Nacido para ser porteado

Nacido para ser porteado

Hoy os quiero hablar de los bebés preparados para ser porteados desde el nacimiento.

Hay un debate que está presente en el mundo de la lactancia, y es el de hablar de los beneficios de la lactancia.  Hay quienes piensan que, hablar de beneficios en algo que es lo natural y biológicamente predeterminado, es incorrecto. Que lo que correspondería es hablar de los perjuicios de la lactancia artificial.

Es algo que se comenta y discute, pero hay temas alrededor de la lactancia materna que son tan controvertidos y crean tantas discusiones entre las mujeres, que muchas veces se elige hablar de los beneficios de la lactancia materna para no herir la susceptibilidad de aquellas madres que no han podido o querido amamantar.

Esta cuestión se centra en la necesidad de hablar de la lactancia materna como la Norma, y la lactancia artificial como la excepción a esa regla. Pero sabemos que, aunque la lactancia materna sea lo que la naturaleza manda, pueden surgir, por un lado, dificultades en la lactancia que hagan que se tenga que recurrir a la lactancia artificial, y por otro lado, pueden haber dificultades sociales que hagan que se tenga que recurrir a la lactancia artificial.

No por nada el lema para este año de la Semana Mundial de la Lactancia Materna es ¡Amamantar y trabajar! Hagamos que sea posible.  ¿Cómo es «hacer la lactancia materna posible» en un contexto laboral? Si en países como el mío, la licencia por maternidad se termina a los 45 días de nacido el bebé, la única manera en que la lactancia materna sea posible es a base del enorme sacrificio tanto de la madre como del bebé.

¿Puede a alguien parecerle normal dejar a un bebé de 45 días al cuidado de otra persona?

¿Puede ser la norma hacer esfuerzos increíbles y psicológicamente doloroso para poder seguir amamantando a nuestros bebés?

Ante esta realidad, es más políticamente correcto hablar de beneficios de la lactancia y no de los perjuicios que trae la falta de la misma, ya que socialmente a muchas mujeres a lo largo del planeta, y por distintas y diversas razones, se les hace infinitamente complicado instaurar o mantener la lactancia materna.

La cuestión es que esta disyuntiva es extrapolable al mundo del porteo:

¿Se debe hablar de los beneficios del porteo?

¿O es más apropiado hablar de los perjuicios de la falta de contacto?

Ya Cristina, otra de las Asesoras Continuum nos contaba en este post, que Nils Bergman (neonatólogo sudafricano conocido mundialmente por su compromiso en la implantación de los Cuidados Madre Canguro y su defensa para TODOS LOS BEBÉS) habla de que el bebé viene biológicamente preparado para ser desde el cuerpo de la madre. Todo lo que el bebé necesita, lo necesita en y desde el cuerpo de la madre. La información genética que el bebé trae es mother = other; esto quiere decir que todo para el bebé está en el cuerpo de la madre, y que lo que no sucede en el cuerpo de la madre es para él desconocido.

Claro que semejante afirmación causa dolor, bronca, y muchos sentimientos encontrados hacia nuestro lado racional y social. Pero…

¿Cómo se compatibiliza el tener el cuerpo disponible para nuestro bebé viviendo en una sociedad que nos quiere convencer que hay que compatibilizar lactancia con trabajo?

En una sociedad que nos dice que los bebés tienen que ser independientes ¿De que tenemos que dedicarnos a otras mil cosas “más importantes” que atender a nuestros bebés, como trabajar, mantener una casa, estar lindas y bellas a días de parida?

Sin embargo, seguimos hablando de los beneficios del porteo. Ya, luego de muchos esfuerzos denodados de madres primero y con un camino profesional como asesoras después, que llevan el porteo al plano científico, se está empezando a reconocer a nivel médico la importancia del porteo.  Y es que nuestras crías, vienen a este mundo esperando ser porteados. Nuestros bebés son nacidos para ser porteados.

Cuando papá portea… ¡no sabes lo que te pierdes tío!

Cuando papá portea… ¡no sabes lo que te pierdes tío!

Hoy voy a hablar de porteo. De lo que te puede llevar a portear, o a tener tan siquiera esa opción cómo algo válido y necesario en la crianza de tu o tus hijos.

Existe mucha información al respecto, sí.

Aún así se ve a muchas familias para quienes la primera opción es hacer el pack completo: carro super chulo – manejable – pliegue fácil, y que además ocupe poco espacio (yo también estuve ahí).

Y en el mejor de los casos, alguien te regala una mochila de esas, muchas veces no ergonómica, pero bueno… cuentan que puede ser una posibilidad a utilizar para facilitarnos las cosas.

La verdad que nosotros buscamos ese carro, esa cuna… (que no usé apenas) y cómo la economía no daba para mucho fuimos muy cuidadosos eligiendo lo que mejor se adaptaba a nuestras necesidades y nuestro bolsillo.

Quería hablar de esto sin hablar de mi familia, pero la verdad que no se cómo enfocarlo ahora mismo, así que voy a contarte como llegamos nosotros al porteo.

Cuando nació mi bebé, pasó del carro. Ahora entiendo bien porqué 😉 Pero bueno, tampoco me importaba llevarlo en brazos.

Un día mi pareja me dijo: -Hay unos pañuelos dónde llevas a los bebés…

¡Imagina! ¡Un fular! cuando tan siquiera me había planteado ni una mochila que era lo que conocía o en lo que me había fijado, y bueno.. Lo miramos y compramos uno. Aprendimos a hacer un par de nudos. Aunque la verdad que el empeño lo puso mi pareja. ¡Que majo!

Cómo le agradezco que fuese tan apañado con las instrucciones porque yo me aburro con eso de seguir el paso a paso 😛 total… que lo conseguimos y fue un éxito, en todos los sentidos.

Hace poco mi pareja le explicaba la opción de portear a unos amigos que recientemente han recibido a su querida bebé. Necesitan desplazarse en transporte público. Su amigo, un poco dudoso de hacerle caso por probar una mochila y dejando a un lado los prejuicios, ha accedido a probarlo, todavía tenemos que vernos y dejarle lo que tengo en mi arsenal y les pueda servir 😛 .

Pero algo que me gustó escuchar en mi pareja fue:

No Sabes lo que te pierdes

papa porteaY esa es la cosa. Es tan maravilloso, esa acción tan simple y sencillaque de verdad, tienes que probarlo.

Nosotras ya lo sabemos, porque sabemos que es llevar a un bebé en nuestra barriga, pero los papás no… y créeme cuando te digo que si hablas con algún padre que portee por primera vez y le miras a los ojos cuando te cuente su experiencia no podrá dejar de emocionarse.

Porque eso es el porteo, un acercamiento tan instintivo, tan humano que hay que poder vivirlo. Ya sea en brazos infinitos, como en esas telitas tan chulas y mochilas que existen por ahí.

¡Portea siempre seguro y ergonómico!.
Un abrazo grande y feliz porteo 😉

El porteo por cólico del lactante ¡Mi salvación!

El porteo por cólico del lactante ¡Mi salvación!

Todo el mundo tiene alguna razón para comenzar con el porteo.  La mía fue cólico del lactante.

Todo el mundo recuerda la primera vez que su primer hijo lloró y no sabía calmarlo.

Muchos padres, temen más al «cólico del lactante«, que al hombre del saco.

Buenas noches a tod@s, acabo de terminar de dar un masaje a mi hijo mayor, está malillo con la tripa y eso me ha hecho recordar mi inicio en el «porteo desinformado«, en los masajes en forma de reloj y en que prefería estar metida en la hora punta conduciendo que estar en la hora punta del dichoso Cólico.

Si pincháis AQUÍ, la Asociación Española de Pediatría os lo explica

Hace ya 9 años, y todavía recuerdo cuando mi hijo con un mes, comenzó a llorar desconsolado, sin que nada le calmara.

Recuerdo ir al pediatra y decirme que mi hijo tenía el cólico del lactante y que se le pasaría en 3 meses. Y yo mirando a mi hijo, y pensando en pasar los próximos meses así, en ese plan.

Nuestra vida entró en espiral, lo primero los remedios de toda la vida: las dichosas manzanillas con anisetes. A mi hijo, que encima tomaba pecho en exclusiva, ni fú ni fá y más bien fa, o sea: que me lo tomara yo o se lo diera a los perros, que para el hecho, es lo mismo.

Acabé odiando los relojes  y los masajes, ¡¡¡Toooda la tarde daaando vueltas al reloj  de su ombligo!!! ¡¡¡AAAhhh!!! y la bicicleta, que para quién no lo sepa, es hacer el movimiento de pedalear con sus piernas. ¡¡¡Y a partir de las 6 en casa!! porque más tarde, empezaba la fiesta y nos tenía que pillar en zona segura.

Y yo me daba cuenta, de que cuanto más tiempo tuviera a mi hijo pegadito a mí, más rápido se calmaba, así que unas amigas, me regalaron una mochila… si, una colgona… todas tenemos un pasado y la mía era una Jané.

Por eso digo porteo ignorante o desinformado, yo iba encantada con ella, y mi hijo iba escuchando mi corazón. Y así, sobreviví al primer cólico, que duró 2 meses y medio.

Con mi segunda hija, tardó unos días en empezar, yo ya no tenía esa mochila, pero en cuanto empezó a llorar, salí corriendo a por una que me regalaron….si …. otra colgona… la reina madre babyborjn, mi enana seguía llorando, menos, pero lloraba, pero los mismos amigos que me regalaron la mochila, me hablaron de los fulares y allá que fui yo, lo que fuera con tal de no volver a pasar por los dichosos cólicos y entré en el mundo del porteo informado.

Podéis leer mi odisea con el inicio del porteo AQUÍ.

Y con mi emeibaby, mi niña iba siempre conmigo, y lloraba, ¡si claro! pero muuucho menos, y pasamos el dichoso cólico en menos de un mes, donde no hubo ninguna manzanilla con anisetes, ni aerored, aunque si masajitos, pero sobre todo muuucho porteo y piel con piel.

Y llegamos al tercero de mis hijos. Dos días, creo que le duró, o lo mismo ni tuvo, y era otra cosa, porque no fue como los demás. Porteo intensivo, porteo totalmente informado, mi embarazo me llegó comenzando la formación Continuum y Daniel pasó victorioso por su coco particular, rodeado de fulares, mochilas, masajes y piel con piel.

Recomendaciones de mi primera pediatra que además era híbrida (apoyan la lactancia hasta los 6 meses, después apoyaba la fórmula): manzanilla con anisetes, aerored, paciencia.

Recomendaciones de la pediatra actual: Masajes, no dejar llorar, paciencia.

Mis recomendaciones: Amor, paciencia, calma, porteo, piel con piel, masajes.

y aparte:

  1. Todos los niños son únicos, no porque a tu vecino le haya durado 4 meses, le va a durar al tuyo lo mismo, incluso, a lo mejor tu bebé, es de los muchos afortunados que no los tiene.
  2. Si notas que ya estás sobrepasada, delega, deja al peque un poco y vuelve, recuerda que al que le duele, es a él y si encima te nota nerviosa, será peor.
  3. Los anises estrellados de toda la vida y que según las abuelas, toda nuestra generación los ha tomado, hace años que NO se recomendiendan por posibles intoxicaciones.

En todo caso, las manzanillas con anisetes, a algunos les funciona y a otros no, es como todo. Si está con lactancia en exclusiva, es más recomendable, el contacto piel con piel y la reflexología, antes de meterle en el estómago cosas para las que no está preparado.

¿Habéis pasado por ese trance?¿ os habéis quedado en casa temiendo la hora punta del cólico más que la hora punta en un atasco con el coche? o ¿eres de los afortunados que no lo ha pasado? si eres de estos últimos, me das mucha envidia, si eres de los que lo están pasando… MUCHO ÁNIMO y todo pasa.

Y si queréis que os lo explique alguien mejor que yo, aquí tenéis a Carlos González.

http://https://youtu.be/QloEMu9lIZA

 

Me dedicaba exclusivamente a mi bebé.

Me dedicaba exclusivamente a mi bebé.

¿Qué dirías si alguien te dice que tu vida no debería girar en torno a tu bebé?. Mi respuesta sería, que está loco, que soy madre y lo más importante para mi es mi bebé,en realidad es así para todas las madres.

Desde que cargué a mi bebé por primera vez, TODO giraba entorno a ella, mis acciones del día, mis actividades que eran en su mayoría en casa, mis conversaciones, las fotos de mi cámara, los libros que leía. En ocasiones, mis días y mis noches eran dedicadas de forma exclusiva a mi bebé.

Esos días eran bastante solitarios, sobretodo los primeros meses. Papá llegaba tarde, a los amigos ya casi ni los veía, los abuelos trabajan mucho, tenía una red de apoyo muy débil, mi mundo, mi vida giraba entorno a mi pequeña.

Es inevitable, sobretodo cuando somos madres por primera vez, es una etapa muy corta, en la cual comenzamos a conocernos, a mirarnos, a tocarnos, vamos aprendiendo uno del otro.

Ahora quisiera darle otro contexto a esa frase «Tu vida no debería girar en torno a tu bebé», no desde un ataque, tampoco como una imposición, sino como una nueva forma de atender las necesidades de nuestros bebés, pero a la vez seguir con nuestras rutinas, dedicarnos a todo lo que nos rodea, además de nuestra maternidad.

Si sólo nos dedicamos al cuidado de nuestro bebé, llegaremos a un límite, sobretodo si esa maternidad es en soledad.

«Los bebés necesitan estar en medio de la vida de una persona activa, manteniendo un constante contacto físico y siendo estimulado por una gran parte de aquellas experiencias de las que el bebé participará en el futuro.

El papel de un bebé en brazos es pasivo, observa con todos sus sentidos. De vez en cuando disfruta de una atención directa, de besos, de que le hagan cosquillas, lo lancen al aire… Pero su principal tarea es contemplar las acciones, las interacciones y el entorno del adulto que lo cuida»

 

Extracto del libro «El Concepto del continuum»

Vamos a aclararlo un poco, no es descuidar a nuestros bebés, ni dejar de lado sus necesidades, sino que todo lo contrario, pero ahora con mayor acción y aventuras, de las cuales ambos nos beneficiamos, un pequeño y simple ejemplo:

Mamá y bebé en fular, caminando por el parque en un día primaveral, camino a un círculo de maternidad, llegan al lugar y se encuentran con otras madres y otros bebés, el bebé duerme en el pecho de la mamá, se queja y ella le da el pecho, despierta y comienza a observar su entorno, mientras ella conversa animadamente con las otras madres, compartiendo experiencias y consejos.

Se benefician ambos:

El bebé en brazos, con su necesidad de contacto cubierta, necesidad de alimentación cubierta, necesidad de estímulo natural cubierta.

Por otro lado la mamá con su bebé en brazos, seguridad y confianza cubierta, disfrutando de la maternidad y compartiendo con sus pares, sólo por nombrar algunos beneficios.

Al comienzo como les contaba, mi día y noche eran dedicadas de forma exclusiva a mi bebé, pero me fui dando cuenta, que necesitaba estar en compañía, hacer otras cosas, conversar, disfrutar de mi maternidad, en otros planos.

Y el porteo fue una herramienta muy importante, desde salir a comprar nuestra comida, hasta comenzar mi propio emprendimiento, con mi hija en brazos en su fular, cubriendo sus necesidades y las mías.

 

dedicación exclusiva al bebé

 

Somos capaces de hacer muchas cosas y con un bebé muchas más, se abren nuevos espacios, nuevas oportunidades y nuevas aventuras. Hay muchas actividades que puedes hacer en casa o fuera de ella y con tu bebé cerca de ti, como danza con portabebés, yoga mamá y bebé, círculos de crianza, grupos de apoyo de lactancia materna,  formarte como Asesora Continuum, no hay límites.

 

Adivina adivinanza… Porteo Seguro

Adivina adivinanza… Porteo Seguro

 

Hoy os quiero traer, en clave de humor, un pequeño juego:

 

A ver si consigues identificar los tips de porteo seguro que os doy en este vídeo mudo.

 

 

 

[vimeo 118704894 w=500 h=281]

 

¿Ha sido fácil? Espero que así puedas guardar en tus retinas estas claves de porteo seguro de forma más sencilla y duradera. Muchas veces las imágenes valen más que 1000 palabras.

Este vídeo lo preparé para una de las tareas para el módulo de Comunicación de la Formación de Asesoras Continuum.

¿¿¿Sabes que pronto se van a abrir las inscripciones para la 4ª  Promoción???
Aquí puedes ver toda la información 🙂

 Porteo seguro

Reciclar mi cuna, ¿antes de usarla?

Reciclar mi cuna, ¿antes de usarla?

Si algo cambia la pa/maternidad, es la distribución del espacio en la casa. Muchas de nosotras incluso antes de quedarnos embarazadas, empezamos a llenar rincones y armarios con cosas para el bebé. Así fue como aprendimos a reciclar mi cuna.

La mayoría de estas cosas que acumulamos quedarán en dichos rincones sin que luego las utilicemos y convirtiéndose en trastos que ocupan mucho sitio y acumulan polvo.

Uno de esos trastos del demonio que invadió nuestro hogar hace casi cuatro años, y que montamos con mucha ilusión durante el embarazo de mi hijo mayor fue: la cuna.

Teníamos claro que los primeros meses dormiría en nuestra habitación, pero la cuna estaba esperando para cuando el pequeñin fuera un poco mayor. Así que al final se convirtió en El trasto del demonio.

Y el trasto del demonio sólo lo utilizabamos para guardar más trastos… por lo que nos pusimos manos a la obra, y ahora es uno de los espacios donde la imaginación y la creatividad están presentes casi a diario.

DIY: de cuna a mesa

Nuestra mesa de creación.

 

Es una cuna básica comprada en esa gran cadena sueca de muebles… y más cosas. Sí, ESA en la que estás pensando. Esta cuna en origen tiene dos opciones:

Posiciones originales de la cuna

Posiciones originales de la cuna

 

La posición inicial de cuna alta, o una para más adelante como una cama baja. Ninguna de las dos nos servía para nuestro objetivo, por lo que cambiamos un poco la configuración.

Asi que partimos de la segunda posición:

  1. Con un lado abierto,  subimos la tabla a la posición inicial,
  2. Cambiamos la tabla que se ve en la parte baja de la segunda posición a la mitad de la cuna para poder meter las sillas y sentarnos cómodamente.
  3. Atornillamos todo para que no se mueva.
  4.  Forramos la tabla con ironfix para protegerla y poder ensuciar sin problemas y a disfrutar.

Listo, el trasto del demonio desapareció, en parte.

 

Nos sobraba el costado, que quitamos para poder acceder a la mesa… así que buscamos un uso para eso también. Tiene un sitio de honor en la entrada de casa, donde acoge nuestros portabebés de uso habitual, así no salimos sin ellos.

 

Porta-portabebés

Porta-portabebés

Y ¿vosotras, qué habéis inventado para reutilizar
vuestros trastos acumula-polvo?

Comunicar con Empatía. Comprender y ser comprendido

Comunicar con Empatía. Comprender y ser comprendido

El que tenga un smartphone entre los presentes, revise el correo hasta en la ducha, esté a diario pendiente de las notificaciones de facebook, le falte el aire cuando se le quede pillado el whatsApp, o crea que quedarse sin batería es lo más parecido al apocalipsis zombie, por favor que levante la mano. Veo que somos unos cuántos por aquí, ¿verdad? ¿Sabemos comunicar con empatía?

 

Vivimos en una sociedad hiperconectada. La sociedad de la información, la mensajería instantánea, el contacto permanente. La angustia por estar continuamente conectado (o creer que lo estamos).

Esa aparente cercanía, ese nuevo modelo de comunicación, ha cambiado la manera en la que nos relacionamos con los demás, vivimos y trabajamos. Pero pese a disponer de herramientas comunicativas poderosas, increíbles y al alcance de todos, ¿nos comunicamos de un modo más eficaz? En mi opinión la respuesta es que no. Seguimos haciéndolo igual de mal que en el pleistoceno. Seguramente porque seguimos siendo igual de egoístas.

¿Por qué? Porque continuamos sin ser conscientes de que:

Nos gusta demasiado hablar, creemos que estar comunicado implica tener siempre algo que decir. ¿Y dónde queda escuchar? Escuchar al otro, no simplemente el eco de nuestras propias palabras.

 

 

Todo esto pueden parecer obviedades pero os invito a que hagáis un pequeño ejercicio de observación y constataréis que, cuando conversamos estamos más preocupados en resolver nuestros propias necesidades que en conocer las verdaderas dificultades del otro.

 

Ya sea con nuestra pareja, nuestros hijos o alguien a quien acabamos de conocer, no sólo no nos ponemos en el lugar de quien tenemos delante sino que le interrumpimos, le juzgamos, o insistimos en dar una opinión que no nos han pedido.
En definitiva, no practicamos la empatía.

 

Paradójicamente, en el ámbito maternal esto ocurre constantemente. Embarazadas y madres suelen ser el objetivo ideal para juicios y opiniones de lo más variopintas, así que, creedme si os digo que tomar conciencia de qué es realmente la empatía y de cómo una comunicación asertiva, empática y no violenta nos ayuda a resolver muchas situaciones, a responder de la manera adecuada ante la emoción del otro, y a hacer mejor nuestro trabajo es una de las grandes lecciones que me he llevado de mi formación como Asesora Continuum.

Entender que cada uno ve la vida a través de sus propios cristales, que todos llevamos una mochila y que nuestras experiencias, miedos o pensamientos han modelado la manera en la que vemos el mundo, nuestro mundo.

 

]La empatía te pone delante otros puntos de vista, te da la oportunidad de aceptar al otro.
Comprender y ser comprendido.

Como padres, nos preocupamos por dar a nuestros hijos herramientas y espacios para que desarrollen satisfactoriamente sus emociones, sus habilidades y capacidades. Pero, ¿cómo vamos a enseñar empatía a nuestros hijos si nosotros mismos no lo somos ni con ellos ni con los demás?

Por ello, es un error suponer que la empatía es una habilidad reservada a determinadas personas o campos profesionales, porque todos a diario tenemos oportunidades para desarrollar, ejercitar y fomentar la empatía. Eso sí, requiere trabajo profundo e interés.

Así que, recuerda ponerte en la piel de tu bebé cuando te demanda comer a voz en grito, no restes importancia a la angustia de tu hija ante la visita al dentista o evita tratar de dar lecciones a tu hermano cuando te llama angustiado.

 

 

Y por último, por si aún te quedan dudas, o crees que no tienes herramientas para comunicarte empáticamente con quien te rodea, te invito a ver este vídeo que seguro te será de utilidad.

 

Mamá no quiero ir al cole, pero nunca más!!!

Mamá no quiero ir al cole, pero nunca más!!!

La historia de la que voy a hablar ya le he contado muchas veces. El día en que mis hijos me dijeron «no quiero ir al cole!» y fue así…

Cada vez que alguien me pregunta ¿qué tal el cole?, aprovecho para contarla con pelos y señales.

La repetiré hasta la saciedad, y no porque me guste hablar de mi vida, o tal vez si, sino para que llegue al mayor número de personas posible, para que no se vea tan «normal» el sufrimiento por el que pasan muchos niños cuando no les queda mas remedio que adaptarse a una situación para la que aún no están preparados emocionalmente e intentemos buscar una solución.

Mis hijos (gemelos) entraron al cole con dos años y nueve meses, y la verdad es que lo vivimos con mucha emoción, que bien otra etapa más, que mayores se están haciendo, ya al cole.

La realidad nos dio un «zas» en toda la cara.

Tuvimos la suerte de hacer una «adaptación» fuera de lo común, tanto el padre como yo podíamos entrar en clase con ellos, estar un ratito y después salir y aún así, ellos lloraban cuando nos íbamos.

Rara vez se quedó alguno sin llorar mientras salíamos.

Y yo me quedaba en la puerta llorando con ellos pero sin ellos

 

Se me desgarraba el alma oirlos llorar, y ahí me quedaba esperando a que terminaran sus llantos, sin ser yo su consuelo, sin tener lo que esperaban de su madre.

Lo más triste es que esto que les ocurría a mis hijos era lo más «normal» del mundo, es lo que le pasa a todos los niños, no te preocupes Alba que ya se adaptarán.

Ese modo de  «adaptación» duró hasta las vacaciones de navidad.

Lo que vino después en enero fue terrible:

LLantos desde que se levantaban de la cama, me tiraban del pelo, me pegaban. Me gritaban entre llantos que no querían ir al cole. Uno en brazos el otro pegado a mi. Esto no había ocurrido antes en nuestras vidas.

Grandes rabietas que no llegaban a nada porque ellos seguían yendo al cole.

Hasta que una mañana uno de mis hijos se plantó frente a mí y muy serio y tajante me dijo:

Mamá no quiero ir al cole, pero nunca más.

A lo que el hemano añadió:

Y yo tampoco.

Con tres años recién cumplidos fueron tan claros y demostraron una seguridad y contundencia en lo que decían, que no quedó lugar a duda de que teníamos que hacer algo al respecto.

Mis hijos demostraron una seguridad mayor que la que  yo hubiese podido tener en mi vida hasta después de ser madre y de aprender tanto de ellos.

 

Recuerdo a su padre diciéndome que era normal que no quisieran ir al cole con la cantidad de fichas que habían traído del primer trimestre.

Es que se aburren Alba, a mí me pasaba lo mismo, como van a querer ir.

Ay las fichas y deberes…, eso daría para otro post. Reflexionaré sobre ello.

Bueno pues tomamos cartas en el asunto, y los cambiamos de cole con la opción de que si no se adaptaban al nuevo se quedarían en casa con nosotros.

Ahora están en un centro con una pedagogía diferente.

  • Donde se les trata con mayor individualidad.
  • Donde se respetan los procesos de cada niño.
  • Donde fomentan la creatividad.
  • Donde se le da más importancia a las emociones que al rendimiento académico.
  • Donde se piden las cosas desde el respeto no desde el porque yo lo digo, yo soy el adulto y tu me obedeces.
  • Donde se les anima a investigar el entorno, a observar a cuestionar.

Parece que esto está cambiando y en algunos centros se aplican este tipo de métodos, cada vez hay más educadores y padres que abogan por un cambio en el sistema educativo.

 

Mis hijos pasaron de llorar cada día porque no querían ir al cole a llorar los fines de semana porque no había cole

 

No perdamos de vista que hablamos de niños que ni siquiera han cumplido los tres años cuando pisan por primera vez un colegio.

Tanto su padre como yo nos sentimos muy orgullosos de haber sido capaces de escucharlos, de aprender de ellos y de a pesar de las dificultades que implica «salirse de la manada» saber que estamos en el camino correcto para que nuestros hijos crezcan sanos emocionalmente y felices.

Cada cual que saque sus conclusiones.

Tenemos muy claro que un niño de tres años no es capaz de sobrevivir por si mismo y que depende de la figura de un adulto, que sería incapaz de organizarse solo, de gestionar un conflicto, de ir a comprar el pan, de freirse un huevo o de ir con sus amigos al cine.

Entonces…

¿Por qué no tenemos tan claro que les cueste adaptarse?

¿Por qué no tenemos tan claro que les sea difícil estar solos con una persona que acaban de conocer?

¿Por qué no tenemos tan claro que les cueste estar con otros niños que están tan asustados como ellos?

¿Por qué no tenemos tan claro que simplemente que no están preparados para ello?

Y…

¿Por qué si tenemos tan claro que son capaces de hacer todo esto?:

  • Mientras antes se adapten mejor, de palos se aprende.
  • Los niños  manipulan.
  • Es tan listo que todas las mañanas vomita para no ir al cole.
  • En diez minutos deja de llorar.
  • Sabe más, a la hora de  recogerlo empieza a llorar de nuevo.

Lo que más me indigna de todo esto es que haya educadores obsoletos que crean que esto es así, que es «normal»,y den consejos tan alegremente como sino pasara nada, como si todo lo que vivan en su infancia no les fuera a repercutir en su futuro, en el lejano y en el más próximo.

Niños con ansiedad, niños aparentemente «buenos», niños que se callan por miedo, o porque no saben expresarse, niños que con cuatro años, en el mejor de los casos, sean capaces de preguntarles a sus padres después de pasar por varias crisis de ansiedad: ¿Qué me pasa mamá, voy a estar así toda mi vida?.   

He tenido que oir por boca de una educador que no me preocupe que los niños manipulan.

Lo peor es que muchos padres lo creen porque la autoridad de un maestro tiene mucho peso.

Y no es verdad, no es real, aquí lo único que pasa es:

  • que se acaban adaptando
  • que terminan por pasar por el aro
  • que aprenden con muy poca edad que sus necesidades no importan
  • que las figuras de autoridad son las que mandan
  • que hay que obedecer al mayor
  • que sus sentimientos no son válidos
  • que si tienen un problema mejor se lo guardan en algún lugar del inconsciente
  • que la vida es dura y es lo que hay
  • que mientras antes se sometan mejor

 

La capacidad de adaptación del ser humano es increible

 

Y yo me pregunto:

¿Por qué no hacemos algo para cambiar el sistema?

 

 

¿Por qué no escuchamos a nuestros hijos?, sobre esto puedes leer este post de mi compañera Tatiana Martín «Escúchame, Respétame»

Un niño puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea. Paulo Coelho.

Para terminar les cuento una última anécdota:

Antes de que finalizara el pasado curso (año y medio mas o menos estando ya en el nuevo cole) una noche uno de mis hijos me decía que no quería ir al cole al día siguiente porque no le gustaba, a lo que yo le respondí que si que le gustaba que a lo mejor era posible que no tuviera ganas de ir, que lo sentía mucho pero yo tenía que hacer cosas por la mañana y que estaba tranquila porque sabía que en ese cole era feliz.

Su respuesta da para reflexionar:

 

Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Mi parto respetado, un sueño hecho realidad

Hoy vengo de nuevo al blog para contaros nuestro parto respetado: real, mimado, disfrutado en extremo, explosivo y revelador.

Hace unas semanas os contaba cómo fue el recorrido que hacen en nuestro, ahora más que nunca, hospital de referencia: Fundación Hospital de Alcorcón. Podéis leer el post pinchando aquí.

Y prometí volver y contaros si la realidad se ajustaba a lo pintado y mostrado en esa visita, y a lo percibido al entregar nuestro plan de parto en su momento, post que también podéis leer pinchando aquí.

Ahora puedo deciros que sí, a todo sí, y aún más allá.

Ha sido el parto que soñábamos,
el parto que esperábamos
y nuestro parto, ni más, ni menos.

 

El pequeño Erik

He pensado que no quería contar nuestro parto por escrito, aún se me saltan las lagrimas recordándolo y me emociono mucho, y creo que lo haré durante mucho tiempo, porque fue nuestro al 300%.

Así que mejor quiero contároslo de viva voz. Como se lo cuento a mis comadres con una taza de té por  medio, de tú a tú. 

De cerca, que es como se cuentan estas cosas.

Allá vamos…

 

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=vy7vOSCfE9Q&w=853&h=480]

  • Gracias a mi marido Raúl por estar, por ser, ayer, hoy y siempre amor.
  • Gracias a mis estrellas por enseñarme lo que significó su efímera presencia
    en mi vida y los cambios que trajeron consigo.
  • Gracias a mi hija Sira por enseñarme a ser madre, no la mejor, pero sí
    la suya, la suya y la de Erik.
  • Gracias a Erik, por traerme tanto y tan bueno durante su camino a
    mis brazos y por las miradas que me lanza desde ellos.
  • Gracias a mis comadres y compañeras por hacerme grande, gracias a todas y cada una de ellas (si os nombro a todas no acabo y eso es un puro lujo en sí mismo).
  • Gracias al FHA por tener claro el camino hacia un parto normal.
  • Gracias al personal del bloque obstétrico y maternidad por
    devolverle el sentido a la palabra normalidad.
  • Gracias a Asesoras Continuum, al proyecto y a cada una de ellas.
  • Y gracias a la chispa, que encendió un día, hace años, mi vocación por la maternidad.

GRACIAS

Verano, agitación y preadolescencia. Pack completo

Verano, agitación y preadolescencia. Pack completo

Que sepáis que mientras escribo esta entrada, estoy en la playita, con las olas del mar, la brisa, las risas de los niños… sus llantos, peleas, los mosquitos….

Y  mientras, entre llanto y llanto, caída tras caída, me meto en facebook  y veo las maravillosas fotos de familias felices, las de instagram todos sonriendo, me recuerdan un poco a las pelis americanas de los años 50… y no es por desmerecer, ¡¡que vaaa!!! lo mío tira más hacia la envidia de las malas, malas.

¿y por qué? pues porque este verano se me han juntados varias cosas:

1. La preadolescencia del mayor  y el debate: supernani si o supernani no

2. La altísima demanda de los dos pequeños  ¿mamitis, malcriados?

3. La agitación del amamantamiento en estado puro y en cotas inimaginables.

Como veis, tenemos el verano de los más entretenido y ameno.

Con el primer debate, la preadolescencia del mayor, una parte de mi, la Susana Continuum, lucha con dientes y unas poquitas uñas (me las muerdo, si, ya sé que está mal, pero ni fumo ni bebo, algo malo tendré que tener).DSC_0021_4

A lo que iba, pues eso, que estoy totalmente en contra de los premios y órdenes o lo que haga supernani , pero otra parte de mi, se alía con el santo job (mi marido, que tiene una pacienciaaa…) y me da por pensar, que quizás me valga, porque la preadolescencia de los 9 años, es muy dura, y temblando estoy ya con la adolescencia.

Anoche, casi me rindo y acepto, pero tomó el mando la pepito grillo y pensé, que mi hijo lo que necesita es más mimos y atención. Ser hermano mayor en una familia numerosa con 2 hermanos tan pequeños, tiene que ser muy complicado y muy duro. Así que hablamos… ¡¡a ver lo que dura!!, de momento, está apaciguado viendo vídeos de Jurassic park/world o como en la foto, que está buscando renacuajos y me ha dicho que me quiere ….

 

Pasamos al punto dos: la demanda de los enanos.

¡¡Me río yo de la gente que dice que los niños porteados no andan!!… no claro… lo que suelen hacer es correr.

Mi marido dice que es porque siempre están atados en los portabebés y huyen de mi… pero esa es su versión claro, lo suele decir para picarme, porque luego controla de porteo más que yo.

Pues eso, que con 1 año y medio el pequeño  y 3 la mediana, sólo quieren a mami, y si ya es difícil con uno, con 2, ya ni os cuento. Me he pasado medio verano, con uno delante y otro detrás… o con uno detrás y el otro pidiendo «»upa mamiii»»…. El resto del tiempo, lo dedico a buscar al pequeño, que en cuanto nos descuidamos, se escapa… (se me ha olvidado deciros que veraneo en un camping, con lo cual escaparse es fácil).

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También os digo, que al igual que cuando oyes hablar de fútbol, todos son entrenadores, los que nos ven, tienen el alma de fisioterapeuta dentro. O tal y como yo lo veo, da para una conversación de ascensor, pero en lugar de hablar del tiempo, hablan de mis futuros dolores de espalda….

… siiii, ¡¡ya verás cuando seas mayor….siiii, seguro que ahora no te duele, pero ya verás dentro de unos años….!!!!!

Realmente, esos comentarios, me los tomo como una adulación, ¡¡todavía me ven joven!!

Pues nooo, no me duele la espalda, de hecho, ya me dolía antes, pero no por mis hijos, si no por tener la espalda contracturada por arrastrar carros de leche sin ruedas en una tienda donde trabajé hace años (soy muy brutita)….

De hecho,si no fuera por los portabebés, no podría cogerles, porque acabo en el fisio y se me duermen hasta las manos.

Cuando sea viejecita, les estaré agradecida, porque gracias a los fulares, cuando les cojo, llevo una postura sana para mi espalda, tengo el peso repartido y sobre todo, ¡¡voy recta y mis cervicales no sufren!! Quizás me criticarían menos, si dejo los portabebés en casa y arrastro un carro vacío y con un niño en la cintura. O andando, o en triciclo….vale, todo eso está bien, pero mi familia numerosa, requiere cosas básicas para sobrevivir o yo por lo menos, las necesito.

 

Y pasamos a lo que peor estoy llevando, lo que está sacando lo peor de mi, «la agitación del amamantamiento», Nohemí Hervada os lo explica AQUÍ. En lugar de Walking dead, me siento protagonista de walking tetil. Es cruel lo sé, pero sólo las que estéis como yo o sepáis lo que es esto, me entenderéis.11083860_956885754343387_5426243051009769370_n

Con el mayor estuve hasta los 3.5 años dando de mamar. Y con los dos peques hago tandem. Hasta hace poco, los daba a los dos a la vez, pero desde que empezó el calor, cada vez lo llevo peor; A la mediana, la espacio más las tomas, pero el peque, me pide muuuucho. Y yo suelo hacer dos cosas, o me escondo para respirar mientras el padre les entretiene (si, hace poco, detrás de la cuna y no me da vergüenza admitirlo) o acabo de mal humor, cogiendo a uno y cabreada con el otro, y me veo desde fuera, y no puedo creer que sea yo, y me veo desde dentro y me muero de dolor, pero soy incapaz de sacar la dulzura habitual de madre, de su mami.

Así que con toda mi pena, voy a destetar a la mediana y si puedo al pequeño también; No puedo más, mi cuerpo no puede más. Lo primero que hice fue explicarle lo que me ocurría al padre, para que cuando me viera así y los peques estuvieran en pleno auge, se hiciera cargo de alguno, sin tener que decírselo, o de los dos. Me da igual que se entretengan con una manzana que con gusanitos, con un vaso de leche o con una fanta naranja, sólo necesito que se distraigan y se olviden de la TETA.

Y en esas estamos. Quitando esas cositas, estamos disfrutando con las guerras de globos, pistolas de agua, construcción de castillos con foso a la orilla del mar y luego en el pueblo, con las vacas y la montaña. Asalvajados los tengo ya…..

Saludos de mi peque, me pedía teta, pero aceptó un helado de chocolate. Soy una malamadre lo se, pero mis hijos me adoran

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