves a cabo y tu bebé sobreviva”, madre Naturaleza trazando su plan.

¡PRUÉBATELO! no te arrepentirás

¡PRUÉBATELO! no te arrepentirás

Cada día hay más conciencia sobre la ergonomía en los portabebés, y aunque todavía vemos por la calle lo que denominamos “colgonas” o portabebés no ergonómicos, hay muchos padres que van cambiando, se van informando desde el principio y compran un portabebé ergonómico para la llegada de su bebé.

Algunas veces estas compras son aconsejadas por familiares o amigos que han porteado, otras veces son asesoradas en una tienda de porteo (desde luego, esta es la mejor opción, no lo dudes!), y otras veces, la compra y elección se hace por internet.

Podría hablar de lo que me gusta y no me gusta de cada opción, porque todas tienen sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas, pero hoy me voy a centrar en las compras y asesoramiento por Internet.

Por suerte, tenemos un foro estupendo en Red Canguro, en el que puedes encontrar información super valiosa sobre porteo, con madres y padres expertos porteadores y con un montón de asesoras de porteo que dedican su tiempo libre a ayudar a familias a encontrar la opción más adecuada.

Esto es fantástico, es una suerte que al alcance de la pantalla del ordenador o del móvil tengamos un montón de información y personas que desinteresadamente quieran ayudarnos.

Os aseguro que mucha gente hubiera agradecido esto hace unos años, cuando la información era escasa, las asesoras casi una figura inexistente, y la variedad de portabebés super limitada.

Así que si te interesa el porteo, Red Canguro es un sitio estupendo para aprender.

Por otro lado, siempre que puedas PROBAR algo, ¡HAZLO! Sea lo que sea, es como cuando vas a comprar un abrigo (por poner un ejemplo), lo has visto en la tienda online, te ha encantado, conoces la marca y es fabulosa, sabes que los tejidos no te van a defraudar, conoces el tallaje…hasta ahí todo perfecto, pero lo compras y cuando lo tienes en casa, no te queda como tu esperabas.

Upsss….has hecho una inversión, y no es lo que tu pensabas, la verdad es que suele ser un gran chasco, sobre todo en una compra que ponemos tanta ilusión, porque te gustaba mucho!

Pues esto mismo puede pasar con tu PORTABEBÉ, sobre todo si no has porteado con ningún otro portabebé antes.

Es muy importante cuando vas a utilizar un portabebé:

  • Sentirte cómoda/o

  • Saber usarlo, y tener todos los ajustes claros

  • Conocer el tejido

  • Y sobre todo, sentirte cómoda/o

aurora mora03

Cuando compramos un portabebé, casi siempre pensamos en la ergonomía y comodidad del bebé, esto es genial, y siempre debería ser así, pero también hay que tener en cuenta que el porteador debe sentirse ágil, ligero, seguro y muy cómodo.

Así que ¡PRUÉBATELO! No pierdas la oportunidad, con esto no estoy diciendo que no se deba comprar online, porque seguro que si en tu ciudad o cerca tuyo no tienes una tienda, habrá una online cerca, que la persona que esté a cargo de talleres, o puedas quedar con ella para probar distintas opciones, o puedas hacer una asesoría personalizada.

¡PRUÉBATELO!, es como una prenda más del armario y con la suerte de permitirte llevar a tu bebé pegado a ti!

Infertilidad: apoyo emocional

Infertilidad: apoyo emocional

Hoy quiero hablaros de la infertilidad y el apoyo emocional. La maternidad comienza mucho antes de tener a nuestro bebé en brazos. Comienza en el embarazo y aún antes, en la búsqueda de nuestro bebé cuando queremos quedarnos embarazadas.

Esta búsqueda es, en ocasiones, corta, incluso más corta de lo que imaginábamos.

Y otras veces es larga… mucho más larga de lo que imaginábamos. Y se puede convertir en uno de los periodos más duros de nuestra vida. Es una prueba de vida, una prueba para nuestra relación de pareja y para nuestro propio equilibrio como mujeres.

¿Cómo podemos superar esta fase de nuestras vidas? ¿Cómo podemos enfrentarnos a nuestra realidad sin morir en el intento?

La infertilidad es un duelo y lleva tiempo asumirlo y pensar en opciones.

Tómate tu tiempo:

Intenta vivir día a día, enfrentarte a tus retos paso a paso. Cada día es un paso más, un escalón en tu camino de superación y búsqueda.

Háblalo:

  • Con tu pareja, para entender el duelo del otro, el dolor del otro. Para apoyaros, para daros calor y encontrar juntos vuestro camino. Como pareja y como familia.

Superar esta situación es una gran prueba para la pareja que pasa por moentos de mucha tensión. Hay que aprender a gestionarlo, y no es fácil.

Cada uno lo sentirá, vivirá y asumirá de una forma diferente. unos hablamos, otros callamos, otros lloramos, otros nos enfadamos… Expresar estos sentimientos nos ayuda a liberarnos, a entendernos y a saber cómo apoyar al otro.

  • Con tu amiga. Para tener un hombro donde llorar, para expresar lo cabreada y triste que te sientes. Para desahogarte.
  • Con una/un profesional. Buscar un profesional que te acompañe en el camino puede ser bastante liberador. Te puede guiar por los pasos a dar a lo largo del proceso, enseñarte pautas y recursos donde acudir.
  • En un grupo de apoyo. Encontrarte con otras personas que están pasando por lo mismo que tu, es reconfortante. Puedes compartir experiencias, sentimientos, sensaciones y no sentirte sola. Recibir y aportar ayuda es tan enriquecedor…

Los que me conocéis sabéis que me encantan los cuentos y hoy os quiero recomendar uno muy especial.

Se llama «Nacido del corazón» de Berta Serrano e ilustrado por Alfonso Serrano. Es de la editorial Kokinos. Me tiene enamorada. Nos cuenta -de una forma preciosa- el camino de una madre hasta encontrarse con su bebé; en éste caso, mediante la adopción.

Nacido del corazón

 

A lo largo de todo el proceso va a haber muchos momentos en los que vas a querer mandarlo todo a paseo. Asume éstos momentos, pero párate, respira y coge fuerzas. Hoy hay muchas posibilidades que a lo mejor nunca hemos pensado, y que no pensábamos que fueran para nosotras, pero de repente aparecen y descubres que son también maravillosas.

Sea cual sea tu camino, confía en la vida.

Abrir chat
¿En qué puedo ayudarte?
Hola, soy Nohemí. ¿En qué puedo ayudarte?